Entre la avenida de Carabanchel Alto y la carretera del barrio de la Fortuna se sitúa el parque lineal dedicado a uno de los personajes más célebres de la literatura nacional, que ha traspasado las fronteras del distrito, pasando de la radio a los libros, y llegando a tener serie y película propias. Creado por Elvira Lindo en la radio, con una ironía apta para niños y adultos, el mítico Manolito Gafotas llegó al papel hace treinta años, desde el lanzamiento del libro homónimo en noviembre de 1994. Te invitamos a repasar algunas de las características frases, personajes, lugares, y costumbres del carabanchelero más popular de la ficción y nos damos una vuelta por el distrito 11.
Manolito Gafotas, cuyo nombre real es Manolito García Moreno, siempre empieza “por el principio de los tiempos” a contar las historias sobre su querido Carabanchel, a pesar de que su madre, Catalina, suela decir aquello de “ya veremos las repercusiones del libro en el barrio”.
Pero Manolito tiene toda la razón al decir “que en Hollywood no se han enterado todavía del chollo que tendrían en Carabanchel” para inspirarse porque, en la actualidad, es un distrito con una actividad cultural deslumbrante. Basta ver la Semana de Cine Español de Carabanchel, que este año cumplió su edición número 43, o el festival Ensaya Carabanchel, para dar oportunidad a las bandas emergentes, ya que es el distrito de España con mayor número de locales de ensayo para profesionales de la música, o Distrito 11, ese paraguas bajo el que se resguarda una de las mayores factorías de arte nacionales.
La madre de la familia García Moreno va al mercado, aunque lo que no se dice es que los mercados municipales están situados en el otro Carabanchel, el Bajo, con el que tiene ‘pique’ Manolito. En la vida real, Cata Moreno iría a comprar al Mercado Puerta Bonita o al Mercado de San Isidro, un mercado de toda la vida y un pasaje remodelado exhaustivamente, que cuentan con todo tipo de productos frescos, incluidas las míticas salchichas que tanto gustan a Manolito y a su hermano.
El abuelo Nicolás, el familiar más querido por Manolito, es quien siempre aconseja a su nieto o le echa un cable y por eso es apodado Superpróstata. El Hogar del Pensionista al que acude el abuelo y que la autora menciona en los libros bien podría ser uno de los cinco Centros Municipales de Mayores que tiene Carabanchel: CMM San Vicente de Paúl, CMM Roger de Flor, CMM Tierno Galván, CMM Francisco de Goya o el CMM Monseñor Óscar Romero.

El primogénito de los García Moreno se llama así por su padre, Manolo, y por el camión, también llamado Manolo, en el que Manolo padre se pasa en la carretera de lunes a viernes haciendo portes hasta que vuelve los fines de semana a Carabanchel. Una Navidad, promete a Manolito y a su hermano darles una vuelta con el camión para ver las luces del centro. Si, a día de hoy, supieran que los alumnos madrileños pueden participar a través de un concurso escolar para realizar el diseño de la iluminación navideña, Manolito y su hermano serían los niños más felices “del mundo mundial”.
Manolito se pega los veranos en Carabanchel, a base de helados, siestas y repaso por haber suspendido matemáticas. Ahora podría ir a la Sala de estudio Oporto, y a las Bibliotecas Públicas Municipales Ana María Matute y La Chata porque, aunque sea “un rollo repollo” estudiar en verano, al menos podría darse un garbeo entre libro y libro.
Sin duda, tanto Manolito como sus amigos, el Orejones López, Yihad, Susana Bragas-Sucias, Mostaza, Jessica la ex gorda, Paquito Medina y Melody Martínez estarían encantados de ir juntos a las actividades extraescolares del Centro Juvenil Carabanchel Alto, o de alguno de los cinco centros culturales del distrito: San Francisco La Prensa, García Lorca, Oporto, Fernando Lázaro Carreter y Blasco Ibáñez, que les harían olvidar la televisión y les convertirían en unos niños creativos, unos auténticos niños de película, como dice la sita Asunción, la profesora del protagonista.
La familia García Moreno podría coger la línea 35 de la EMT para ir al centro, “donde están los famosos” y uno de los comercios centenarios de la ciudad, Almacenes Pontejos, establecimiento premiado este 2025 con la Medalla de Madrid y al que van a comprar un cuerno para la trenca de Manolito, en una de las primeras aventuras relatadas por Elvira Lindo sobre este carabanchelero.

Una antigua tradición en la familia de los García Moreno es bailar la conga en las fiestas de Carabanchel, festejos que se han convertido en lugar de encuentro de todos los madrileños por San Isidro, el patrón de la ciudad. La programación de este año trajo al futbolista Dani Carvajal como pregonero. Manolito dice que “si uno vive en Carabanchel Alto y no es del Real Madrid, mejor que calle para siempre o que se vaya a vivir a otro sitio”. Aunque realmente sea una “mentira podrida” en las que el pequeño se refugia, porque Manolito no se interesa por el fútbol profesional. De hecho, el pequeño es capaz de animar a cualquier equipo de dentro y de fuera de la ciudad.
Colores aparte, a él lo que le encanta es jugar en el parque a hacer paradones con sus amigos y su hermano, al que cariñosamente llama el Imbécil. Su eterno compañero de juegos y de aventuras, de broncas y de castigos, el coprotagonista de esta saga de la “madrileña de Cádiz” Elvira Lindo, como se definió la escritora al dar el pregón de las fiestas de San Isidro en 2019.
Imágenes de las fiestas de San Isidro, de la autora Elvira Lindo y de la parada de metro de Carabanchel Alto
En lugar del parque de El Ahorcado que aparece en los libros, en el barrio de la Fortuna tienen la suerte de contar con el parque lineal Manolito Gafotas, que se encuentra actualmente en plena remodelación. Entre diferentes zonas deportivas y de esparcimiento, dispondrá de un espacio para jugar a la petanca, que encantaría al abuelo Nicolás, campeón durante varios años en el barrio, y hasta habrá una pista de baile, con la que seguro alucinaría Chirli, la hermana menor y última incorporación a la familia García Moreno, loca por las coreografías de las grandes divas del pop.
Fotos del parque lineal Manolito Gafotas pre-remodelación
Un parque que a principios de 2026 será más verde y accesible, con áreas de juegos infantiles y de ejercicios para mayores, dos sendas peatonales y una ciclista, además de merenderos con sombra. Un parque donde merendar porras recién compradas en churrerías del barrio, donde jugar con tus compañeros de colegio y vecinos hasta que llegue la hora de volver a casa o donde simplemente sentarse en un banco con tu hermano y tu abuelo a comer helado. Porque, como diría Manolito si se enterase, tener un parque con tu nombre en tu barrio, Carabanchel (Alto), “mola un pegote”.
