El pasado 29 de abril el Ayuntamiento de Madrid dio un nuevo impulso a uno de los mayores ámbitos de desarrollo de la ciudad para los próximos años. Situado en el sureste de Madrid, en el distrito de Vicálvaro, el proyecto de urbanización de Los Berrocales contempla la urbanización de más de 8,3 millones de metros cuadrados, de los que un 26,5% irán destinados a zonas verdes y donde se construirán más de 22.000 viviendas.
Con este nuevo paso, el objetivo es aprobar la adaptación del proyecto de urbanización a su ejecución por etapas y adaptarlo tanto a los nuevos criterios de movilidad como al cumplimiento de los Acuerdos de la Villa, así como a todas las modificaciones y aprobaciones normativas que han surgido desde el momento que fue aprobado el proyecto en el año 2006 hasta ahora.
Más de 22.000 viviendas y una inversión de 3.000 millones de euros
La ejecución del proyecto de urbanización se llevará a cabo por la Junta de Compensación de Los Berrocales bajo la supervisión del Área de Obras y Equipamiento y está previsto que se divida en seis etapas que se desarrollarán de forma sucesiva durante los próximos años. Durante este tiempo tendrá lugar la progresiva implantación de servicios, así como la construcción de edificaciones.
Si echamos un vistazo a las cifras podemos hacernos una idea de la magnitud del proyecto cuyo desarrollo incluirá 640.000 m2 de parque industrial, 235.000 m2 de oficinas, 220.000 m2 de usos terciarios y 855.000 m2 de espacios libres y verdes. El ámbito también tiene previsto la construcción de más de 22.000 viviendas, de las que alrededor de 7.000 serán de precio tasado y 4.300 de protección oficial, de ellas, 3.800 de promoción municipal.
La urbanización del espacio público contará con una superficie de aceras y ámbitos peatonales que superará los 714.000 m2 y los 435 kilómetros de bordillos. Además, las calles dispondrán de 4.900 puntos de luz de alta eficiencia energética y en las aceras se plantarán más de 12.600 árboles de forma lineal.
Más allá de las grandes cifras, el objetivo es crear un espacio urbano acorde con las necesidades de una ciudad del siglo XXI, por eso, desde su aprobación inicial el proyecto ha sido modificado con el objeto de crear un ámbito urbano más amable, más sostenible y en el que la calle sea un espacio para vivirlo y disfrutarlo y no sólo para transitarlo. De este modo, se crearán supermanzanas, que son unidades urbanas compuestas por varias manzanas básicas cuyos viarios interiores están destinados únicamente para el acceso de residentes y cuentan con prioridad peatonal, así como abundantes espacios estanciales ajardinados.
Para hacer posible un espacio urbano más sostenible, el proyecto incluye el diseño de los más avanzados sistemas de drenaje sostenible tanto en aceras como en zonas verdes, siendo pionero en la implantación de uso eficiente del agua, la introducción de medidas para la mejora de la biodiversidad y el mantenimiento de acuíferos y, por tanto, de las zonas verdes sostenibles.
La ejecución del proyecto supondrá también un impulso económico para la ciudad con una inversión total de alrededor de 3.000 millones de euros, lo que generará más de 200.000 empleos y convertirá a este ámbito en uno de los principales motores para la recuperación económica de Madrid durante los próximos años.
Los cinco ámbitos de desarrollo del Sureste de Madrid
Los Berrocales es uno de los cinco ámbitos de desarrollo de la zona sureste de Madrid. Junto a él, la estrategia de desarrollo de la parte oriental de la ciudad también comprende los ámbitos de El Cañaveral, Los Ahijones, Valdecarros y Los Cerros. Todos ellos abarcan el territorio comprendido de la corona metropolitana del sureste que va desde la carretera de Andalucía hasta el límite con los términos municipales de Coslada y San Fernando, entre las autovías M-40 y M-50.
El desarrollo de estos ámbitos, de acuerdo con el Plan General de Ordenación Urbana, se realiza por la iniciativa privada a través de las Juntas de Compensación y con la supervisión y apoyo del Consistorio que ha posibilitado a través de acuerdos la ejecución de la estrategia por etapas, garantizando así que cada una de ellas responda a criterios homogéneos, coordinados, coherentes y sostenibles, con plena integración en el entorno, con una movilidad adecuada y con una dotación de los servicios e infraestructuras necesarios.
Con este nuevo paso, se posibilita que el desarrollo de la ciudad avance no solo aumentando la superficie de suelo para cubrir las demandas de viviendas, especialmente las de protección oficial, oficinas, comercios e industria, sino también generando nuevas oportunidades económicas y permitiendo el desarrollo de la ciudad hacia el sureste a través de estos nuevos ámbitos urbanos.