Desde hace casi medio siglo, Madrid acoge un singular museo en pleno centro de la Castellana cuya mayor particularidad es que el lugar de exhibición no es otro que la propia vía pública. A partir de la próxima primavera, caminar, pasear o contemplar las diecisiete esculturas de arte contemporáneo allí ubicadas será más fácil y cómodo para los peatones, especialmente para quienes tienen movilidad reducida, gracias a la remodelación del espacio urbano en el entorno del paso elevado Enrique de la Mata Gorostizaga.
Actualmente, el tránsito entre la calle de Serrano y el paseo de la Castellana solo puede realizarse a través de escaleras carentes de rampas y mediante un itinerario peatonal discontinuo, tanto por la situación del paso de peatones y los elementos de mobiliario urbano como por la ubicación de las isletas separadoras que albergan las paradas de la EMT. Además, la pavimentación poco adecuada y desigual tampoco favorece el tránsito en esta zona.
Ante esta situación y con el objetivo de dotar de mayor accesibilidad al entorno, así como mejorar la calidad ambiental y renovar los servicios urbanos, se puso en marcha el pasado mes de julio el proyecto de remodelación y mejora de esta zona en el tramo comprendido desde la calle de Serrano hasta la glorieta de Rubén Darío.
Mejorar la accesibilidad, objetivo prioritario del proyecto de remodelación
Para adaptar este espacio a la normativa de accesibilidad universal, el proyecto puesto en marcha por el Consistorio a través del área de Obras y Equipamientos está desarrollando diversas medidas que tendrán un notable impacto positivo en el tránsito. Así, la zona dispondrá de un paso peatonal más ancho, de 22 metros, y características de accesibilidad universal con la visibilidad adecuada de los peatones hacia los vehículos y viceversa.
El itinerario desde la calle Serrano a través de la plataforma central del museo dispondrá de cuatro nuevas rampas como complemento accesible de las escaleras actuales que también mejorarán tanto en su configuración como en lo que se refiere al pavimento.
La disposición de un espacio urbano continuo y unitario y el empleo de los materiales adecuados que faciliten el tránsito peatonal es crucial para mejorar la accesibilidad de este entorno. Por ello, tanto las aceras como los espacios estanciales y calzadas tendrán nuevo pavimento con materiales unificados, así como pavimentos específicos en pasos de peatones. En este sentido, la renovación y redistribución del mobiliario en lugares adecuados contribuirá a la eliminación de elementos que puedan suponer un obstáculo para los viandantes.
Las mejoras previstas tendrán un impacto directo en la calidad ambiental
En paralelo con la mejora de la accesibilidad, el proyecto también contempla actuaciones que propicien un aumento de la calidad ambiental. Así, los peatones recuperarán espacios gracias a la ampliación y renovación de aceras y zonas estanciales. Otro factor que contribuirá a ese incremento de calidad ambiental será la renovación de la red de alumbrado por otra más eficiente y con niveles de iluminación adecuados en el nuevo acceso peatonal. Además, la zona contará con nuevas especies de arbolado y de jardinería.
También como parte de esa premisa de crear un espacio libre de obstáculos que libere la visual del museo, las isletas donde se ubican las paradas de la EMT pasarán a estar ubicadas en las calzadas laterales de la Castellana, evitando así elementos que puedan entorpecer el paso en la franja afectada. Gracias a esta medida la parte central estará despejada y se podrá ubicar el paso peatonal de 22 metros de anchura.
Un museo pionero y al alcance de todos
El paseo de la Castellana, bajo el paso elevado que une Juan Bravo con Eduardo Dato, acoge un espacio al aire libre dedicado al arte contemporáneo ideado por el artista Eusebio Sempere. Desde 1972, diecisiete esculturas de arte abstracto conviven con el espacio urbano y pueden ser contempladas por el peatón simplemente transitando bajo el tablero del puente de Enrique de la Mata Gorostizaga.
Martín Chirino, José María Subirachs, Andreu Alfaro, Miró o Chillida son algunos de los prestigiosos escultores que pusieron sus obras a disposición del Museo de Escultura al Aire Libre. Un museo de carácter abierto, sin horarios ni limitación de acceso y pionero en el concepto de exhibición de obras de arte en la vía pública en nuestro país.