Un museo al aire libre como es el Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana conlleva inconvenientes en cuanto a conservación de la colección de arte abstracto que alberga. Las condiciones ambientales unidas a la acción humana y también el paso del tiempo, hacen necesarias labores de restauración como las que, desde 2022, está llevando a cabo la Dirección General de Patrimonio del Ayuntamiento de Madrid. Empezó por las más deterioradas: las obras Móvil, de Eusebio Sempere, y Mère Ubu, de Joan Miró. Este año le ha tocado el turno a Lugar de encuentros III, también conocida como Sirena Varada, de Eduardo Chillida, coincidiendo con la celebración del centenario del nacimiento del escultor vasco. Tríptico, de Manuel Rivera, será la siguiente en ser restaurada.
Lugar de encuentros III, en ‘quirófano’
Lugar de encuentros III fue la primera escultura de Chillida realizada en hormigón armado, un material inusual en la práctica escultórica de los albores de la década de los setenta del pasado siglo. Además, fue concebida expresamente para colgar del tablero del puente que une las calles de Juan Bravo y Eduardo Dato, obra de José Antonio Fernández Ordóñez y Julio Martínez Calzón, bajo el que se expone la excelente colección de arte abstracto que forma el Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana abierto al público en 1972.
Las afecciones en la pieza provocadas por acciones antrópicas, así como por factores medioambientales han requerido la intervención sobre la misma con el fin de devolverle su aspecto original.
El cuerpo de hormigón es el que presenta mayor deterioro debido principalmente a las malas prácticas de los seres humanos con la obra: sentarse sobre ella, tocarla, pegar chicles, grafitis, etc. Los trabajos en esta parte se han centrado en varias acciones. Por un lado, se está realizando la limpieza de la superficie afectada por la suciedad de la contaminación y restos de grasa o chicles; por deposiciones de aves altamente corrosivas y por manchas de oxidación de los propios elementos metálicos. Por otro lado, se inyecta mortero fluido en grietas y fisuras, con el objetivo de evitar que lleguen a la pérdida de material o, más grave aún, a la fracturación de la pieza.
También se está actuando sobre los anclajes y tirantes de suspensión en su parte inferior, para limpiarlos y aplicarles inhibidores de óxidos y barniz protector ante factores externos como el agua, evitando así la oxidación y la corrosión.
Lugar de encuentros III es una escultura de hormigón armado blanco que muestra las huellas del encofrado de madera. Se compone de un cuerpo central a modo de yunque de la que parten dos brazos que parecen rodearle, describiendo un espacio central vacío, y de los que se proyectan otros dos cuerpos a modo de alas. La escultura se suspende a varios centímetros del suelo mediante cuatro tirantes metálicos anclados a los pilares del puente a través de collarines de acero. Aunque tenía que instalarse en 1972 colgada del puente, un informe en contra, debido a su peso de 6.150 kilos, originó un periplo de ubicaciones distintas fuera de la capital lo que le hizo ganarse el sobrenombre de Sirena Varada. No sería hasta 1978 cuando fuese emplazada en su lugar original donde la podemos contemplar actualmente.
Más ‘Chillidas’ en Madrid
Para Chillida, las esculturas son lugares de encuentros, espacios de convivencia donde desarrollar los valores cívicos. De ahí el nombre de la serie, de la que en Madrid podemos disfrutar de dos esculturas más. Si paseas cerca de la plaza del Rey, te encontrarás con Lugar de encuentros II. Obra de 1971 realizada en acero corten que le da ese aspecto de oxidado, aunque en realidad la está protegiendo de la corrosión atmosférica sin perder sus características mecánicas. La escultura se compone de un pie sobre el que se sustentan tres piezas perpendiculares que se curvan en el extremo interior, abrazando un espacio central vacío e indefinido, muy característico en sus obras. Esta composición se toma como el precedente de otras esculturas de acero posteriores, en concreto el conocido Peine del Viento, realizada en la playa de Ondarreta, en San Sebastián.
La otra escultura de la serie en la capital la puedes encontrar instalada en los jardines de la sede Fundación Juan March. La obra que el escultor donostiarra tituló Lugar de encuentros VI (1975) está formada por dos piezas de hormigón armado que se interrelacionan al enfrentar sus extremos curvos: una, proyectada verticalmente, y la otra, en diagonal al plano del suelo, provocando, al mismo tiempo, un juego de movimiento y complementariedad, de espacios llenos y vacíos, que intentan atrapar al espectador.
Fuera ya de la serie Lugar de encuentro, otra escultura de carácter urbano realizada por este artista abstracto es la Estela funeraria, encargada por el Ayuntamiento de Madrid en homenaje a Agustín Rodríguez Sahagún, alcalde de la capital entre 1989 y 1991. Se ubica en el parque dedicado al exalcalde madrileño y se trata de un cuerpo prismático vertical de acero corten que, en la parte superior, presenta un corte en cruz liberando al prisma en otros cuatro más pequeños a modo de brazos que se entrelazan entre sí describiendo curvas en contraposición a la línea recta del cuerpo principal, provocando, a la vez, ligereza y movimiento.
Para completar la visita a las esculturas de Chillida en Madrid siempre puedes acercarte al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía donde se pueden admirar diversas obras del artista donostiarra. En su jardín central, da la bienvenida a los visitantes el Homenaje a San Juan de la Cruz (Toki Egin o Hacer sitio). Realizada en acero corten, mide tres metros y se compone de dos cuerpos prismáticos paralelos, unidos por un extremo con otros cuatro prismas curvilíneos, abrazando el espacio. Ya en las salas del museo, la producción creativa del artista se completa con collages y otras esculturas de menores dimensiones como El espíritu de los pájaros I, Yunque de sueños XIII, Homenaje a la mar III y El peine del viento I.
Madrid es un buen lugar para disfrutar del arte. No te pierdas las creaciones que nos dejó Chillida en la capital con las que quería hacer al espacio protagonista y crear un lugar de encuentro con el espectador.