A un visitante que llegue por primera vez a la capital y descubra Madrid Río —con sus amplias zonas verdes, áreas de juego infantiles o carriles bici— le resultará casi imposible imaginar que, hasta hace poco, los márgenes del Manzanares eran prácticamente inaccesibles. Hasta principios de los años 2000, este enclave estaba dominado por el tráfico y había quedado relegado a un segundo plano en la vida de los madrileños. ¿Cómo pasó de ser un espacio olvidado a uno de los grandes pulmones verdes de Madrid?

El soterramiento de la M-30: el primer paso hacia la transformación

Vista aérea del Río Manzanares a la altura de las huertas situadas donde se levantaría el Estadio Vicente Calderón. Madrid, 1954
Vista aérea del Río Manzanares a la altura de las huertas situadas donde se levantaría el Estadio Vicente Calderón. Madrid, 1954

Aunque el río Manzanares había sido un punto de referencia en siglos anteriores, durante décadas fue más un espacio funcional que un lugar de encuentro. El enclave que actualmente se conoce como Madrid Río es el tramo del Manzanares que se encontraba encajonado por la M-30, construida en los años 70 para descongestionar el centro de Madrid. Sin embargo, su ubicación junto al río entrañaba consecuencias importantes: más allá de la falta de atractivo y el impacto ambiental, suponía una fractura entre los dos lados de la ciudad y cortaba el flujo peatonal.

Entre 2003 y 2007, el Ayuntamiento de Madrid ejecutó el proyecto de soterramiento de la M-30 en el tramo que coincide con el Manzanares. El ingeniero Manuel Melis, recientemente fallecido, fue el responsable de dirigir estas obras, consideradas el proyecto de transformación urbana más importante de la ciudad en este siglo. En su honor, el pasado mes de enero el Ayuntamiento de Madrid dio su nombre al Centro de Control de Túneles de Madrid Calle 30.

No hay persona que haya contribuido más desde el ámbito de las infraestructuras a la transformación extraordinaria de Madrid

Almeida, en el acto de homenaje a Manuel Melis

Puente de Segovia en 2005. Inauguración del soterramiento de la M-30 en 2007. Almeida, Ruiz Gallardón, García Romero y Niño en el homenaje a Manuel Melis

El nacimiento de un gran parque urbano

Con la M-30 fuera de la vista (y del oído), quedaba una pregunta: ¿qué hacer con todo el espacio liberado?

En 2005, el Ayuntamiento de Madrid impulsó un concurso internacional de ideas para reurbanizar la zona. El proyecto ganador fue Madrid Río, diseñado por un equipo dirigido por el arquitecto Ginés Garrido. Entre 2007 y 2011, lo que antes era asfalto y coches se convirtió en un gran pulmón verde de 120 hectáreas y 10 kilómetros de longitud. Un parque que no solo cambió el paisaje, sino también la forma en la que los madrileños se relacionan con su río. Se plantaron más de 33.600 árboles, 470.000 arbustos y 210.000 metros cuadrados de praderas, se construyeron 33 pasos peatonales y se diseñaron áreas de ocio, deporte y descanso.

Con los años, Madrid Río ha seguido evolucionando con nuevas intervenciones. Por citar un caso relativamente reciente, en julio de 2021, el parque se expandió gracias a la creación de una senda peatonal y ciclable de 1,4 kilómetros que conectaba Madrid Río con el Parque Lineal del Manzanares. Esta nueva vía incluía una pasarela de madera sobre el río y permitía recorrer hasta diez distritos a pie o en bicicleta, desde Fuencarral-El Pardo hasta Villa de Vallecas.

La última pieza del puzle: el ámbito Mahou-Calderón

 A pesar de los avances, aún quedaba una última pieza clave para completar la continuidad de Madrid Río: las obras en el tramo restante que discurría por debajo de la tribuna del antiguo estadio Vicente Calderón. Entre 2021 y 2023, se llevaron a cabo las obras de cubrimiento de la M-30 en este ámbito y, posteriormente, sobre esa cubierta, se creó el espacio de 67.000 m² que dota de continuidad ambiental, peatonal y paisajística a este nuevo eje verde de la ciudad.

De izquierda a derecha: El antiguo Vicente Calderón en 1979. Obras de derribo del estadio en 2020. Almeida inaugura la culminación de Madrid Río, diciembre de 2024.

El pasado mes de diciembre, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, inauguró el nuevo espacio verde construido sobre el cubrimiento de la M-30 en el ámbito Mahou-Calderón, marcando la culminación definitiva del proyecto Madrid Río. Esta última intervención ha permitido unir de forma continua las áreas norte y sur del parque, mejorando la conectividad peatonal y paisajística.

Uno de los hitos más simbólicos de esta fase ha sido la creación del Parque del Atlético de Madrid, ubicado donde antiguamente se encontraba el estadio Vicente Calderón. Con esta intervención, el Ayuntamiento ha querido preservar la memoria del histórico recinto, integrándolo en el nuevo paisaje urbano.

Una vez finalizadas las obras de Madrid Río, el Ayuntamiento va a construir una pasarela peatonal sobre el río Manzanares que conectará el distrito de Carabanchel con el de Arganzuela, dando así respuesta a una histórica demanda vecinal. El Área de Obras y Equipamientos redactará el proyecto en 2025 para que las obras, previsiblemente, puedan comenzar a finales de este año.

Lo que antes era una barrera gris hoy es un espacio lleno de vida. Madrid Río no es solo un parque, es un símbolo de cómo las ciudades pueden recuperar su entorno natural y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Imágenes de Madrid Río en la actualidad