Hace ya 25 años desde que el escritor Arturo Pérez Reverte nos sumergiera en el siglo XVII español de la mano de Diego Alatriste y Tenorio. La serie de novelas del capitán Alatriste fue una inmersión a fondo no solo en el Siglo de Oro español, sino en la vida madrileña de aquel entonces. Como explica el escritor, “Alatriste es más que un libro, más que una novela. Es la posibilidad de pasearme virtualmente por un mundo ya desaparecido, pero en el que a través de la literatura puedo vivir de nuevo”.
Si quieres seguir ese ejemplo y pasearte por ese Madrid tan distinto del actual, puedes hacerlo gracias al mapa ilustrado que el Área de Cultura, Turismo y Deporte, con el apoyo del Foro de Empresas por Madrid a través de la Oficina del Partenariado y Marca Madrid, ha editado para celebrar ese primer cuarto de siglo del primer Alatriste. Basta con acercarte a cualquier centro cultural municipal o a un punto de información turística para conseguirlo de forma gratuita. Puedes obtenerlo también online, descargándolo en este enlace.
Prologado por el propio Pérez Reverte, la recreación de los personajes del itinerario la ha realizado el ilustrador Raúl Arias, cuyo trabajo recreativo de Macbeth para la editorial Reino de Cordelia mereció el Premio Nacional al Libro Mejor Editado.
Un viaje con 15 paradas
Siguiendo las 15 paradas del mapa ilustrado revivirás un Madrid que, como dice el padre de la novela, en apenas unas manzanas albergaba “la mayor concentración de talento literario que hubo jamás en el mundo. En cuatro calles, como vecinos, vivían Lope, Calderón, Cervantes, Quevedo, Góngora, Ruiz de Alarcón y muchos otros”.
Para situar la acción de la obra, Pérez Reverte recurrió al plano de la ciudad que Pedro Texeira trazó en 1656 por encargo de Felipe IV. “Maravilla por su detalle y su alzado tridimensional, y también por sus grandes dimensiones. Está tan increíblemente hecho que, si uno se fija bien, puede ver cada casa de la ciudad, sus alturas, si tenían jardín, si el jardín tenía fuentes o árboles”, cuenta el escritor
El itinerario comienza en la plaza Mayor, el corazón de Madrid y del mundo en el tiempo en que se desarrollan las aventuras del capitán, donde se recrean sus paseos por los soportales entre los puestos de pan y verduras en compañía del alguacil Saldaña, según recogen los textos extraídos del libro Viaje a los escenarios del capitán Alatristre, de Juan Eslava Galán.
El Palacio de Santa Cruz y la calle de Toledo son otros de los lugares frecuentados por el protagonista. En el palacio se alojó cuando era cárcel de la Corte y albergaba los juzgados y la prisión, y en la calle de Toledo compartía hazañas con vendedores ambulantes y paseantes desocupados al ser esta la entrada natural a la Villa y Corte viniendo del sur y acceso más directo al mercado principal.
Por el Madrid de los Austrias
Las andanzas del capitán por el Madrid de los Austrias también se incluyen en este mapa con la primitiva Casa Consistorial, después Ayuntamiento de La Villa, y su remodelación en 1654 sobre un edificio más antiguo.
En el enclave también se encuentran la Casa y Torre de los Lujanes, caballeros aragoneses que se establecieron en Madrid al servicio de Enrique III y en tiempos de Alatriste amasaron una gran fortuna, así como la Casa de Cisneros y la actual calle del Cordón, que en esa época se llamaba de los Azotados porque los penados de la cárcel de la Villa pasaban obligatoriamente por ella.
No falta la calle Mayor, por donde discurrían las procesiones cívicas o religiosas y donde se situaban las tiendas elegantes, los sastres de lujo, los plateros, los bordadores, los sederos y los joyeros. Este mapa visual incluye estos espacios, al igual que la iglesia de San Ginés, un templo en el que se refugiaban los bravos buscados por la Justicia en tiempos del capitán y donde no podían ser prendidos por los agentes de la autoridad por encontrarse en sagrado.
Cuadros de Velázquez, Tiziano, Rubens y Murillo, en el Alcázar Real
Otras zonas de interés en el itinerario son el convento e iglesia de San Felipe El Real, el Monasterio de las Descalzas Reales, la Casa de las Siete Chimeneas y el Alcázar Real. Este último se alzaba durante las aventuras de Alatriste en el solar que hoy ocupa el Palacio de Oriente. El edificio, bastante irregular, construido por Mohammed I (850-866) junto a la orilla del río Manzanares como defensa periférica de Toledo frente a los castellanos, sufrió sucesivas ampliaciones. En tiempos del capitán Alatriste, Felipe V, resignado a habitar en aquel caserón, contrató a Lucas Giordano y otros pintores de renombre para que decoraran con frescos alegres las estancias y colgó en los muros cuadros de Velázquez, Tiziano, Rubens y Murillo.