No es solo el uso, que también, sino el nuevo modelo de ciudad, donde conceptos como la inclusión, la accesibilidad y la sostenibilidad se han abierto paso para quedarse, los que hacen necesario un mantenimiento constante de aceras y calzadas con nuevos criterios, nuevos materiales, nuevos diseños. En los últimos casi cuatro años, el Ayuntamiento ha mejorado las aceras de 1.025 calles y las calzadas de otras 3.000. En total, 1,2 millones de metros cuadrados en el primer caso; más de 12 millones en el segundo. Te contamos aquí como Madrid se va transformando en una ciudad más accesible, segura y sostenible.
El entramado urbano de Madrid lo componen 9.000 calles. De ellas 3.000 han visto renovadas sus calzadas gracias a las tres mayores Operaciones Asfalto de la historia de la ciudad, llevadas a cabo desde 2019. En estos casi cuatro años, los trabajos han llegado a 2.959 calles de los 131 barrios madrileños con una superficie asfaltada de 12,1 millones de metros cuadrados. En total cerca de 190 millones de euros invertidos para lograr una conducción más segura y menos agresiva con el medio ambiente que, además, van a permitir a la Operación Asfalto de los próximos años tener unas dimensiones más reducidas, con la consiguiente reducción del impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos.
La aparición del asfaltado en las calles madrileñas data de 1847 cuando un 1 de febrero se utilizó por primera vez el asfalto en la calle del Amor de Dios, aunque no fuera hasta finales de siglo cuando comenzó a utilizarse de forma más regular al sacar a concurso el Ayuntamiento en 1898 el asfaltado de otras cuatro calles: Arenal, Mayor, Preciados y Carmen. Era el germen de lo que hoy es una de las actuaciones más consolidadas de la ciudad.
Desde entonces mucho ha cambiado el concepto de ciudad y más aún los materiales y técnicas empleadas en su mejora y mantenimiento. Del asfalto, uno de los materiales más antiguos que existen, -hay pruebas de su utilización en Mesopotamia en el año 3.000 a. de C.-, pero no sería hasta principios del siglo XX cuando comenzó a utilizarse tal y como lo conocemos ahora, como un derivado del petróleo. Y en este siglo largo ha evolucionado constantemente hasta convertirse la sostenibilidad en uno de los criterios básicos en su utilización. En la última Operación Asfalto, además de las 480.000 toneladas de asfalto junto a las mezclas asfálticas en caliente tradicionales, se han utilizado también mezclas sostenibles tipo SMA (Stone Mastic Asphalt) y mezclas semicalientes. Estas últimas, puesto que su fabricación y puesta en obra se realiza a una temperatura inferior a las mezclas calientes convencionales, consigue la reducción de las emisiones de gases contaminantes y el consumo energético. Además, permite trabajar a temperaturas ambientales más bajas, lo que posibilita extender el calendario de actuaciones.
Imágenes Operación Asfalto de los últimos años
¿El resultado? No solo una mayor comodidad y seguridad de tránsito, sino también una mejora de la calidad ambiental al disminuir los niveles sonoros de rodadura y la contaminación del aire.
Una invitación al paseo
Pero en una ciudad que ha hecho una apuesta clara por la movilidad sostenible y por dar mayor protagonismo al peatón, las aceras y las vías peatonales eran un elemento clave porque renovar y adecuar su espacio de tránsito es acabar con las barreras arquitectónicas. De esa idea nació el Plan de Aceras y Accesibilidad que desde 2020 ha intervenido en más de 1.000 calles con un presupuesto superior a los 135 millones de euros. Su objetivo es claro: mejorar la peatonalización a través de una importante ampliación de aceras y eliminación de obstáculos, que no solo incidiera en su buena conservación, sino que fuera una invitación al paseo. Como resultado de los trabajos, el peatón ha ganado más de 88.000 m2 de superficie y se han mejorado o creado más de 4.700 pasos de peatones
Los trabajos han renovado y adecuado aceras y vías peatonales, reordenado intersecciones y suprimido barreras arquitectónicas para mejorar la accesibilidad, movilidad y seguridad de los viandantes y conductores.
El Plan de Aceras y Accesibilidad ha irradiado por todos los distritos de la ciudad gracias a la colaboración entre el Área de Obras y Equipamientos y las juntas municipales de distrito a la hora de seleccionar las calles a intervenir.
Imágenes de diferentes obras para la renovación de aceras y accesibilidad
Un buen ejemplo de la ambición de este plan municipal es la intervención realizada en el entorno de la calle de la Sierra Toledana, terminada recientemente y que afecta a un ámbito de más de 45.000 m2 del distrito de Puente de Vallecas. Abandonado durante años, el entorno ha vivido una transformación total con la mejora de una decena de calles ya existentes y la creación de otras dos nuevas, el soterramiento de los tendidos eléctricos aéreos, la adecuación de aceras y la creación de otras en puntos donde no existían. Además, se ha creado una nueva zona verde de 4.500 m2, plantado 221 árboles y 4.192 arbustos e instalado luminarias led de alta eficiencia energética.
Era una actuación demandada por los vecinos que, además, ha permitido mejorar la conexión de Puente de Vallecas con Moratalaz al ensanchar y construir un segundo carril por sentido en la calle de la Sierra Toledana.
Es solo un ejemplo de la envergadura de un plan al que hay que sumar la mejora de la accesibilidad que en muchos otros entornos han supuesto las grandes obras de transformación del espacio público como las de las calles de Alcalá, Eduardo Barreiros, Ortega y Gasset, la plaza de España o el barrio de Justicia, así como las que se están ejecutando en la Puerta del Sol o las avenidas del General Perón o de la Ilustración, entre otras.