En esta época de pandemia y temporales, las familias madrileñas se han visto expuestas a situaciones nunca vividas. Las parejas están más tiempo juntas, los padres y madres conviven más con sus hijos, a veces adolescentes, y el desgaste emocional por el confinamiento pasa factura.
Son momentos de tensión que hacen aflorar problemas de convivencia o de falta de comunicación. El Ayuntamiento de Madrid tiene una herramienta, que son los Centros de Apoyo a las Familias (CAF), para ayudarlas tanto en momentos de normalidad como en la actual crisis provocada por la COVID-19.
¿Qué son los CAF?
Son unos espacios especializados que ofrecen un soporte a las familias para afrontar las dificultades que surgen en el desempeño de sus funciones parentales, así como asesorar a parejas que proyectan crear un nuevo hogar. También están para prevenir y ayudar a resolver situaciones de conflictividad familiar, porque no hay que esperar hasta que el problema ya no tenga solución.
Los siete centros de la Dirección General de Familias, Infancia, Educación y Juventud están repartidos para garantizar la cobertura de los 21 distritos. Todos sus servicios son gratuitos y están desempeñados por profesionales de la psicología, derecho, trabajo social y mediación con amplia experiencia en intervención familiar.
El apoyo a las familias se concreta en diferentes servicios que van desde la mediación y orientación social hasta la formación o el asesoramiento jurídico. Las prestaciones que realizan estos centros son eficaces y diversas:
- Información a familias y profesionales de manera presencial, telefónica o telemática.
- Orientación social, evaluando la situación y necesidades familiares para ofrecer información o derivación a otros programas o recursos, si procede, y realizar la atención social necesaria.
- Asesoramiento jurídico en asuntos relacionados con divorcios, rupturas de pareja, disolución del régimen económico matrimonial o herencias.
- Atención psicológica ante las dificultades en el ámbito de las relaciones familiares, que puede consistir en orientación e intervención individual, familiar o grupal.
- Prevención de las relaciones de violencia en el ámbito familiar, con una intervención dirigida tanto a quien la sufre como a quien la ejerce para prevenir y descartar situaciones similares en el futuro. Las situaciones graves son derivadas a otros recursos de la red como violencia de género o protección de menores.
- Mediación familiar para promover acuerdos consensuados en situaciones de conflicto como ruptura de pareja, cuidado de mayores o dependientes y discrepancias entre menores y progenitores. Las vías de acceso a la mediación pueden ser directamente o por derivación judicial.
- Espacios de relación para familias con niños de 0 a 6 años donde se favorece a través del juego la vinculación afectiva, el intercambio de experiencias y la creación de redes intrafamiliares.
- Formación en grupos de reflexión, dirigida a familias y profesionales, para desarrollar habilidades en la convivencia.
- Promoción de la participación de las familias en actividades comunitarias, así como la cooperación activa del CAF con la red social comunitaria.
Formación, un pilar fundamental para las familias
Las charlas y talleres de los CAF, que actualmente se realizan online, tratan todos los temas que más preocupan a las familias. Desde Pautas de crianza, Berrinches y rabietas, Horarios y rutinas o Normas y límites para guiar a los más peques hasta Un abuelo positivo vale por dos para los más mayores.
Otros cursos son más generalistas como Inteligencia emocional para la vida diaria, Abordando con éxito un divorcio difícil: Aspectos legales, Uso adecuado de las nuevas tecnologías, Prevención del acoso escolar desde la familia o Deterioro cognitivo.
Espacios de convivencia y participación
Estos centros son también lugares de encuentro para intercambiar experiencias y mejorar las relaciones, a la vez que realizan una intervención por parte de profesionales con expertos en crianza. La metodología puede ser el juego, los talleres o alguna charla formativa según la edad de los hijos e hijas.
Por ejemplo, para familias con niños de 2 a 4 años existe el grupo ‘Lobito Benito’, un espacio con sesiones grupales en las que se tratan temas relacionados con la crianza, los cambios que experimenta la familia y los vínculos afectivos.
La ‘Panda del Oso’ es otro programa destinado al tramo de edad de 0 a 6 años para fomentar y fortalecer el vínculo entre padres y madres e hijos. A través de actividades, charlas formativas y experiencias compartidas se favorece el desarrollo social y afectivo del niño o niña, así como su autonomía personal.
Otro grupo está destinado a familias con hijos a partir de 8 años para mejorar las relaciones entre niños y progenitores, y otro para adolescentes de 13 a 18 años, cuyo objetivo es tener un espacio de expresión emocional donde compartir dudas, necesidades o inquietudes propias de la etapa evolutiva en que se encuentran.
En 2019 los CAF atendieron a 47.712 personas pertenecientes a 36.320 familias, (un 7,9 % más de beneficiarios que en 2018). El grado de satisfacción general es superior al 80 %.
Perfiles y principales demandas
La demanda de atención psicológica ante las dificultades en el ámbito de las relaciones supuso un 43,4 % de las solicitudes y, en menor medida, el asesoramiento jurídico (20,2%) y la orientación social (16,3%). En acciones formativas participaron 5.303 personas y en actos informativos, 6.045.
La mayoría de las familias que acuden a los CAF son de tipo nuclear (63,3 %) o monoparental (26,1%) y tienen hijos (90,5 %), normalmente uno o dos (77,3 %). Las mujeres continúan teniendo más presencia que los hombres (78,8 % y 21,2 %), respectivamente) y hay una mayoría de personas de nacionalidad española (84,5 %).
Aunque en 2020 la pandemia obligó a cerrarlos, desde el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social se siguió prestando el servicio online o telefónico y se crearon unas Guías para las Familias para apoyar y resolver dudas relacionadas con el estado de alarma o la pandemia.
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