La Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) está de enhorabuena. El 18 de septiembre cumple oficialmente 40 años. Cuatro décadas en las que ha contribuido de manera notable a mejorar y transformar Madrid. Los datos hablan por sí solos. En estos 40 años ha rehabilitado 162.300 viviendas, ha invertido 2.540 millones en obra nueva y regeneración, ha gestionado 31.000 alquileres entre particulares… y lo más importante, ha construido casi 30.000 pisos públicos a precios asequibles, distribuidos en 450 promociones.

Para que los madrileños puedan conocer todo el trabajo realizado en este periodo, la EMVS ha organizado una exposición fotográfica en la Biblioteca Municipal Eugenio Trías (en el parque de El Retiro) que se puede visitar hasta el 26 de septiembre. La entrada es gratuita.

La aventura de la EMV (la S de suelo se sumaría en el año 2004) comenzó con una plantilla de tan solo cuatro personas. Nada más nacer, la nueva empresa pública pasó a gestionar un patrimonio de 7.453 inmuebles, propiedad del antiguo Patronato Municipal de Vivienda y de su predecesor, el Patronato Municipal de Casas Baratas fundado en 1932. Hoy en día, la componen más de 300 profesionales con tres claros ejes de trabajo: la construcción de vivienda protegida, la gestión de planes de rehabilitación y alquiler y la puesta en marcha de importantes actuaciones singulares para dotar de infraestructuras a los barrios de la capital.

La empresa empieza a tomar impulso rápidamente en su actividad constructora, trabajando ya en 1986 en la edificación de 20 promociones que supondrán casi 1.300 nuevas viviendas protegidas. Además, también despega con su faceta rehabilitadora con el objetivo de regenerar en los siguientes años más de 7.400 viviendas en el centro histórico, en zonas como Malasaña, Lavapiés, Conde Duque, plaza Mayor y Tirso de Molina.

En 1987 cuenta ya con más de 18.000 inquilinos. Las estadísticas revelan que las viviendas tenían entonces una superficie media de 55 metros cuadrados y los residentes pagaban una renta media de 11.200 pesetas al mes. Cada casa estaba ocupada por tres personas y los ingresos familiares eran de 69.000 pesetas mensuales. Unos 2.800 de los vecinos eran menores de 20 años.

A finales de los 80 y principios de los 90, la EMV pone en marcha dos ambiciosos programas: el Plan 18.000, que consiste en ceder suelo municipal, en régimen de derecho de superficie, a promotores sociales y sacar así al mercado 18.000 viviendas protegidas en tres años; y el Plan Municipal de Vivienda destinado a amplios sectores de la población como jóvenes que buscan su primera vivienda. Una década después este programa habrá permitido entregar 6.500 pisos.

En 1996, la EMV cumple 15 años con un gran balance: 8.063 viviendas terminadas repartidas en 167 promociones. Pero poca gente sabe que la EMVS no solo ha construido vivienda protegida, sino que ha desempeñado importantes proyectos de adecuación arquitectónica, rehabilitación y regeneración que han ayudado a transformar barrios, plazas, edificios y calles de la capital.

Por poner algunos ejemplos, la EMV rehabilitó el Arco del Triunfo de la plaza Mayor (uno de sus accesos) o el Salón de Actos de la Casa de la Panadería, que data del siglo XVII. A mediados de los 90 también inició las Áreas de Rehabilitación Preferente para reformar barrios y ejes de la ciudad tan importantes como las calles Mayor y Fuencarral y zonas de Tetuán. Otro de sus grandes proyectos esos años fue la rehabilitación integral de la plaza del Dos de Mayo y su entorno, en pleno barrio de Malasaña, donde se actuó en 207 edificios que albergaban 3.434 viviendas y 342 locales comerciales.

La exposición muestra que la empresa pública ha ayudado a transformar muchas de las zonas más emblemáticas de la ciudad. El Templo de Debod, el barrio de Huertas-Las Letras, el Ateneo de Madrid, la plaza del Alamillo, la plaza de Chueca, la plaza de la Paja, la plaza de Antón Martín, la plaza de las Descalzas, la calle Hortaleza, las corralas de Lavapiés, el mercado de la Cebada, la antigua plaza de Oriente, la calle Montera, el Teatro Alcazar, parte de la Muralla Árabe o el pasaje Pleyel son algunas de las actuaciones realizadas por los profesionales de la EMVS. Incluso el primer aparcamiento robotizado que hubo en la capital fue obra de esta empresa pública.

¿Sabías que la EMV también trabajó en la rehabilitación de las iglesias más castizas e importantes de Madrid? San Cayetano, San Lorenzo, San Ginés, San Pedro el Real (La Paloma), la capilla del Obispo, la iglesia de la Buena Dicha, de Santiago, de San Marcos, de San Sebastián, de las Calatravas, el oratorio del Caballero de Gracia y los Patios Claustrales del Sacramental de San Isidro han sido reformadas gracias a los técnicos municipales.

2008 fue un año récord. La EMVS (ya con la S de Suelo) nunca terminó tantas viviendas como en ese ejercicio: 2.152 pisos en 24 promociones diferentes, lo que supone una media de seis viviendas al día o 179 viviendas al mes. La empresa pública también ha regenerado barrios enteros. En junio de 2006 abrió la Oficina de Rehabilitación para reformar la Colonia de los Ángeles, en Villaverde. Con un presupuesto de 110 millones de euros, incluyendo la inversión privada, el objetivo era en seis años rehabilitar un barrio que tiene una extensión de 59 hectáreas y 4.798 viviendas.

En 2009, la EMVS inicia otro de esos proyectos llamados a cambiar el tejido residencial de Madrid. En este caso la rehabilitación integral del barrio del Aeropuerto, construido en los años 60 para albergar a los obreros que estaban construyendo Barajas. Y en 2013 se inicia la reforma de la colonia de Los Olivos, en el distrito de Latina. Sin olvidar que la EMVS también ha contribuido estos años al desmantelamiento de importantes núcleos de infraviviendas, aportando soluciones habitacionales a sus residentes en los desmantelamientos de los poblados de Las Mimbreras, El Cañaveral, Plata y Castañar, Pitis, La Quinta, el Salobral, Trigales, Puerta de Hierro, Santa Catalina, El Gallinero o la Cañada Real Galiana. El ‘ecobarrio’ de Puente de Vallecas y el ‘ecobulevar’ de Villa de Vallecas son otras de las importantes actuaciones de la EMVS.

La EMVS la componen hoy más de 300 trabajadores que tienen entre sus valores un fuerte compromiso social, profesionalidad, ética, solidaridad, eficacia, experiencia y cercanía con el ciudadano al que sirven. Todo ello convierte a la EMVS en una empresa moderna, innovadora y sostenible con el medio ambiente. Y con mucho futuro, porque la EMVS seguirá apostando por la vivienda protegida de calidad. Actualmente tiene 7.000 viviendas en propiedad, pero los diversos proyectos que tiene en marcha harán que acabe el mandato en 2023 con más de 10.000 viviendas en el mercado.

¡A por otros 40 años más!