Febrero de 2023. En Madrid hace una mañana fría y nublada, pero para Carla, una joven de 35 años, el día, de repente, se ha vuelto menos gris. Una de las noticias que ha leído le ha hecho sonreír: “El Ayuntamiento posibilita la construcción de 2.125 viviendas en 11 distritos, que tendrán un alquiler hasta un 25% inferior al precio de mercado”.
De repente, en la mente de Carla sólo aparecen cifras: 150.000 m2 edificados; 50.000 m2 de suelo, 2.125 viviendas, 26 parcelas, 10 distritos, 45 años de concesión.
Pisos de uno, dos y tres dormitorios.
Y, lo que es más importante, el alquiler de las viviendas oscila, en función de la zona, entre los 500 y los 1.000 euros, un importe asumible para una persona sola. Un importe que Carla con su sueldo se podría permitir.
Y es que gracias al Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, a través del sistema conocido como build to rent, es decir, construir para alquilar, Carla, como otros muchos jóvenes y familias madrileñas, podrán permitirse alquilar un piso que cubra sus necesidades sin ver sus economías asfixiadas.
Para desarrollar este sistema, el Consistorio ha puesto en marcha un concurso de derecho de superficie que ya tiene adjudicatarios y serán los encargados de la construcción de estas viviendas en un total de 25 parcelas situadas en Arganzuela, Carabanchel, Ciudad Lineal, Fuencarral-El Pardo, Hortaleza, Latina, Moncloa-Aravaca, Retiro, San Blas-Canillejas, Usera y Villaverde, gracias a una inversión privada de 220 millones de euros.
La tipología de viviendas que construirán las promotoras Culmia; Avintia Desarrollos Inmobiliarios; Pecsa Real Estate, y Spaces by Vía Ágora, y que tendrán que ser energéticamente eficientes y ambientalmente sostenibles, pretende reflejar la variedad social actual, en cuyas viviendas predominan las personas solas, o parejas sin hijos. Por ello, el 40% de las viviendas que se van a construir serán de un dormitorio con una superficie útil mínima de vivienda de 30m2; otro 40% de dos dormitorios, con superficie útil mínima de vivienda de 42 m2, y el 20% restantes será para viviendas de tres dormitorios, con 50m2 de superficie útil mínima de vivienda, pensadas en familias de mayor tamaño.
Respecto a los precios, el alquiler será como mínimo un 25% inferior al del precio del mercado para cada una de las zonas, y el pago de la renta no supondrá tampoco más de un 25 % de los ingresos mensuales del núcleo familiar.
Esta iniciativa de colaboración público-privada se basa en un derecho de superficie de 45 años, por lo que una vez finalizado este plazo las casas pasarán a formar parte del parque público de vivienda. De esta manera se consigue mejorar la oferta de vivienda pública, así como reducir sus precios. Una iniciativa que, sin duda, facilitará a muchas personas la opción de independizarse y a muchas familias el poder vivir dignamente sin ‘arruinar’ su economía.