Madrid está a un paso de ver culminado el que ha sido su mayor proyecto de transformación urbanística en lo que va de siglo, la cubrición de la M-30 y la creación de un enclave medioambiental único, el parque urbano Madrid Río. Tras la vuelta del verano, comenzarán las obras en el tramo restante que discurría por debajo de la tribuna del estadio Vicente Calderón para llevar a cabo un proyecto diseñado con el doble objetivo de cubrir el tráfico rodado y dotar de continuidad ambiental, peatonal y paisajística a este nuevo eje verde de la ciudad que contará con tres miradores hacia el Manzanares, desde los que cambiará la percepción del río para los madrileños.
Cierre de una brecha urbana
Una nueva estructura de 620 metros de largo y 40 de ancho cerrará esta brecha urbana y permitirá mejorar no solo la seguridad de la vía, sino también de la calidad del aire de la zona. La solución proyectada mantiene cubierto el trazado actual de la M-30 con el mismo número de carriles y une las dos bocas del túnel existente, permitiendo la entrada desde la calle de San Epifanio. Además, para albergar todas las instalaciones necesarias para ventilación, transformadores de energía eléctrica y escaleras de emergencia, se ha previsto la construcción de dos cuartos técnicos.
La superficie de este tramo llevará aparejada la prolongación de Madrid Río y se crearán tres nuevos miradores volados sobre la lámina de agua del río Manzanares. Las obras, cuya finalización está prevista para el primer semestre de 2023, cuentan con un presupuesto base de licitación de 69 millones de euros.
El primer paso será la ejecución de los pilotes perforados de hormigón, calculados para salvar las estructuras de cimentación tanto del antiguo estadio Vicente Calderón como del túnel ferroviario de Cercanías.
A continuación, se procederá a la construcción de los encepados que constituirán el punto de unión entre los pilotes y las vigas. Una vez finalizados estos trabajos, se ejecutarán los muros de hormigón armado en los laterales y se llevará a cabo el montaje de las vigas prefabricadas de hormigón pretensado. Finalmente, se procederá a la construcción de la losa.
Minimizar los impactos de las obras en la movilidad
Durante los 20 meses que duren las obras, para minimizar todo lo posible los impactos en la movilidad vehicular de la zona, se mantendrá la circulación de la M-30 por el desvío provisional, que será demolido una vez finalicen y se restituya el tráfico a la calzada definitiva. Únicamente, están previstos cortes puntuales de tráfico en horario nocturno durante el montaje de las vigas de las zonas de cubierta próximas a las actuales bocas del túnel.
Un proyecto diseñado para dar continuidad ambiental, peatonal y paisajística
Madrid Río, uno de los grandes espacios verdes madrileños, es un enclave único, símbolo de la regeneración y transformación urbana de la capital y artífice de la puesta en valor y renaturalización de nuestro río, el Manzanares. Un gran parque lineal que discurre desde el puente de los Franceses hasta el Nudo Sur y que, una vez finalizadas las obras en el tramo del Calderón, culminará su continuidad ambiental, peatonal y paisajística.
Para conseguirlo, el primer paso será la integración de las obras de cubrición con el espacio verde ya existente. En este sentido, el proyecto ha sido diseñado para que la fachada hacia el río esté formada por un paño de granito que dé continuidad al ya ejecutado. Y para hacerla más amable, la nueva fachada se articulará con el río a través de un talud verde en el que se plantarán árboles y vegetación, integrándola así con el paisaje del entorno. Además, contará con tres miradores que volarán sobre el cauce para generar nuevas perspectivas del río.
Una vez finalizado el trabajo de cubrición, que correrá a cargo del Área de Obras y Equipamientos, la Junta de Compensación del desarrollo Mahou-Vicente Calderón procederá a la ejecución del parque sobre su cubierta con los mismos criterios paisajísticos y de diseño de Madrid Río.
Metamorfosis del ámbito Mahou-Calderón
Esta zona sur de la capital también será testigo de la metamorfosis del espacio en el ámbito Mahou-Calderón. La urbanización del entorno pasará a llamarse Ribera del Calderón y abarcará una superficie total de 193.800 m2, el equivalente a unos 17 campos de fútbol. El proyecto lleva aparejadas cifras como la creación de 1.312 viviendas, 13.839 m2 de zonas destinadas a equipamiento básico público y una dotación de 73.000 m2 para zonas verdes.
Todo ello, junto con el cierre de la M-30 en el tramo del antiguo Calderón y la prolongación de Madrid Río, permite a la ciudad seguir avanzando en su regeneración urbana y medioambiental. Continuar el camino, en definitiva, hacia una mayor calidad de vida para sus ciudadanos y visitantes y mejorar la sostenibilidad ambiental.