Hay cosas que se pueden contar: 1.200 kilos de caramelos, 1.500 personas en la comitiva real, 260 pajes reales, 10.500 plazas para presenciar la magia.

Pero son muchas más las que no tenemos manera de medir: la ilusión de los niños por presenciar escenas que creían que solo existían en los cuentos, la sonrisa de quienes se reencuentran con las tradiciones de su infancia, la esperanza de los que desean con todas sus fuerzas lo mejor para este año que empieza.

No podemos cuantificarlo, pero hay mucho de todo eso cada cinco de enero en las calles de Madrid. Ese día, los Reyes Magos afrontan la recta final de su largo viaje y se preparan para visitar a los madrileños en esa mágica noche del año en la que los deseos se hacen realidad.

En una tradición, tan hermosas son las partes reconocibles que se repiten y que nos permiten reconectar como esas otras que, al variar, hacen que la costumbre se mantenga viva y adaptada al tiempo actual. Por eso este desfile, cada vez más accesible, tendrá una estética victoriana que lo hará memorable y diferente de los anteriores. Las carrozas de sus majestades recordarán a esos juguetes peculiares y asombrosos con detalles cuidados que llevan embelesando a niños y mayores desde finales del siglo XIX. Los pajes lucirán en sus trajes bordados y texturas exquisitos. También habrá espacio para el asombro en el resto de la comitiva, que exhibirá las disciplinas artísticas más dispares y transportará a los espectadores a lugares oníricos y fascinantes.

¿Qué va a ocurrir esa noche?

El cortejo real esconde numerosas sorpresas que están reservadas para las personas que las encuentren a su paso o las muchas que lo disfrutan cada año a través de la televisión (se retransmite por Telemadrid y RTVE a un público internacional). Pero podemos adelantarte algunas pistas…

Aunque será una noche muy gata, no hay que olvidar que Melchor, Gaspar y Baltasar han recorrido tierras extranjeras hasta llegar aquí, y por eso el evento tendrá muchos guiños internacionales. Hasta cinco compañías de fuera de nuestras fronteras participarán en los distintos espectáculos y puestas en escena que amenizarán las nueve carrozas que acompañarán a las tres reales. La magia arrancará sobre las 18:00 en la plaza de San Juan de la Cruz (entre Gregorio Marañón y Nuevos Ministerios) con la actuación de los sbandieratori florentinos de Bandierai degli Uffizi, que realizarán acrobacias con grandes banderas. A continuación, la Estrella de Oriente hará su aparición, acompañada de siete ángeles, para anunciar la inminente llegada de los monarcas. La comitiva recorrerá desde allí el paseo de la Castellana y tardará algo menos de tres horas en llegar a la plaza de Cibeles. En ese tiempo ocurrirá la magia: animales mecanizados, criaturas fantásticas, máquinas voladoras, muñecos africanos… No faltarán los que trabajan durante todo el año para hacer de Madrid una ciudad más segura y acogedora. La Policía Municipal exhibirá su Escuadrón de Caballería y su Banda de Música, y el Cuerpo de Bomberos hará desfilar algunos de sus vehículos más emblemáticos. Algunos niños reconocerán los autobuses Naviluz a bordo de los cuales han disfrutado de la iluminación navideña de la ciudad. También habrá unidades del SAMUR-Protección Civil y del SAMUR-Social y representantes de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Mientras aguardan la llegada de Sus Majestades, los espectadores podrán divertirse con las propuestas de los distintos patrocinadores del evento, compañías que sorprenden cada año con su creatividad.

Imágenes de archivo de la cabalgata de Reyes de 2024

Por fin, otra cohorte de ángeles precederá el momento más esperado. Melchor llegará a bordo de un majestuoso barco que recuerda al arca de Noé y navegará entre un oleaje de luces, sonidos hipnóticos y criaturas marinas. Gaspar lo hará a bordo de un enorme pájaro mecánico y acompañado de máquinas voladoras inspiradas en las novelas de Verne y muchos otros personajes y elementos que celebran la naturaleza. La carroza de Baltasar será una imponente tortuga que simboliza la experiencia y la serenidad de la edad como homenaje a nuestros mayores. Un desfile de universos que despertarán los sentidos de los más pequeños y les aportarán imágenes y sensaciones que los acompañarán mucho tiempo.

Las personas que esperen en Cibeles (la mitad de los asientos de este escenario están reservados para niños hospitalizados, menores en acogida y personas con discapacidad) podrán disfrutar de un espectáculo circense, un concierto musical que utiliza basura reciclada y una coreografía a cargo del cuerpo de baile oficial de la cabalgata. Posteriormente, podrán escuchar con emoción los discursos de Melchor, Gaspar y Baltasar. ¿Qué palabras nos dedicarán este año estos tres personajes en cuyas manos los pequeños han depositado todo su entusiasmo? El cierre de la noche será un gran castillo de fuegos artificiales que resonará al ritmo de la conocida pieza El Mesías, de Haendel.

Sin duda se trata de una programación a la altura de la ilusión de la infancia. Una tarde para compartir con los que tenemos al lado, para aprender de otras generaciones, para reencontrarnos con el niño que llevamos dentro y —¿por qué no? — para volver a creer en la magia.