Cuando hablamos del Archivo de Villa del Ayuntamiento de Madrid pensamos, acertadamente, que es el lugar donde se custodian documentos históricos de gran valor como el Privilegio de Alfonso VII confirmando a Madrid su territorio (1152 Toledo), el Fuero de Madrid (1202) o la Memoria sobre la Epidemia de la Gripe (1889-1890), por poner tres ejemplos entre tantos tesoros manuscritos. Pero quizá no todo el mundo ha reparado en que es también el lugar donde podemos rastrear la huella documental de nuestros antepasados y recrear historias familiares con los datos que arrojan padrones municipales, libros de registro civil o de servicio militar que nos hablan de la vida cotidiana de Madrid.
Oficina pública
Estos fondos de gran interés histórico y genealógico, decenas de miles de manuscritos fechados entre los siglos XIX y XX, han comenzado a digitalizarse con transcripción automática de su contenido en febrero, con el doble objetivo de agilizar la prestación del servicio público de consulta desde la base de datos del Archivo de Villa y de preservar la información a largo plazo en formato digital.
La función del Archivo de Villa como oficina pública comenzó a mediados del siglo XVIII y se abrió a la investigación en 1844. La ciudadanía puede obtener informes administrativos sobre datos de los padrones custodiados de forma gratuita. Y para la realización de genealogías, podemos acudir a la sala de investigación con cita previa.
Para llevar a cabo este inmenso proyecto de digitalización, el Ayuntamiento de Madrid ha suscrito un convenio con la entidad sin fines de lucro FamilySearch, dedicada a la conservación genealógica desde 1894, año en que se fundó como Genealogical Society of Utah, y artífice de uno de los grandes y más singulares archivos del mundo, a doscientos metros bajo tierra en las Montañas Rocosas, donde se almacenará una segunda copia digital de los fondos. Por delante, cuatro años de colaboración, con posibilidad de prorrogarse otros cuatro.
Rastrear la huella documental de antepasados
Se va a digitalizar el fondo de Estadística del Ayuntamiento de Madrid con registros de nacimientos, matrimonios y defunciones hasta principios del siglo XX y los libros de padrones municipales entre 1846 y 1965. De periodicidad quinquenal, los padrones son una de las fuentes de mayor interés genealógico, porque aportan datos de todos los residentes de una vivienda, calle, barrio y distrito de la época, lugar y fecha de nacimiento, profesión, si saben leer o escribir, años de residencia en Madrid, parentesco o alquiler mensual.
Si nos planteamos rastrear un antepasado o familiar, nos puede servir de guía la huella documental de la escritora María de la O Lejárraga (1874-1974), también maestra y política, casada con el autor teatral Gregorio Martínez Sierra. Nos muestra cómo a través de la consulta de padrones de distintos años, del registro de su matrimonio e incluso del plano de la casa donde vivió, podemos recrear una historia familiar. O también podemos descargar desde la Biblioteca Digital Memoria de Madrid las hojas manuscritas de padrones de Benito Pérez Galdós (1843-1920).
También se van a digitalizar los fondos con información sobre reclutamientos y reemplazos militares del siglo XIX en la capital. En la sección de Quintas (1813-1879), con 509 legajos y más de 1.000 expedientes de algunos distritos de Madrid, encontramos información del proceso de reemplazo anual y de los jóvenes reclutas que se incorporaban al ejército regular para servir a la nación, que eran uno de cada cinco, de ahí la expresión ‘los quintos’. Y el fondo de Milicia Nacional (1822-1856), sobre el cuerpo de ciudadanos armados con tareas de orden público y seguridad, cuenta con 327 legajos con registros de soldados y de armas, instancias y memoriales para solicitar el ingreso en filas.
Imágenes de texto manuscrito accesibles
La digitalización de la documentación genealógica se está llevando a cabo en el Archivo de Villa, responsable de registrar toda la información. Por su parte, la Biblioteca Digital Memoria de Madrid y el Departamento de Tecnología, Innovación y Accesibilidad coordinan los trabajos para asegurar la calidad de las imágenes y su correcta descripción de forma que se garantice la homogeneidad con el resto de documentación digitalizada por el Ayuntamiento y se asegure la futura explotación de la información.
Una vez llevada a cabo la digitalización, para sacar el máximo partido a las imágenes de texto manuscrito, resulta clave contar con la transcripción, porque es lo que hace accesible el contenido de interés a la hora de realizar búsquedas. Cuando tenemos un documento impreso, es fácil extraer el texto con métodos de reconocimiento óptico de caracteres (OCR), pero esto es más complicado con imágenes de texto manuscrito donde las letras son diferentes según quien escriba.
Aquí es donde entra en juego el empleo de técnicas de inteligencia artificial. FamilySearch ha conseguido grandes avances en la indexación automática de documentación histórica manuscrita y cuenta con una herramienta de desarrollo propio para el reconocimiento del texto que resulta muy útil para hacer la transcripción.
Un futuro en línea
Acaban de empezar y hay un ingente trabajo por delante. Toda esta documentación digitalizada se irá volcando poco a poco, a medida que vaya avanzando el trabajo, en la base de datos consultable en el Archivo de Villa.
Además, una vez exista un volumen suficiente de registros digitalizados e indexados, no se descarta dar acceso a los manuscritos originales en línea, siempre en consonancia con la normativa para este tipo de documentos. Desde la Biblioteca Digital Memoria de Madrid ya se barajan diferentes opciones que podrían ir desde un desarrollo para que podamos consultar padrones de personajes ilustres hasta ‘buscarte’ en el padrón de Madrid. Las posibilidades son infinitas.