En una ciudad como Madrid, donde la historia se respira en cada esquina y el trazado urbano lleva siglos consolidado, encontrar espacio para nuevos equipamientos públicos es casi como encontrar un tesoro escondido. Por eso, la construcción del nuevo centro multifuncional de la calle Fúcar no es solo una buena noticia, es un verdadero hito para el barrio de las Letras y para todo el distrito Centro.

Este nuevo complejo, cuyas obras finalizaron oficialmente el pasado mes de abril, se sitúa entre las calles Fúcar, 6 y Costanilla de los Desamparados. Construido por el área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, está llamado a convertirse en un punto neurálgico de servicios y convivencia para los vecinos del barrio de Justicia y su entorno.
Un proyecto ambicioso en un entorno con historia
El centro multifuncional no es un edificio cualquiera. Con una inversión de 34,1 millones de euros y una superficie construida de 21.747 m² distribuidos en 11 alturas, este complejo albergará cinco dotaciones municipales que responden a necesidades muy diversas: desde la atención a la infancia y a las personas mayores, hasta el deporte, la movilidad y la limpieza urbana.

Pero lo más destacable es que todo esto se ha conseguido en una zona donde el mayor reto ha sido, precisamente, encontrar espacio. En el centro histórico de Madrid, donde cada solar libre es prácticamente imposible, disponer de una parcela dotacional de estas características era lograr un milagro urbanístico. Por eso, este proyecto no solo cubre necesidades actuales, sino que representa una oportunidad histórica para mejorar la calidad de vida en uno de los barrios consolidados, más antiguos y emblemáticos de la ciudad.
Una plaza para todos
El complejo está formado por dos volúmenes conectados por la parte subterránea, entre los cuales se ha creado una plaza de 1.217 m². Este nuevo espacio abierto no solo servirá de nexo entre las distintas instalaciones, sino que también ofrecerá un lugar de encuentro, descanso y disfrute para los vecinos.
Cinco servicios esenciales bajo un mismo techo
- Escuela infantil: Con 1.306 m², esta escuela está pensada para niños de 0 a 3 años. Cuenta con siete aulas, zona de cunas, patio de recreo, cocina, lavandería, oficinas y aseos. Un espacio acogedor y seguro para los más pequeños del barrio.
- Centro deportivo: Con 7.190 m², incluye un pabellón polideportivo de 5.000 m² con una gran sala de doble altura, dos salas polivalentes, vestuarios, oficinas y almacenes. La piscina cubierta dispone de dos vasos —uno de 25 metros y otro de aprendizaje—, además de vestuarios y aseos.
- Centro de día para mayores: Repartido en cuatro plantas y con 2.662 m², este centro ofrece salas de fisioterapia, terapia ocupacional, atención psicológica, enfermería, comedores, terrazas y espacios para actividades multisensoriales y usos múltiples.
- Aparcamiento para residentes: Ocupa tres plantas subterráneas y suma 7.100 m². Contará con 197 plazas para coches, 11 para motocicletas y 100 para bicicletas, además de puntos de carga eléctrica.
- Cantón de limpieza: Situado sobre el aparcamiento y con 1.826 m², incluye zona de entrada y estacionamiento de vehículos, oficinas, vestuarios, aseos y puntos de carga eléctrica.
Un proyecto con raíces profundas
Como era de esperar en una zona tan cargada de historia, las obras se toparon con restos arqueológicos que obligaron a pausarlas durante casi 21 meses. Durante ese tiempo, se llevó a cabo un exhaustivo control arqueológico en colaboración con la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid. Este hallazgo, aunque ralentizó el proyecto, también permitió conocer mejor el pasado del barrio y proteger su legado.
Una apuesta por el futuro
Con la finalización de este centro, el Ayuntamiento suma ya 72 nuevos equipamientos construidos desde 2019, lo que representa un 75 % de las 96 dotaciones comprometidas hasta 2027. En total, se han invertido más de 330 millones de euros en estos proyectos, y otros 21 equipamientos están actualmente en construcción.

El centro multifuncional de Fúcar no solo mejorará los servicios disponibles en el barrio, sino que también demuestra que, incluso en los entornos más consolidados, es posible seguir avanzando, innovando y cuidando de quienes viven en ellos.
Porque al final, se trata de eso, de hacer ciudad pensando en las personas.