El Espacio Cultural Serrería Belga, en pleno corazón de Madrid, acoge hasta el 30 de marzo la exposición Revista Afal: Pequeña y libre. Esta muestra nos transporta a la historia de una publicación que, en plena posguerra, revolucionó la fotografía española en las décadas de 1950 y 1960. Además de recoger imágenes de los fotógrafos más representativos también dedica un espacio a las pocas mujeres que participaron en la revista, lo cual resulta sorprendente, considerando su escasa presencia en las manifestaciones culturales durante esos años.

Detrás de esta iniciativa está la historiadora y comisaria de la exposición, Laura Terré, quien ha dedicado su carrera a rescatar el legado de importantes fotógrafos, entre ellos los miembros del Grupo Afal. “Llevo trabajando en esto desde hace 40 años. Al principio costaba que hubiera un interés, pero con el tiempo se ha reconocido la relevancia que tuvo en su momento”, explica. Su vínculo con Afal es también personal: es hija del fotógrafo Ricard Terré, miembro del grupo. “Quizás si yo no llego a hacer la investigación, muchas cosas se hubieran perdido”, reflexiona. Más allá de su conexión familiar, Terré tuvo la oportunidad de conocer a los protagonistas de la revista. “Asistí a la primera reunión en la que, por primera vez, se reunieron todos los miembros de la revista Afal en 1991”, cuenta con entusiasmo.

El fotógrafo Ricard Terré con su hija Laura en 2006. (c) Roser Vilallonga
El fotógrafo Ricard Terré con su hija Laura en 2006”. Foto (c) Roser Vilallonga

Aunque la publicación dejó de editarse, su espíritu permaneció vivo y sus integrantes continuaron en contacto. Ahora, con esta exposición, Terré, rescata todas las ediciones de la publicación para recordar el legado del colectivo Afal y la transformación que supuso para la fotografía en nuestro país.

Afal, un milagro cultural

Fundada en 1956 en Almería por Carlos Pérez Siquier y José María Artero, la revista Afal se convirtió en un refugio para fotógrafos jóvenes, con pocos medios y muchas ganas, de 17 a 35 años, que buscaban una mirada propia y libre en un contexto de censura. Durante siete años y con 36 números publicados, la revista sirvió como punto de encuentro para los ‘inquietos’ de ese momento en España. Su objetivo principal era formar un grupo donde pudieran compartir sus inquietudes sobre fotografía y cinematografía. “La revista Afal en ese momento de España fue un milagro”, indica Laura.

La Chanca © Carlos Pérez Siquier
La Chanca © Carlos Pérez Siquier

Lejos de compartir un único estilo, los miembros de Afal coincidían en reflejar la realidad, la cotidianidad de cada día. “Los fotógrafos de Afal dirigieron su mirada hacia el mundo, para representar la sociedad española de la posguerra”, enfatiza. Rechazaban la excesiva composición y las poses preparadas. En palabras de Pérez Siquier, “se trataba de saber ver lo insólito para mostrarlo a los demás”.

Conscientes de la importancia de darse a conocer para llegar a todos los ‘inquietos’ enviaron la revista a diversas agrupaciones fotográficas, como la Real Sociedad de Madrid, la Agrupación Fotográfica de Cataluña y demás asociaciones españolas. Sin embargo, su ambición iba más allá: querían trascender fronteras y conectar con los principales centros culturales internacionales para difundir la fotografía española. Así, llevaron su proyecto a París, Nueva York y México, entre otros.

Afal también tuvo una relación especial con Madrid. La impresión de su anuario se realizó en la capital y varios de sus colaboradores se establecieron aquí, en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid. “Este núcleo incluía a Paco Gómez, Gonzalo Juanes y Gabriel Cualladó, entre otros. Ellos mismos se denominaron, el grupo La Palangana”, explica Terré. En sus tertulias discutían la selección de fotografías para las exposiciones de Afal y compartían sus conclusiones por carta con el grupo de Almería.

Exposición sobre el legado de Afal

Ahora, su legado resurge en la sala de exposiciones del Espacio Cultural Serrería Belga con la exposición Revista Afal: Pequeña y libre. La muestra, dirigida para todos los públicos, presenta, por un lado, las 36 ediciones de la revista originales y, por otro, imágenes de algunos de los fotógrafos más representativos, como Carlos Pérez Siquier, Francisco Gómez, Jesús Aguirre, Joan Colom, Gabriel Cualladó, Ramón Masats, Xavier Miserachs, Oriol Maspons, Nicolás Muller, Francisco Ontañón, Leopoldo Pomés, Alberto Schommer, Ricard Terré y Julio Ubiña.

Sección de la exposición
Sección de la exposición

Una oportunidad única para descubrir fotografías icónicas como el retrato de Salvador Dalí realizado por Xavier Miserachs, las escenas del barrio almeriense de La Chanca captadas por Pérez Siquier, o las impactantes fotografías de la Semana Santa de Ricard Terré y Julio Ubiña.

Además, rescata “la historia, las dificultades económicas, y todos aquellos elementos contexto para poder entender este fenómeno”, afirma la comisaria.  Y, por último, busca inspirar a los jóvenes de hoy en día. “Estos fotógrafos se encontraron sin medios ni apoyos, pero lograron crear una red cultural que trascendió fronteras. Hoy en día tenemos tecnología y herramientas a nuestro favor. Esta muestra es un recordatorio de que, con pasión y coraje, las dificultades pueden superarse”, concluye Laura Terré.

Cinco mujeres en la Revista Afal 

Además, la exposición dedica un espacio a las cinco mujeres que participaron en la revista que, a pesar de ser pocas, dejaron una huella trascendental en la publicación. Para entender su importancia, hay que situarse en el contexto de los años 50 en España, cuando las mujeres estaban totalmente apartadas del mundo de la cultura. Te contamos un poco más sobre ellas:

  • María Laffitte y Pérez del Pulgar, condesa de Campo Alange, escritora y defensora de los derechos de las mujeres, publicó el artículo “De Altamira a Hollywood, metamorfosis del arte”.
  • Rosa de Loz Biard, fotógrafa belga, fue la única mujer y la mejor valorada de una exposición itinerante por España de jóvenes fotógrafos belgas organizada por Afal. Una fotografía suya ilustra la portada del número 16 de la publicación.
  • Ana Fox Male, saxofonista alemana y portada del número 29 de la revista, escribió un artículo sobre la película 𝘚𝘩𝘢𝘥𝘰𝘸𝘴, dirigida por John Cassavetes.
  • Ruth Lechuga, fotógrafa mexicana de origen austriaco, fue la única mujer que expuso en España en la muestra del grupo La Ventana de México organizada por Afal. La revista destacó su trabajo, por encima del de sus compañeros, publicando dos de sus fotografías y una crítica muy elogiosa.
  • Esther Tusquets, editora y escritora, intercambió varias cartas con Afal en marzo de 1963 con el fin de presentar los libros de la colección Palabra e Imagen en la revista. Desgraciadamente, no hubo tiempo para llevar a cabo el proyecto.

La entrada es gratuita y libre hasta completar aforo. Se podrá visitar hasta el 30 de marzo, de martes a viernes de 11:00 h a 20:00 h, sábados de 12:00 h a 20:00 h y domingos de 12:00 h a 18:00 h.