Memento es un proyecto artístico colectivo que se acerca a la identidad de los barrios y la memoria de sus gentes con el tatuaje como hilo conductor y con el principal objetivo de crear el primer archivo emocional de Madrid. La del proyecto Memento es una lectura de la ciudad nada convencional que demuestra que otros relatos más contemporáneos son posibles. En Veranos de la Villa presentan la instalación transmedial Tatuar es cicatrizar juntas, con la que quieren comunicar todo el proceso que hasta ahora se ha desarrollado en Memento.

“En ningún momento quisimos que esta muestra fuese una situación independiente del proceso general del proyecto”, explican desde Memento. “Buscamos desarrollar una experiencia de condensación de todo lo vivido y todas las preguntas que se han abierto. Tatuar es cicatrizar juntas no podría existir sin todo lo sucedido, tatuado y registrado, al igual que Memento no podría existir sin todos los cuerpos que han participado”.

Proyecto Memento

¿Y qué es lo que ha sucedido? Memento parte del territorio, la identidad, el cuerpo, la colectividad, el tiempo o la soberanía como conceptos que construyen la base teórica del proyecto. Y se estructura en torno a una serie de talleres de puesta en común emocional en los que se invita a gente vecina del barrio a compartir aquellos tatuajes que son parte de su piel y las historias y recuerdos que hay detrás. Con las fotos y los relatos registrados se generan también obras que narran el barrio desde otras perspectivas a través de diferentes medios: videoarte, piezas sonoras, un libro con fotografías, un póster desplegable con una serie de relatos, una canción, una exposición… formatos diversos que se complementan y componen una narración transmedia de los cuerpos que habitan la ciudad.

El proyecto Memento ha trabajado hasta ahora en el distrito de Arganzuela (2019) en colaboración con Intermediae Matadero Madrid y en el distrito de Carabanchel (2020-2021) con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid. La intención del equipo es llegar a nuevos distritos.

El tatuaje como reclamo de la memoria

¿Y por qué hablar del tejido social de la ciudad desde los tatuajes? Lo que se plantea desde Memento es que vivimos en una sociedad desbordada por una inabarcable cantidad de información que acaba generando indiferencia y nos lleva a la amnesia. Sin embargo, “el tatuaje aparece como elemento de resistencia” porque “el recuerdo se sublima a través de una cicatriz en nuestra piel”.

Estas cicatrices -argumentan- son relatos impresos en el cuerpo de las personas que habitan la ciudad, un archivo histórico de experiencias personales, estilos de vida, sentires y conexiones. De esta manera, desde Memento se entiende el tatuaje como forma de comunicación no verbal que les permite abrir conversaciones sobre las experiencias vitales de los cuerpos que habitan un lugar. Y entienden la ciudad como “una red de pieles” que construye su identidad en base a la diversidad de la comunidad, de sus cuerpos tatuados y sus relatos.

Instalación transmedial en la Sala de Bóvedas

Los días 20 y 21 de agosto, a las 19:00 h, Veranos de la Villa y Memento nos invitan a adentrarnos en la genuina Sala de Bóvedas del Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque y descubrir Tatuar es cicatrizar juntas, una instalación transmedial que mira al pasado, se encuentra en el presente y propone un futuro a partir de los tatuajes que componen el archivo emocional de Madrid.

Elegir la Sala de Bóvedas no ha sido casual para el equipo de Memento, conformado por profesionales vinculados a la arquitectura y el arte. “Es un espacio arquitectónico increíble”, nos cuentan. “Además, las bóvedas en sí mismas son imponentes, con una condición absolutamente tectónica en su materialización, pura compresión estructural que cimienta el propio edificio; y frente a eso, introducir un gesto tan ligero, basado en el trazo de un tatuaje y que genera una instalación que más tiene que ver con flotar, con el equilibrio, lo contrario a la gravedad. Se enfrentan el peso de la historia construida con la ligereza que conforma una memoria en un cuerpo, la temporalidad de la arquitectura con la finitud de la piel como cuerpo vivo. Pero se enfrentan para revalorizarse y alimentarse mutuamente y dar cuenta de que ambos construyen memoria e identidad”.

Sala de Bóvedas del Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque
Sala de Bóvedas del Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque

 

Lo que el público se va a encontrar en esta instalación artística es un recorrido experiencial a través de tres espacios asociados al pasado, el presente y el futuro. “En cada uno de estos espacios se producirá una situación concreta, apoyada fundamentalmente en una propuesta sonora, performática y audiovisual, además de la puramente espacial que genera el camino entre espacios”, nos avanzan desde Memento.

En la primera sala se creará una escucha semejante al recuerdo, que sugiere un proceso individual, una experiencia íntima donde cobran protagonismo una serie de narraciones del archivo generado en Memento hasta hoy. Siguiente parada, una performance. “En la segunda sala se dispone el presente como un oxímoron, imposible de acotar. Solo podemos hablar de presente como frontera, punto de inflexión entre tiempos. La herida que muta el pasado en futuro. Este espacio actuará como rótula de todo el recorrido, centrándose en un acto de transmutación entre dos cuerpos”, nos cuentan sin explicitar el detalle para “guardar un poco el efecto sorpresa”. En la tercera sala, la del futuro, se culmina el recorrido iniciado en el acto individual para llegar a lo colectivo, “una voz conjunta, que dibuja un futuro difuso y complejo, que nos permite mirar de nuevo el presente y desentrañarlo”.

Se trata de una experiencia inmersiva de acceso gratuito y duración aproximada de dos horas, donde bajo la idea de la transmutación, los cuerpos que entran en la instalación, nunca serán los mismos que salen.

El equipo motor de Tatuar es cicatrizar juntas lo conforman Helena Gallego (arquitecta, investigadora, tatuadora), Niko Barrena (arquitecto, investigador, docente), Chaki Medina (videoartista) y Martina Gozalo (graduada en Filosofía), que comparten su afán por explorar nuevas formas narrativas desde lo contemporáneo. En la creación y producción sonora, Guillermo Sánchez; en diseño espacial, Marcos Navarrete; en la generación de archivo y diseño sonoro, Paciencia y Elías Merino, y en producción espacial, Sergio Rodríguez.

Inauguración de la exposición MEMENTOxARGANZUELA 2019 (Foto Lukasz Michalak / Estudio Perplejo)
Exposición MEMENTO x ARGANZUELA 2019 (Foto Lukasz Michalak / Estudio Perplejo)

Cartografía de un Madrid tatuado

Decíamos al principio que el deseo del proyecto Memento desde que arrancó es hacer de Madrid la primera ciudad que cuenta con un registro de su patrimonio emocional, del que dará cuenta la instalación en Veranos de la Villa. Además, se está generando un nuevo espacio en la web proyectomemento.org con una base de datos de todo lo registrado a través del proyecto, que permita a la ciudadanía subir sus propios contenidos “para cartografiar Madrid a través de los cuerpos que la habitan y las historias que cuentan sus pieles”.

Este archivo digital de Madrid aglutinará la producción de los desarrollos artísticos de Memento, el patrimonio emocional y las historias registradas, con el fin de preservar su persistencia en el tiempo tras los talleres y las exposiciones, y construir una identidad contemporánea y plural de Madrid.