Mediante un acto simbólico como es el de la colocación de la primera piedra, el Ayuntamiento de Madrid puso de manifiesto, el pasado 21 de septiembre, su compromiso con el proyecto de desarrollo urbano de Valdecarros, situado junto al Ensanche de Vallecas. Valdecarros constituye uno de los desarrollos urbanísticos que componen la Estrategia del Sureste, junto a Los Berrocales, Los Ahijones, El Cañaveral y Los Cerros.
Para que se pudiera llevar a cabo este proyecto urbanístico, ha sido necesaria la colaboración público-privada, tanto por parte de la Junta de Compensación de Valdecarros, como de diferentes áreas y organismos municipales que supervisarán y colaborarán en sus distintas fases. Como es el caso de la urbanización, financiada y ejecutada por la Junta de Compensación, que contará con la supervisión del Área de Obras y Equipamientos.
Valdecarros está planificado en ocho fases de desarrollo que se irán integrando de forma sucesiva en el conjunto del proyecto durante los próximos años. Durante este proceso irán implantándose las diferentes infraestructuras, servicios y equipamientos que permitirán a los nuevos vecinos de esta nueva área urbana contar con colegios, instalaciones deportivas, parques o centros de salud, entre otros.
Más de 51.600 viviendas y casi 7.700 millones de euros de inversión
En este caso, los números que conforman el proyecto nos dan una idea de la magnitud de la actuación, en la que está contemplada la construcción de más de 51.600 viviendas, de las cuales, unas 28.400, tendrán algún tipo de protección. Estos datos, junto al de la extensión del ámbito, con más de 19 millones de metros cuadrados de superficie y 7,7 millones de metros cuadrados edificables, lo situarán en la cima de la actuación urbanística de nuestro país y lo convertirán en uno de los más grandes de Europa.
En lo que a datos económicos se refiere, la inversión total acumulada ascenderá a casi 7.700 millones de euros y se estima que supondrá la creación de unos 480.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
Un desarrollo con más espacios verdes y movilidad sostenible
Junto a éstas, hay otras cifras que repercutirán en la potenciación de un ámbito urbano más sostenible y más ‘vivible’, como los casi siete millones de metros cuadrados de zonas verdes y espacios arbolados, que, además, se sumarán al Bosque Metropolitano, la gran infraestructura verde que rodeará la ciudad. Esta apuesta por la creación de grandes áreas ajardinadas y arboladas posibilitará no solo incrementar la calidad de vida, sino que permitirá que todas las viviendas estén situadas a menos de 200 metros de una zona verde.
Además de la importancia de desarrollar un importante porcentaje de la superficie como suelo dedicado a zonas verdes, el proyecto también pone el foco en la movilidad sostenible y en este contexto abordará estrategias en diferentes ámbitos. Así, para facilitar la accesibilidad a pie y los desplazamientos en bicicleta o patinete, la mayor parte de la superficie tendrá una pendiente inferior al 3 %. Además, se prevé que la red de transporte público cuente con un gran intercambiador de transportes situado en la zona central del desarrollo, que dispondrá de varias líneas de autobuses urbanos, metro y tren ligero de superficie.
El sureste madrileño se amplía con cinco nuevos desarrollos
El desarrollo del sureste madrileño comprende los ámbitos de Los Berrocales, Los Ahijones, El Cañaveral y Los Cerros. Todos ellos abarcan una extensión que va desde la carretera de Andalucía hasta el límite con los términos municipales de Coslada y San Fernando, entre las autovías M-40 y M-50.
El aumento de superficie hacia el sureste permitirá cubrir tanto la demanda de vivienda como la generación de desarrollo económico y social para la ciudad durante los próximos años. Además, la creación de nuevos espacios de actividad económica en este nuevo entorno será clave para conseguir el reequilibrio territorial de Madrid.
El desarrollo de estos ámbitos, de acuerdo con el Plan General de Ordenación Urbana y la Estrategia del Sureste, se realiza mediante la iniciativa privada a través de las juntas de compensación y con la supervisión y apoyo del Consistorio, que ha posibilitado mediante la adopción de acuerdos, el desarrollo por fases, garantizando de esta forma que cada una de ellas responda a criterios homogéneos, coordinados, coherentes y sostenibles, con plena integración en el entorno, con una movilidad adecuada y con una dotación de los servicios e infraestructuras necesarios.