El Museo de Historia de Madrid, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte, acoge la exposición antológica Madrid años 60, la mirada de Alcoba, hasta el próximo 8 de diciembre, que se puede visitar en la sala de exposición permanente. El archivo fotográfico de imágenes de Madrid realizadas por Antonio Alcoba López en los años 60 del siglo XX, una década de plena transformación de la ciudad que el fotoperiodista capturó y documentó en sus instantáneas.
Las nuevas modas, los eventos, las fiestas, la música y el deporte junto a otros oficios tradicionales más modestos, quedaron registrados en los negativos del fotoperiodista. Todo esto, junto a objetos icónicos de la época como cámaras fotográficas antiguas, tocadiscos, una antigua barquillera y maquetas de los edificios España y Torre de Madrid, se pueden ver en este espacio hasta el próximo 8 de diciembre.
Itinerario temático
Un seiscientos llama nuestra atención y nos da la bienvenida desde el exterior, a la entrada del museo. Franqueando el maravilloso pórtico barroco accedemos a la sala. La muestra se divide en seis espacios temáticos que testimonian la vida cotidiana de los madrileños, el progreso económico, las obras, el colapso del tráfico, los contrastes de los oficios tradicionales con las fórmulas de venta de la nueva sociedad de consumo, el ambiente festivo, la moda, el pop y el deporte.
Cubiertas de periódicos y revistas para los que colaboraba Alcoba nos reciben junto a una vitrina en la que se exhiben cámaras fotográficas antiguas. Algunas de ellas, rotuladas con el apellido del fotoperiodista, dan cuenta de su pertenencia. Todos estos fetiches, junto a los premios que recibió por sus trabajos, componen el primer capítulo de la muestra.
¿Madrid ha cambiado mucho desde entonces? Sí y no
En el segundo espacio, ‘Madrid, años 60’, se toma el pulso de la vida cotidiana de la ciudad, con desfiles, procesiones, tráfico y transporte. Imágenes de terrazas repletas de gente en cafeterías prestigiosas que hoy ya no existen, en contraste con otras en las que las mesas y sillas aparecen vacías. El templete con marquesina de la antigua estación de metro de la Red de San Luis, hoy ha sido fielmente reproducido en la estación de Gran Vía.
La movilidad tenía sus avatares, muy reconocibles en la escena de un “guardia urbano a la caza de multas”, pescando in fraganti a un seiscientos en doble fila en la calle Alberto Aguilera. Imágenes que presentan el caos del tráfico en las calles −en eso no hemos cambiado mucho−, un biscúter circulando por una calzada adoquinada y la Plaza Mayor con coches aparcados. Afortunadamente, este emblemático lugar del centro de la Villa hoy es inaccesible a los coches.
¿Qué obra nos traes hoy?
Un tercer espacio expositivo, titulado ‘Madrid en obras’, muestra la fiebre de trabajos e intervenciones que experimentó la capital con la construcción de plazas y todo tipo de equipamientos, restauración de monumentos, levantamiento del Scalextric de Atocha, las obras de la M-30 a su paso por Las Ventas y reemprender la edificación de la inacabada catedral de la Almudena.
Alcoba iba de acá para allá en busca de socavones y otras incidencias urbanas, tomando fotografías que luego vendía a los diarios (Arriba, Informaciones, Madrid, Pueblo). Entonces, el gremio periodístico era muy crítico con las obras del Ayuntamiento, porque se eternizaban. En esas ocasiones, los redactores jefes le preguntaban: “¿Qué obra nos traes hoy?”. Y exclamaban: “Pero… ¿todavía están con esta obra, Antonio?”.
Del Baby Boom al Apolo XI
En la sección ‘Gentes modernas, escenas matritenses’ contemplamos la evolución en la vida de los madrileños, la bonanza económica, los contrastes entre los oficios tradicionales y la nueva modernidad, chabolas al lado de edificios colmena en el barrio de la Concepción y el gran consumo que se abría paso en la sociedad.
El interior de los almacenes SEPU atestado de gente en Navidad, nos ilustra sobre las nuevas formas de consumo en la época del Baby Boom. “Plazos sí, Plazos no, como vd. Quiera”, eran reclamos que promocionaban las nuevas formas de compra con facilidades de pago para las familias, de una urbe en crecimiento en la que se popularizó el uso de los electrodomésticos. El aumento de la población por el éxodo de las gentes del campo a la ciudad trajo consigo la masificación, prueba de ello son las imágenes del gentío que acudía a la piscina del Parque Sindical huyendo de los rigores del verano, o bien a darse un chapuzón en el Manzanares.
Otras estampas muestran el quehacer de personajes pintorescos ejerciendo oficios tradicionales de las calles como afiladores, limpiabotas, guardacoches, organilleros, paragüeros y, si nos remontamos a otros más ancestrales, aguadoras y lavanderas en la ribera del Manzanares.
Alcoba también tuvo ocasión de inmortalizar la visita de los astronautas del Apolo XI que, tras su célebre paseo por la luna, en su gira visitaron por Madrid, así como a una glamurosa Jackie Kennedy.
Aires de Fiesta
En el quinto apartado encontramos ‘Todo el año es fiesta’, con instantáneas que muestran el ambiente lúdico y festivo de las fiestas más castizas de la capital: San Isidro, San Cayetano o la Paloma e incluso guateques, conviven con fiestas de carácter religioso como las procesiones, el Domingo de Ramos o el Corpus Christi. Escenas del gran partido de todos los días es un título que sugiere toda la fuerza de una imagen que capta el movimiento de unos niños en el aire forcejeando con el balón.
Alcoba, fotoperiodista deportivo
No hay que olvidar que la actividad que mayor reconocimiento proporcionó a Antonio Alcoba fue la de fotoperiodista deportivo. Gracias a la cual obtuvo algunos de sus premios.
En esta sexta parada del viaje, contemplamos fotografías de competiciones de ciclismo, una fantástica imagen de Hockey sobre patines que muestra un movimiento y un encuadre perfectos, el fragor de la batalla en un partido de rugby, carreras automovilísticas en el circuito del Jarama y hasta una curiosa competición de ajedrez viviente en el Palacio de los Deportes.
El autor
Antonio Alcoba con tan sólo 14 años entra como botones en el periódico Arriba. Más tarde continúa como ayudante de laboratorio, donde se despierta su interés por el mundo de la fotografía. Conoce a José Pastor, fotógrafo del periódico, y se inicia en el fotoperiodismo. Adquiere su primer equipo y comienza a realizar fotografías que ofrece a diversos periódicos y revistas como Arriba, Informaciones, Madrid, Pueblo, Triunfo. En poco tiempo se convierte en un reconocido reportero gráfico y es galardonado por sus trabajos.
Poseedor de un agudo espíritu crítico y combativo, ha sido activista también en la defensa y reconocimiento de la profesión. Entre los cargos que ha representado se encuentran presidente de la Asociación Española de Periodistas Olímpicos, vicepresidente de la Agrupación Española de Periodistas Deportivos y de la Asociación Hispanoamericana de Reporteros Gráficos.
Para más información entra en el enlace: Madrid años 60. La mirada de Alcoba