Atlético o madridista, ser o no ser. Es la disyuntiva principal de la mayoría de los madrileños, porque ser ‘rayista’ no es excluyente, pero ‘colchonero’ o ‘merengue’, sí. En Madrid la afición al fútbol no es precisamente escasa y su huella es rastreable en la cartografía de la ciudad. De la mano del Geoportal, la Fototeca y la Cartoteca del Área de Desarrollo Urbano, ahora que acaba de empezar la Liga, te invitamos a recorrer los estadios donde cada club madrileño ha sudado la camiseta a través de mapas, vuelos, fotografías y ortofotografías. Por aquello del orden alfabético, empezamos por el Atlético.
En el vídeo del Geoportal podrás rastrear al equipo desde que sus socios disputaran el primer partido el 2 de mayo de 1903 en un terreno situado detrás de las tapias de El Retiro. Acababa de nacer el Atlethic Club de Madrid y aun no era el club ‘colchonero’, pues esa equipación no llegaría hasta enero de 1911. En ese primer partido, vistieron camiseta azul y blanca en franjas verticales y pantalón negro o blanco. Entonces, seguramente pocos augurarían el ascenso meteórico de la afición a un deporte y a un club que les llevó una década después, el 9 de febrero de 1913, a trasladarse a un nuevo campo en O’Donnell.
Desde allí y tras otra década darían un nuevo salto, esta vez al Stadium Metropolitano, en las inmediaciones de Reina Victoria, en lo que hoy es la plaza de la Ciudad de Viena, donde el infante don Juan de Borbón haría el saque de honor el 13 de mayo de 1923 ante 25.000 aficionados. Tras la Guerra Civil, el club se fusionó con el Aviación Nacional, sección deportiva del Ejército del Aire, y pasó a denominarse Athletic Aviación de Madrid. Ahí proseguiría su exitosa carrera hasta que el 2 de octubre 1966 abriera sus puertas el Estadio del Manzanares, un lujo para la época con todas sus localidades provistas de asientos. Y sin cambiar de lugar, aunque sí de nombre, el 23 de mayo de 1972 el Manzanares pasó a llamarse Vicente Calderón, en homenaje a su presidente. Se hizo realidad su himno: “…yo me voy al Manzanares, al Estadio Vicente Calderón, donde acuden a millares los que gustan de un fútbol de emoción’.
Cuarenta décadas a la vera del río que finalizarían cuando a finales del año 2008 el club llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para la construcción de su nuevo estadio que tardaría casi nueve años en ser una realidad. En 2017 se daba el adiós al Calderón y en septiembre el Atleti estrenaba el Wanda Metropolitano con una victoria ante el Málaga. El viejo estadio dejaba paso al conocido como ámbito Mahou-Calderón.
Alma y corazón vallecanos
De los tres, el Rayo Vallecano fue el último en nacer. Lo hizo el 29 de mayo de 1924, con uniforme inicial de camiseta y pantalón blanco y medias negras con vuelta blanca que mantendría hasta la temporada 1939-40 cuando, por el acuerdo de colaboración con el Atlético de Madrid cambió la equipación añadiéndole la franja diagonal roja. En el vídeo podrás repasar los campos recorridos por el Rayo en sus casi 100 años de existencia. Empezó jugando en la calle de Las Erillas, por supuesto en Vallecas, un descampado que alquilaban y acondicionaban para los encuentros.
Allí jugó hasta 1940, fecha en la que consiguió campo propio, El Rodival, su casa hasta la temporada de 1953-54, cuando el Ministerio de la Vivienda expropia los terrenos para construir las 380 viviendas de la Colonia Erillas. Sería en diciembre de 1956 cuando se inauguraría el Estadio de Vallecas con un amistoso frente al Carioca América de Bello Horizonte. Los años trajeron de nuevo mudanza y, en octubre de 1972, el Estadio de Vallecas viviría su último partido contra el Baracaldo, saldado con un empate a dos. El Rayo merecía un campo mayor. Mientras se llevaban a cabo las obras (1972-1976), el club cambió Vallecas por Moncloa y durante cuatro años jugaría en el Estadio Vallehermoso, hasta que, en junio del 76, pudo inaugurar el Nuevo Estadio de Vallecas -ahora simplemente el Estadio de Vallecas- situado en el mismo lugar que el antiguo y con capacidad para 14.708 espectadores sentados que sacan pecho al cantar eso de “…el Rayo tiene temple de campeón”.
Espíritu blanco
El Madrid Football Club, la semilla del actual Real Madrid, empezó a jugar en sus inicios, allá por 1902, en la explanada junto a la antigua plaza de toros de Goya, arrendada a la reina María Cristina por 150 pesetas anuales y que, con los años, se quedó pequeña para ‘apiñar’ a tanto espectador. Así que el club se trasladó a O’Donnell, donde ya una valla separaba por primera vez a jugadores y espectadores y donde, con gradas y dos tribunas, se sumaban 6.000 localidades. Allí jugaría hasta que en 1923, con una Ciudad Lineal en pleno auge, Arturo Soria adaptó el velódromo al fútbol, incluyendo por primera vez césped en el terreno de juego.
Nuevo, cómodo, más grande, pero… lejano. Al final, el Real Madrid se embarcó en la construcción de un nuevo estadio en Chamartín, conocido popularmente como el ‘Viejo Chamartín’ ya con aforo de 15.000 espectadores que siguieron creciendo y que llevaron a una ampliación hasta los 25.000 después de la Guerra Civil. No fue suficiente y cuando Santiago Bernabéu llegó a la presidencia del club hizo realidad el sueño: crear un nuevo campo, el Nuevo Chamartín, uno de los campos modernos del mundo por aquel entonces que se inauguraría en diciembre de 1947 con una victoria frente a Os Belenenses, los campeones de Portugal.
Según crecían leyenda y afición, se sucedieron las obras de ampliación y mejora, pero no ha tenido vaivenes de traslados. La remodelación general llegaría de cara al Mundial de 1982, reduciendo el aforo de 125.000 a cerca de 99.000 localidades, aumentando la iluminación, incorporando nuevos videomarcadores… y no ha parado. De hecho, en 2007, la UEFA lo incluyó en la categoría de Estadios de Élite. En el vídeo del Geoportal podrás ver la evolución de la Ciudad Deportiva, desde su construcción e inauguración en mayo de 1963 hasta su traslado a Valdebebas.
Pasión y afición reflejada en la cartografía de esta ciudad.