El cuidado por el medio ambiente con nuevos espacios verdes, la lucha contra el cambio climático y la eliminación de la huella de carbono son algunos de los retos que las ciudades han de afrontar para convertirse en lugares más habitables. Un desafío en el que Madrid ya está trabajando para reinventarse al ritmo que demanda la sociedad
Madrid es una ciudad con historia en la que sus barrios, edificios, jardines y monumentos nos cuentan episodios de un pasado que, con sus luces y sus sombras, han conformado su identidad y la de sus habitantes. Pero las ciudades también evolucionan, y espacios que antaño albergaban unos usos ahora se transforman para adaptarse a los nuevos tiempos. Unos tiempos en los que la propia ciudad cobra protagonismo en un intento de volverse más ecológica, más respirable, más habitable.
En este marco de avanzar hacia una ‘nueva ciudad’, Madrid, a través del Área de Desarrollo Urbano, participa en el certamen Reinventing Cities, organizado por la red de ciudades C40, que busca mejorar zonas y espacios de las urbes para luchar contra el cambio climático y acabar con la huella de carbono, con tres proyectos que se ubican en los distritos de Villa de Vallecas, en el polígono La Atalayuela; en el barrio del Aeropuerto, en el distrito de Barajas y, en la antigua fábrica de Clesa, en el distrito de Fuencarral-El Pardo.
Una vez que estas zonas estén reformadas, primará el carácter innovador, con nuevos entornos verdes, donde será protagonista la gestión eficiente de todo tipo de recursos, con nuevas fuentes energéticas, y donde su población se adapte a los nuevos tiempos en los que la movilidad, el diseño de la zona y la propia vida será sostenible. Este es el caso del proyecto del barrio del Aeropuerto, una zona que se ha ido deteriorando con los años, pero en la que se pretende crear un nuevo entorno con viviendas, oficinas y zona de coworking, rodeados de nueva y numerosa vegetación y en las que los peatones y los ciclistas cobrarán protagonismo.
Toda la zona verde englobará una ‘petit village’ y quedará conectada a través de un edificio disruptor que albergará desde viviendas de uso residencial y de protección pública, hasta zonas de trabajo, pasando por salas de formación y eventos, además de una cafetería, o incluso una lavandería, y que culminará en sus plantas altas con huertos urbanos y zona solárium. La convivencia entre generaciones y formas de vida será la protagonista en un entorno que será cambiante y que evolucionará al igual que la propia sociedad que lo habite.
Y la fábrica dará paso a la investigación
Ubicada en el distrito de Fuencarral-El Pardo, a la espalda del hospital Ramón y Cajal, se encuentra la antigua fábrica de leche Clesa, un espacio de 15.000 metros cuadrados que durante más de cincuenta años fue proveedor de leche y productos lácteos de la firma burgalesa y que actualmente se encuentra en estado de abandono.
Sin embargo, el certamen Reinventing Cities puede devolver a este espacio el esplendor de antaño gracias a una intervención que convertirá la fábrica en un lugar de investigación científica e innovación, y que servirá a su vez de conexión entre los hospitales del entorno, Ramón y Cajal, y La Paz, y el campus urbano de la Universidad autónoma, transformándolo en un ecosistema de generación e intercambio de conocimiento dentro del campo de las Ciencias de la Vida.
Con esta intervención, Val-Verde pretende acercar la ciencia a la ciudadanía a través de un centro innovador que albergará salas de reuniones, laboratorios y oficinas, un centro de congresos y conferencias, espacios coworking e incubadoras, y un centro cultural y de divulgación científica para la formación tanto de escolares como de universitarios y público en general.
Todo ello se albergará en un edificio energéticamente eficiente, con materiales e instalaciones de alto rendimiento y bajo consumo, respetuoso con el medio ambiente y el control de emisiones de CO2. Además, este espacio quedará conectado con un entorno, en el que se fomentarán la movilidad compartida y el transporte público, donde habrá nuevas superficies verdes y donde se promocionarán los hábitos de consumo sostenibles y saludables.
Plataforma logística y respetuosa con el medio ambiente
Por su parte, el polígono industrial de la Atalayuela, en el distrito de Villa de Vallecas, es actualmente un enclave casi desértico solo habitado por cigüeñas establecidas en lo alto de farolas que, gracias al proyecto Hi Life, pronto dejarán de ver un terreno desnudo para poder contemplar un centro logístico en el que predominará el respeto por el medio ambiente.
Zonas verdes, paneles fotovoltaicos que abastecerán de luz a edificios y vehículos, o el establecimiento de una hidrogenera, son algunos de los elementos que conformarán este enclave. En él se pretende crear además una plataforma logística de proximidad de cross-docking consistente en la transferencia de mercancías de un vehículo a otro, sin pasar por nave logística, lo que ahorrará tiempos de reparto, así como gastos y riesgos de pérdida o daño en las mercancías.
Además, atendiendo al nuevo concepto de ciudad, más habitable y sostenible, la Atalayuela acogerá desde una escuela infantil, hasta una residencia de ancianos, dejando atrás el concepto de polígono industrial tradicional y dando paso a un nuevo modelo de parque industrial más habitable, que conectará a su vez con el tramo del Bosque Metropolitano que transcurre por esa zona.
Y es que estamos en una continua evolución y Madrid no puede quedarse atrás. Por eso ya está dando los primeros pasos en esta metamorfosis hacia una ciudad reinventada, que afronta los desafíos de un cambio global, pero sin dejar de lado la calidad de vida y el bienestar de sus habitantes. /