Cuando crees que no hay nada que hacer más allá de perseguir la sombra o refugiarte bajo el aire acondicionado, aparece Veranos de la Villa para recordarte que la cultura no se toma vacaciones. Que, de hecho, el verano puede ser el mejor momento del año para reencontrarse con ella.
Del 7 de julio al 24 de agosto, el festival organizado por el Ayuntamiento de Madrid celebra su 41ª edición con una programación tan amplia como variada: 54 espectáculos y más de 100 citas repartidas por 20 espacios de la ciudad. Desde lugares emblemáticos como Conde Duque o el Puente del Rey hasta rincones menos habituales que se convierten en escenarios inesperados. Y lo mejor: muchos de ellos son gratuitos.
Aquí van once razones para no perderte este plan de verano.
Porque La Fura dels Baus pone el listón alto desde el principio
El pistoletazo de salida este año no podía ser más potente: La Fura dels Baus. El mítico colectivo catalán, conocido por su lenguaje propio que mezcla lírica, acrobacia, fuego, danza y espectáculo visual, llega a Madrid para conmemorar los 150 años de Carmen, de Bizet.
Será en el Puente del Rey, al aire libre, con música en directo a cargo de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, y con una puesta en escena ideada como estreno mundial. No es exagerado decir que esto será más que un espectáculo: será un hito.

Porque Julieta Venegas tiene canciones que forman parte de tu vida
Julieta Venegas actúa el 26 de julio en Conde Duque, y no hace falta saberte su discografía para disfrutar del concierto. Con que alguna vez hayas escuchado Limón y sal, Me voy o Lento, ya tienes la banda sonora.
No viene sola: la acompaña Camila Guevara, artista española que mezcla pop, copla y sonidos electrónicos con mucha personalidad.
Porque Marcus Miller es una leyenda en directo
El 23 de julio, el mismo escenario recibe a uno de los grandes: Marcus Miller, bajista, compositor y productor. Fue el artífice del legendario Tutu de Miles Davis y ha tocado con Luther Vandross, Herbie Hancock o Eric Clapton.
En directo, Miller combina jazz, funk y soul con una energía que va más allá de lo técnico. Su concierto no necesita traducción ni explicación: basta con estar allí y dejarse llevar.

Porque ‘Cine caliente’ es lo más divertido que vas a ver este verano
‘Cine caliente’, el ciclo que vuelve al parque de la Bombilla todos los martes, mezcla películas icónicas (de culto, kitsch, exageradas o directamente delirantes) con invitados inesperados como Jorge Calvo, Soy una Pringada, La Prohibida, Kika Lorace o Nerea Pérez de las Heras.
No es tanto un cine de verano como una fiesta performativa donde pasan cosas mientras ves una película. A veces hay humor, a veces hay coreografías, a veces simplemente una provocación sin previo aviso. Y eso es parte de su encanto.
Este año la programación incluye Sexo en Nueva York, Mad Max: Fury Road, o Un chihuahua en Beverly Hills.
Porque el flamenco también forma parte del verano

Este año, el festival vuelve a apostar por el flamenco en distintas formas y lugares. En Conde Duque suenan los nombres de Tomatito, Martirio, Carlos Rodríguez o Mayte Martín. Pero también hay flamenco en espacios inesperados, como el Claustro del Pozo del IES San Isidro, donde actúan La Tania o Pepe Rivero.
El género se mezcla con el jazz, con la poesía, con otras formas de mirar. Cada concierto propone una forma distinta de acercarse a él, según dónde y cómo lo escuches.
Porque el concierto sorpresa es ya un clásico
Cada año, alrededor del 14 de agosto, Conde Duque acoge un concierto que no se anuncia, pero que nadie quiere perderse. Es parte del juego: llegar sin saber qué te vas a encontrar. Los últimos años, los protagonistas han sido Ariel Rot, Vetusta Morla, Morgan, María José Llergo, Carolina Durante, Kiko Veneno y Mala Rodríguez.
La única pista es que nunca defrauda, y que forma parte del pequeño ritual de agosto en Madrid.
Porque el escenario de Conde Duque cambia cada noche
Además de conciertos, Conde Duque acoge espectáculos escénicos como el monólogo Wanted (Se busca) de Edu Soto, con banda incluida y mucho humor.
También hay propuestas de danza como las de Les Trois Plumes, que combinan movimiento y teatro físico, o la de Riva & Repele Dance Company, con una coreografía urbana que no deja indiferente.
Porque también hay espacio para la danza y la ópera
Uno de los platos fuertes de este año es el homenaje a Ennio Morricone en forma de danza: Notte Morricone, a cargo del Centro Coreografico Nazionale/Aterballetto, dirigido por Marcos Morau, en el Centro de Danza Matadero.
Pero hay más: ópera experimental con Ópera Garage, propuestas híbridas como Subterfuge Records en concierto, o la presencia del Junior Ballet de la Ópera de París, que actúa por primera vez en este festival. Y por si fuera poco, también vuelve la música clásica con la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE.

Porque puedes oler Madrid
No es una metáfora. En el Espacio Cultural Serrería Belga, la exposición En el compás del verano te propone recorrer Madrid a través del olfato, a partir de una selección de obras de la colección olorVISUAL. Clavel, violeta, chocolate, cuero… cada aroma acompaña un espacio de la capital para despertar recuerdos, imágenes y sensaciones distintas.
Una forma distinta de habitar la ciudad.
Porque hay circo, danza y fuego al aire libre
En Fuencarral-El Pardo o Puente de Vallecas, la Compañía Trocos Lucos presenta Tartana, una pieza de circo que combina técnica y riesgo sin necesidad de carpa. En Usera y Latina, la compañía La Pez Konpainia mezcla improvisación y humor en Plaza.
Y si lo tuyo es el fuego, el colectivo ROGU: Art of Fire trae a Matadero su espectáculo Mobius, que combina danza, malabares, efectos visuales y llama viva.
Porque hasta el último día hay algo que celebrar
El festival termina el 24 de agosto, pero no se apaga: se despide a lo grande con Celia vive, un homenaje a Celia Cruz en el centenario de su nacimiento. La cantante Lucrecia revisita clásicos como Bemba colorá, Quimbara o La vida es un carnaval en el Auditorio Pilar García Peña, en Hortaleza.
Acompañada por una orquesta con los arreglos originales, será una noche para bailar, emocionarse y cerrar el verano con alegría. No suena mal como despedida.

Porque es un festival accesible y para todos los públicos
Veranos de la Villa incluye información detallada sobre accesibilidad en cada una de sus actividades: iconos específicos que indican si hay audiodescripción, mochilas vibratorias, apoyo a la comunicación o accesibilidad física, entre otras medidas.
Cada ficha de evento permite filtrar por necesidades, consultar los recorridos accesibles e informarse de precios, descuentos o condiciones especiales. Además, hay localidades reservadas para personas con discapacidad que pueden solicitarse a través del correo accesibilidad@madrid-destino.com, por teléfono (91 318 47 00) o en taquillas.
Porque no todo pasa en el centro: el festival recorre once distritos
Veranos de la Villa se despliega en once distritos de Madrid: Moncloa-Aravaca, Usera, Hortaleza, Centro, Arganzuela, Latina, Chamartín, San Blas-Canillejas, Retiro, Puente de Vallecas y Fuencarral-El Pardo.
Esto significa que puedes encontrarte con un espectáculo en la plaza de tu barrio, o descubrir un espacio cultural que nunca habías pisado. Y que no necesitas moverte mucho para formar parte del festival.
Información práctica
La programación completa —con fechas, horarios, ubicaciones, precios y medidas de accesibilidad— está en la web oficial: veranosdelavilla.com. Desde ahí puedes comprar entradas, consultar qué espectáculos son gratuitos o filtrar por distritos o necesidades específicas.
Muchas actividades no requieren entrada previa: basta con llegar con tiempo. Las de pago se pueden conseguir en la misma web y, si necesitas una localidad adaptada, puedes solicitarla escribiendo a accesibilidad@madrid-destino.com o llamando al 91 318 47 00 (de martes a domingo, en horario de mañana y tarde).