Una baldosa, un organillo, un chulapo girando sobre sí mismo y una chulapa girando en torno a él. ¿Nos suena de algo? Solo a una cosa, a chotis. Este baile, que dista mucho de tener su origen en nuestra ciudad -viene de Bohemia- y desde luego no es patrimonio exclusivo de Madrid -tiene versiones en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay donde lo introdujeron emigrantes alemanes y polacos- es tan nuestro como San Isidro, las chulapas, las rosquillas y la zarzuela.
Llegó a Madrid el 3 de noviembre de 1850, bajo el nombre de ‘polca alemana’ a una fiesta que daba la reina Isabel II en el Palacio Real. Y se quedó. Para siempre. Hasta el punto de que decir chotis es decir Madrid, su baile típico, el que aparece en todos los libros, el que todos saben entonar, pero… otra cosa es bailarlo. “Hombre, no todo el mundo lo baila correctamente”, reconoce Federico Gómez, presidente de la Federación de Grupos Tradicionales Madrileños, que este año cumple sus 35 años de existencia.
Él, que siempre había sido muy bailón desde la época de los guateques, a principios de los 80 del pasado siglo se apuntó a las clases gratuitas que puso en marcha el Ayuntamiento para reivindicar y revitalizar las tradiciones madrileñas. Y le enganchó. No es de extrañar, por tanto, que ahora sea la Federación la encargada de dar los talleres gratuitos de chotis que, de nuevo, el Ayuntamiento ha puesto en marcha con motivo de San Isidro.
Serán dos talleres, para los que ya se han agotado las plazas, que se realizarán el día 7 a las 18:00 y a las 19:15 h, respectivamente, en la Nave 16 de Matadero Madrid, con una duración aproximada de 45 minutos. En total 300 personas. Son tres cuartos de hora que sirven, según Federico, para adquirir las nociones básicas. Eso sí, advierte, para facilitar el aprendizaje hay que llevar calzado adecuado. “Si vienen con deportivas que no giran, irán a saltitos”, dice.
Para ‘rodar’, son necesarios los zapatos de caballero de toda la vida, esos de suela, no de goma porque, si no, el giro cuesta, no fluye. Y medio tacón en el caso de las mujeres “para que no se desequilibren”. Todo influye, en especial el suelo, que ha de ser lo más liso posible. Un chotis sobre adoquines, como cuando les toca bailar en la Plaza Mayor, por ejemplo, termina con el bailarín dolido “desde las corvas hasta los tobillos del esfuerzo de girar sobre una superficie como esa”, explica Gómez.
Los secretos de un buen chotis
A Federico no le gusta hablar de secretos. “Cada uno tiene su opinión”, dice, aunque confiesa que, para él, “el chotis más correcto son dos tiempos: uno-dos, un-dos-tres, eso lo lleva bien la mujer. Lo normal en el chotis más clásico es empezar por la izquierda y, con el cambio de música, girar a la derecha”.
Es un baile, al que algunos “califican de muy soso, porque ahora a los jóvenes les gusta mucho más movimiento, pero lo que necesita es mucha precisión”. Pies juntos, nada de saltitos, y mantener el ritmo, que es lo difícil en todo baile. “El chotis lento hay que bailarlo muy bien para no pasarse de velocidad. Y la gente tiende a correr y a ir más rápido que la música. Si se siguiera la música, todas las parejas tendrían que ir a la misma velocidad”, explica mientras insiste en el papel determinante de la mujer. “El chotis es como un coche, el hombre lleva el volante y la mujer es la gasolina, y sin gasolina no hay coche. Nosotros somos más patos y para la mujer es más fácil seguir la música. Son más rítmicas”.
La Federación cumple este año tres décadas y media de existencia y agrupa a cuatro centenares de socios aproximadamente, de los que la mayoría son personas de edad. “A la gente joven les gusta cuando nos ve, rápidamente se apuntan a bailarlo, aunque no sepan, y está muy bien, pero luego, al día siguiente de San Isidro o La Paloma, se olvidan”, asegura Federico.
De todas formas, reconoce que el baile sigue vivo y, es más, está evolucionando, aunque él muestre ciertos reparos. “Ahora se están haciendo muchas cosas, el chotis clásico está evolucionando y eso está bien salvo si, cuando le quitas la música, no sabes reconocer qué baile es. El vals evoluciona, pero siempre, cuando ves bailarlo a alguien, aunque no tenga música, sabes que es un vals”.
Madrid popular y castizo
Además de los talleres de chotis, en el programa de fiestas de este año hay un apartado denominado ‘Madrid Popular y Castizo’, en el que se incluyen cerca de una veintena de actividades ligadas directamente con la tradición madrileña.
En este apartado no podían faltar esas verbenas en las que, como inmortalizara Concha Velasco en La verbena de la Paloma, iba uno a lucirse para meterse en la cama después. En Matadero, primero han sido los talleres de chotis, y luego les siguen las verbenas los días 12 y 14, a partir de las 20:00 h en las que no faltarán organillo, organillero y juegos populares.
La zarzuela es otro ‘imperdible’ en cualquier fiesta castiza. El viernes 10, a las 20:00 h en Las Vistillas, un concierto lírico recorrerá las zarzuelas madrileñas más conocidas del repertorio español. Un género teatral musical que combina música, canto y diálogo de manera magistral en el que no faltarán las romanzas, dúos, chotis y piezas musicales. Este repertorio nos transportará a las calles y tabernas de Madrid, donde la zarzuela ha encontrado su hogar.
Junto a la zarzuela, el pasodoble, las danzas goyescas nunca han faltado en unas fiestas castizas. El sábado, 11, a las 12:00 h, se celebra la tercera edición de Bailando por Madrid, una cita organizada por la Academia de Bailes de Salón Date un Respiro con la colaboración de la Banda de Música de Moratalaz y la Agrupación Coral de Coslada. Un pasacalle único, muy castizo, que arrancará de la plaza de Oriente y, tras pasar por Arenal y la puerta del Sol, llegará a la Plaza Mayor.
Y para que no falte donde elegir, ese mismo día y a la misma hora en Las Vistillas, ¡Madrid: Baila con nosotros!, un encuentro participativo e intergeneracional que invita a bailar, aprendiendo pasos y coreografía con música en directo. Un buen momento para practicar lo aprendido en los talleres de chotis.
Son en total 18 propuestas en las que aprender, divertirse y sentirse más madrileños que nunca, entre las que no faltan actividades pensadas para los más pequeños, esos que, como dice Federico, “aprenden a bailar un chotis rápido, lo que pasa es que luego no lo practican hasta el próximo año. Y se les olvida”.
Ramilletes de flores
Nardos, claveles, violetas… las flores plagan los libretos de zarzuelas e inmortalizan a personajes como la violetera. No faltan nunca bajo los pañuelos de las chulapas. Y por eso, este año puedes aprender a realizar un arreglo floral con las flores más destacadas del mes de mayo como lilas, peonias y margaritas mientras que descubres un poco más de la vida, obra y milagros de San Isidro y de la historia de las romerías y procesiones en torno a él. ¿Dónde? En el taller gratuito de ramilletes de flores que encontrarás en la plazuela de Santiago los días 11, de 11:00 a 12:15 h y de 13:00 a 14.15 h, y 13 de mayo, de 17:00 a 18:15 y de 19:00 a 20:15. Son de acceso libre hasta completar el aforo que es de 40 personas por taller.