María Esteve pone ilusión a todo lo que hace, ya sea actuando en una película, una serie, sobre un teatro o dirigiendo la Fundación Antonio Gades, que preside desde hace casi 20 años. Esta actitud la define y le ha permitido vivir de lo que más le gusta, la cultura, y tener una carrera que celebra ahora con el premio Puente de Toledo, de la 43ª edición de la Semana de Cine Español de Carabanchel, que encara ahora su recta final.
Ese reconocimiento llega un año después de que el director Fernando Colomo, quien la dirigió en Cuarteto de la Habana, recibiera el mismo galardón. Colomo no quiso perderse la gala donde estuvieron otros amigos de profesión de la actriz como Alfonso Albacete o la actriz Natalia Verbeke. “Hemos crecido juntas en este oficio, cada día estábamos viviendo una vida nueva que muchos de nuestra edad no conocían”, recuerda de su compañera en El otro lado de la cama, Días de fútbol, El juego de la verdad y en series como Doctor Mateo.
María Esteve durante la Gala Inaugural de la Semana del Cine Español de Carabanchel, junto a Natalia Verbeke, Fernando Colomo y Alfonso Albacete
“Jamás pensé que fuese a amadrinar esta Semana del Cine Español después de ver los padrinos y madrinas que ha tenido. Ha sido un verdadero honor”, reconoce María, que define el festival como la antesala de los Goya. Así, Esteve se suma a una lista de premiados en la que están actores como Ángela Molina, Javier Gutiérrez, Julieta Serrano o Marisa Paredes, entre otros.
Esteve cumplió 50 años hace menos de un mes, pero tiene detrás de sí una carrera muy larga que ha forjado para demostrar que es digna hija de su padre, Antonio Gades, y su madre Pepa Flores. Por algo Yolanda Flores durante la gala aseguró que María “nació de la cultura”.
Empezó en el cine con Más que amor, frenesí, del director Alfonso Albacete, con quien volvería a coincidir en la película Atómica. Después de su estreno continuó con películas como Nada en la nevera, que le valió la nominación a los Goya como actriz revelación, y se coló en todas las casas españolas con El otro lado de la cama, de Emilio Martínez Lázaro, con la que obtuvo su segunda nominación a los Goya en la categoría de actriz de reparto.
Compromiso con la cultura
María Esteve se define como una persona activa, creativa y sobre todo muy comprometida con la cultura. “Creo que la cultura y el entretenimiento se mezclan. Las personas necesitan alegrías y eso te lo da las películas, los conciertos, los teatros…”, afirma.
La cultura, según ella, nos conecta con nuestras raíces y fomenta el libre pensamiento, razones por las que considera fundamental proteger el patrimonio cultural. Una labor que viene haciendo desde hace dos décadas, a través de la danza, con la fundación que lleva el nombre de su padre, el mítico Antonio Gades. “Tengo un gran compromiso con la danza, con el teatro”, afirma la actriz, y reconoce que ese compromiso no le cuesta porque disfruta de lo que hace, “luchar toda la vida por algo en lo que crees te tiene que gustar”.
Defensora también del cine y de apostar por el talento, María pone en un altísimo valor los cortometrajes, protagonistas también de esta semana. “En los cortos se trabaja muchas veces con ausencia de medios, que se compensa con ilusión, por eso son muy importantes los premios económicos”, como los que da el certamen. Y destaca que es muy bonito ver como la gente se involucra en los cortos. “Hay momentos en el mundo del corto que es volver a jugar. Volver a hacer lo que tú quieres cuando tú quieres. Hay mucha ilusión”.
Actriz de Madrid
María tiene una relación especial con Madrid, ciudad que ha sido tanto su hogar como su plató. Recuerda con cariño los rodajes nocturnos en calles cerradas para ellos y rincones que han ido cambiando con el tiempo. “Madrid cambia mucho y lugares que eran conocidos para ti ya no existen”, dice mientras se acuerda del antiguo aparcamiento de Santo Domingo donde grabó el número musical de Los dos lados de la cama. Para ella, el cine cuenta a través de las historias cómo éramos, cómo vivíamos y deja un archivo para el futuro.
Esos mismos barrios también le traen recuerdos cuando se pone a hablar de sus inicios como actriz. “En Lavapiés o en la Plaza Mayor nos juntábamos actores como Elena Anaya, Tristán Ulloa o Gustavo Salmerón y tantos que empezábamos con ilusión a creer que éramos actores”.
Madrid ofrece muchas oportunidades culturales asequibles y de muchísima calidad
Además, cuenta que siempre aprovecha la oferta cultural de la ciudad, “Madrid ofrece muchas oportunidades culturales asequibles y de muchísima calidad”, dice y alaba el dinamismo cultural de los distritos madrileños, que son “la esencia de Madrid y apuestan por la vida vecinal. Hay un ambiente mucho más cercano para la cultura”.
Retos futuros
Pocas cosas le quedan por hacer, aunque deja claro que no le da miedo saltar al vacío. Lo último, se ha salido del guion y la veremos cosiendo en el reality Maestros de la costura, una experiencia nueva para “forzar su creatividad y conocerse mejor”.
Antes de lanzarse a nuevos retos tiene claro que hay que ser humilde y, como le enseñó su padre, pensar que “nunca uno sabe nada”. Si bien reconoce que, si un día llega el momento en que se sienta preparada y tenga una historia concreta que contar, será el motor que le impulse a dirigir.
Este 2025 promete ser emocionante para la actriz, con dos proyectos cinematográficos en camino. Primero, Viaje de fin de curso, dirigida por Paco Caballero, y después viviremos un reencuentro con el estreno de Todos los lados de la cama, dirigida por Samantha López Speranza. “Encontrarnos y volver a bailar ha sido maravilloso”, dice la actriz.
Con una carrera marcada por la pasión, el talento y el compromiso, María Esteve sigue demostrando que su legado en el mundo de la cultura y el cine español está más vivo que nunca.