Eléctrico, con capacidad para un centenar de viajeros y prioridad semafórica, una velocidad comercial media previsiblemente superior a las líneas convencionales de la EMT, y de fabricación nacional. Así es el Bus Rapid, el nuevo autobús de la EMT que llegará en mayo a la ciudad para unir dos desarrollos urbanísticos -Valdebebas y Sanchinarro- con un hospital de referencia, el Ramón y Cajal, a través de una plataforma segregada de circulación.
Este autobús eléctrico y rápido, con un diseño especial, moderno y minimalista, supone un paso más por la movilidad sostenible e incluye a Madrid en el grupo de ciudades del mundo que han implantado los sistemas BRT (siglas en inglés de Bus Rapid Transit) para crear corredores verdes de transporte de alta capacidad y con prioridad semafórica en ejes urbanos principalmente ubicados en la periferia. El autobús rápido de Madrid marca el futuro del diseño del transporte público de superficie en la capital.
30 minutos, con semáforos en verde, para un viaje de 31 kilómetros
Todo en esta nueva línea, que contará con una flota de diez autobuses y una frecuencia de paso de entre ocho y 12 minutos, está pensado en clave confort, rapidez y sostenibilidad. En sus 31 kilómetros de recorrido, de los cuales 19 serán por vías segregadas por el centro de la calzada para evitar puntos de conflicto con otros vehículos, tendrá prioridad semafórica en 68 intersecciones. Eso reducirá considerablemente los tiempos de viaje. Aproximadamente 30 minutos desde inicio a final de la línea.
Con esta primera línea de bus rápido, también llega Madrid el primer sistema de prioridad semafórica para autobuses, cuyo objetivo es poner en verde los semáforos del trayecto al paso del autobús para que este no tenga que detenerse en un semáforo rojo del cruce. Un novedoso sistema tecnológico lo hace posible. Requiere la instalación de 12 kilómetros de fibra óptica y diez nuevas cámaras conectadas con el Centro de Gestión de la Movilidad, además de actuar en 68 cruces con 390 detectores de paso del Bus Rapid. La única excepción a la prioridad del autobús estará en la intersección de la avenida de Pi y Margall con calle del Príncipe Carlos, donde se cruza con el tren ligero y en la que éste tendrá prioridad.
Desde su cabecera, situada en la glorieta de Antonio Bonet, la línea prosigue por las avenidas de Secundino Suazo, Manuel Fraga Iribarne, de las Fuerzas Armadas y de Francisco Pi y Margall, calle de Ana de Austria y de Niceto Alcalá Zamora para, posteriormente, continuar su recorrido por vías convencionales sin realizar más paradas hasta alcanzar su destino en las inmediaciones del Hospital Ramón y Cajal.
El trayecto tiene, además, puntos de conexión con el Hospital Enfermera Isabel Zendal y el futuro intercambiador de Valdebebas, que se proyecta construir junto a la glorieta de Antonio Perpiñá.
Un bus parecido a un tranvía
Es un bus pero tiene mucho de tranvía. ¿Por qué? Porque combina la flexibilidad de un autobús urbano con la gran capacidad y facilidad de circulación interior de un tranvía, además de imitar su estética. Con un diseño moderno, minimalista y en arco perimetral cromado, posee una gran superficie acristalada en sus laterales, diferenciándose así fácilmente del resto de la flota municipal.
En lugar de retrovisores, está provisto de cámaras que proyectan sus imágenes en dos pantallas situadas a cada lado del asiento del conductor. Los vehículos llevan puertas de entrada y salida por el lateral derecho y una puerta delantera de acceso de una sola hoja.
Venta previa de billetes
Otra de las novedades características de esta línea es que dispondrá de un sistema de venta previa de billetes sencillos en marquesina que solo admitirá dinero en efectivo, de manera que el conductor no tenga que intervenir y reducir así los tiempos de trayecto.
La forma de validación de los títulos de transporte a bordo será idéntica a la del resto de líneas de la empresa municipal. Las validadoras tendrán capacidad de lectura de TTP, tarjeta Multi, tarjeta EMT, tarjeta bancaria física o virtual y códigos QR.
Ventajas medioambientales + inversión
Según los cálculos del Gobierno municipal, esta nueva línea, puesta en marcha en el marco de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, supondrá un ahorro acumulado de más de 700.000 kilómetros anuales en aquellos desplazamientos que normalmente se realizan en coche particular, además de una reducción en emisiones de unas 125 toneladas de CO2 y de cerca de 200 toneladas de NOx.
En cuanto a la inversión que requiere su puesta en marcha, la adquisición de los nuevos autobuses asciende a 5,3 millones de euros sin IVA, de los cuales dos millones proceden de los fondos europeos Next Generation, mientras que para la construcción de la plataforma segregada se ha dispuesto un presupuesto de 12,8 millones de euros, de los que cuatro millones, IVA incluido, irán destinados a la semaforización.