A veces, el paso del tiempo conlleva silenciosos cambios que pueden afectar al bienestar de las personas. Aquí es donde la tecnología y, en particular la Teleasistencia, se ha convertido en una herramienta discreta pero esencial en los hogares madrileños. Este servicio conforma una red popular consolidada de apoyo y compañía entre los mayores, de la que se beneficiaron el pasado año más de 150.000 usuarios, de los cuales el 73% eran mujeres de más de 80 años con riesgo social leve que, en la mitad de los casos, vivían solas.
Gratuita para mayores de 88 años desde 2025, la Teleasistencia no ha dejado de incorporar en su larga trayectoria soluciones tecnológicas avanzadas para que las personas mayores de 65 años y menores de esa edad con dependencia reconocida puedan permanecer el mayor tiempo posible en sus domicilios con la tranquilidad y seguridad de que siempre hay alguien tras la popular ‘medalla’ (el tradicional colgante botón rojo), o el reloj inteligente con botón SOS, por ejemplo, velando por ellos. Tranquilidad también para su entorno más cercano, ya que las nuevas incorporaciones tecnológicas permiten, por ejemplo, detectar un descenso de la actividad física, una menor interacción social, cambios en los horarios del sueño, síntomas todos de que algo no va bien y profundizar en el porqué.
De ahí la importancia de esa llamada afectuosa para ver cómo se encuentran e indagar con calidez si todo va bien y, sobre todo, que les recuerda que no están solos en un momento en el que ‘compañía’ es una palabra casi mágica. Porque hablar de Teleasistencia no es hablar de un mero recurso de emergencias, sino también de acompañamiento, de hacerles sentir que no están solos y que tienen a alguien preocupado por ellos.
Cada día más demandada y mejor valorada
La Teleasistencia domiciliaria es un servicio municipal indiscutible de acompañamiento y seguimiento consolidado que, desde su puesta en marcha hace más de tres décadas, no ha parado de evolucionar y crecer. Y lo seguirá haciendo porque cada día es más necesario, demandado y está mejor evaluado. Según la encuesta de satisfacción del pasado año, los usuarios conceden a la Teleasistencia Avanzada municipal una nota media de 9,5 sobre 10. El 90 % afirma sentirse más seguro con esta prestación y el 73 % reconoce que le ha ayudado a permanecer en su domicilio.
Para hacerse una idea del volumen de este recurso, algunos datos que lo ilustran bien: en 2024 se realizaron más de cuatro millones de llamadas de control y se atendieron 1,2 millones de llamadas de los usuarios. Igualmente se llevaron a cabo más de 225.000 desplazamientos de apoyo domiciliario ante situaciones de emergencia y más de 35.000 visitas de seguimiento, asesoramiento e intervención psicosocial.
Solicitarla es sencillo. Basta con llamar al 010 o al teléfono del mayor (900 111 065) o dirigirse presencialmente al centro de servicios sociales más cercano.
En continua evolución
Concebida en sus inicios como un servicio de ‘telealarma’, que funcionaba en situaciones de emergencia, con los años ha ido cambiado su filosofía hasta convertirse en lo que es hoy: un recurso esencial de acompañamiento a los mayores para facilitar que puedan permanecer con calidad de vida en su propia casa, sintiéndose independiente para desarrollar una vida plena.
Fue en 2003 cuando se universalizó el servicio y se simplificaron los trámites, estableciendo un modelo de gestión que permitía que los mayores madrileños pudieran tener Teleasistencia simplemente llamando al 010. En aquel entonces, junio de 2003, había instalados 17.562 dispositivos, una cifra que, en apenas año y medio, a finales de 2004, se disparó hasta superar los 50.000 y hoy, dos décadas después, alcanza los 150.000.
Ese incremento de usuarios ha ido en paralelo con un aumento de las prestaciones. De esa ‘telealarma’ inicial con los años se pasó a, por ejemplo, ofrecer ayuda inmediata en caso de emergencia, recordar las citas médicas o la hora de tomar la medicación. Y una década más tarde, después de la llegada de la pandemia y sobre todo desde 2023, la Teleasistencia ha seguido ampliando su cobertura y evolucionando gracias a la tecnología y la digitalización. Actualmente, cada usuario puede elegir el dispositivo que mejor se adapte a sus necesidades. Ya no es solo ‘la medalla’, el tradicional colgante que portan más de 98.000 personas sino también el reloj inteligente con botón SOS y geolocalización, que permite que el servicio funcione fuera de casa y de los cuales, en febrero de este año, se habían entregado más de 3.000 unidades, o las pulseras que llevan 24.200 personas y que aúnan la funcionalidad del medallón y el sensor detector de caídas.
Pero hay mucho más. Con la digitalización, la Teleasistencia Avanzada ofrece asimismo la posibilidad de instalar en los hogares aparatos que puedan dar la voz de alarma si se produce una emergencia, reforzando así el sentimiento de seguridad tanto de usuarios como de familiares y cuidadores. En esta línea, se han instalado más de 18.000 dispositivos, entre ellos 12.600 detectores de humo y 5.000 de gas. 487 personas cuentan en sus hogares además con detectores, denominados de rutina y de patrones de comportamiento, que se colocan en las puertas de la habitación o la nevera y que lanzan un aviso cuando el usuario no se ha levantado o no ha realizado una tarea importante como acceder a la cocina o al baño.
Mucho más que avances tecnológicos
Son importantes avances tecnológicos que no solapan el factor humano. Porque la Teleasistencia Avanzada continúa siendo principalmente un servicio social de cuidados y de apoyo personalizado, por lo que sigue contemplando los programas y protocolos orientados a garantizar el bienestar de los usuarios como son los de salud mental, duelo o prevención del deterioro cognitivo, la soledad no deseada o el suicidio. Al tratarse de un servicio de 24 horas puede ofrecer una respuesta adecuada a las necesidades sociales, de soledad o emergencia de los usuarios, incluida la movilización de recursos sociosanitarios si es necesario, o el aviso de riesgos en olas de frío o de calor.
Los usuarios con discapacidad disponen ya de equipos adaptados: se han concedido 1.139 dispositivos que garantizan la accesibilidad del servicio (terminales que se activan por voz o soplido, adaptadores para pulsadores que tienen más sensibilidad, iluminación inteligente, lazo inductivo y teléfonos con teclas grandes, entre otros) y se han instalado 23 dispositivos de apertura de puertas en remoto a personas con movilidad reducida. Igualmente 180 personas se benefician ya de la telemonitorización de constantes vitales y dispensadores de medicación (mediante llamadas y videoconferencia).
El año pasado se puso en marcha un proyecto piloto que facilitó dispositivos de Teleasistencia Avanzada a siete usuarios del Centro de Acogida San Isidro para recibir apoyo en adquirir las rutinas necesarias para el adecuado funcionamiento de los equipos. La experiencia está teniendo muy buena acogida, pues los usuarios han alertado de caídas en la calle y se han podido atender a citas y avisos mediante la aplicación.
Si quieres saber más, tienes toda la información pinchando en este enlace. En el Servicio de Teleasistencia del Ayuntamiento de Madrid. También en los Centros de Servicios Sociales