Si hay un material que hay que destacar en la Revolución Industrial, ese es el algodón. Su flexibilidad y resistencia permitieron una rápida mecanización del proceso de tejido y, así, la ropa llegó de manera asequible a todo el mundo. Siglos después, las prendas de ropa se están acumulando en los armarios y, después, en vertederos que generan enormes residuos contaminantes. ¿Es posible combinar la producción en masa y la preservación de la naturaleza? Para resolver semejante problemática global llega una nueva forma de hacer y pensar: la economía circular.

Este nuevo modelo de producción y consumo, la economía circular, pretende alargar el ciclo de vida de los productos. Así, no solo promueve el reciclaje, algo más o menos instaurado en la sociedad, sino también alquilar, reutilizar, reparar o renovar los productos ya existentes.

Según datos de la Unión Europea, en el conjunto de países miembros se producen más de 2.200 millones de toneladas de residuos al año. Las administraciones públicas han entendido este problema y actúan en consecuencia. Por ello, el Ayuntamiento de Madrid ha invertido mucho en fomentar la economía circular, lo que queda cristalizado en un proyecto único: el Centro de Innovación en Economía Circular de Madrid (CIEC).

Situado en el madrileño distrito de Vicálvaro, más de 80 startups ya han sido parte de este centro de innovación, galardonado en los Eurocities Awards 2024 en la categoría ‘Ecosistemas innovadores: atrayendo y reteniendo talento’. Ecosistema de innovación y experimentación, ha conseguido liderar la labor de sensibilización en áreas relacionadas con la economía circular desde la capital del país, Madrid.

Desde su creación en 2023 ha tenido una repercusión mayúscula, con el desarrollo de 23 patentes en apenas un año, gracias al talento y trabajo de startups de diferentes sectores. A ello han contribuido más de 100 empresas con su mentorización, y la participación de más de 9.000 personas.

Se trata de un proyecto impulsado desde el Área de Economía, Innovación y Hacienda que ya ha generado más de 150 empleos directos. En palabras de la delegada del área, Engracia Hidalgo, es importante la investigación de soluciones basadas en la naturaleza que sean “lo más eficientes posibles” en su aplicación a la ciudad. Esta es una línea en la que, según Hidalgo, se trabaja de manera conjunta con el área verde municipal. Soluciones, todas ellas, encaminadas a disfrutar de “un buen mundo ahora, que podamos dejar mejor a nuestros hijos”.

Emprendimiento, capacitación, tecnología y soluciones verdes

El CIEC cuenta en sus instalaciones con un FabLab o laboratorio de diseño digital abierto a la ciudadanía; y con el SBN Lab Inclusión, un espacio que integra a colectivos vulnerables en el proceso de transición a la economía circular, desarrollando soluciones innovadoras basadas en la naturaleza y fomentando la creación de un ecosistema participativo. Este laboratorio prevé inaugurar en septiembre unas instalaciones exteriores que completen su labor.

Este singular centro de innovación destaca, además, por su ecosistema de empresas, startups, universidades, emprendedores, asociaciones y ciudadanos implicados, que genera un impacto significativo en la creación de empleo, el desarrollo de nuevos productos sostenibles y el uso de nuevas tecnologías de fabricación digital en la capital.

Entre las patentes que han desarrollado las empresas emergentes del centro destacan:

  • Yenxa – Almotech: un electrodoméstico que transforma aceite usado en jabón de diferentes usos mediante un kit de cápsulas biodegradables. Ha registrado una patente y ha conseguido más de 700.000 euros de financiación. Ha generado cuatro puestos de trabajo.
  • Recovo: es una plataforma B2B donde las marcas de moda pueden comprar y vender tejidos sobrantes. Contribuyen a un futuro circular en la moda a través de la tecnología, la trazabilidad y el poder de la comunidad. Ha generado 20 puestos de trabajo.
  • Satapp:Se trata de una plataforma que protege al consumidor conectándolo con servicios técnicos confiables, promoviendo la economía circular y luchando contra la obsolescencia que cuenta en su haber con patente y tiene tres empleados.
  • Gloop: Gloop es una empresa foodtech que fabrica y comercializa cubiertos comestibles, veganos y sostenibles para sustituir el plástico de un solo uso, a través de la conversión del bagazo (residuo orgánico de la producción de cerveza), gracias a un acuerdo con Mahou. Ha generado seis puestos de trabajo.

CIEC: Centro formativo e inclusivo

El foco en la inclusión es una de las claves de la actividad del CIEC de Madrid. En el Laboratorio de Soluciones Basadas en la Naturaleza se han realizado tres cursos técnicos de cubiertas verdes y se ha efectuado un Piloto de Compostaje II, con entidades del tercer sector dedicadas a inclusión y con el objetivo de desarrollar oportunidades de empleo.

Además, desde la puesta en funcionamiento del centro, se han impartido diversos programas, seminarios y cursos del centro y de su laboratorio de fabricación digital, con más de 15.000 horas de formación, tanto a empresas como a los más de 9.000 ciudadanos que han participado en sus actividades, junto a 15 universidades.

Con todo ello, Madrid escucha las necesidades medioambientales y los nuevos retos que tiene la industria actualmente, y tiende una mano a la innovación. Porque es ella, la innovación, manifestada en las startups, la que cambia el mundo y dirige a la sociedad al futuro. Un futuro mejor.