Euforia y responsabilidad. Es el arco de emociones en el que se mueven las cuatro chicas de Hinds, el grupo musical que protagonizará el concierto de Reyes el 5 de enero en el Teatro Real junto a la Banda Sinfónica Municipal de Madrid. La conjunción de sus guitarras eléctricas y el sonido orquestal de la banda es todo un reto. De hecho, dicen que ya han recibido los arreglos de la Sinfónica Municipal y sólo viven para ensayar, ensayar y ensayar. Las entradas ya se pueden adquirir: aquí
Su elección es una apuesta del programa de Navidad elaborado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid.
El cuarteto madrileño (todas han nacido en el foro) lo componen Carlota Cosials (guitarra y voz), Ana García Perrote (guitarra y voz), Ade Martín (bajo) y Amber Grimbergen (batería). Las edades de las cuatro ciervas, traducción de Hinds, oscilan entre los 24 y los 29 años. Los expertos en música sitúan al grupo en el género del garaje pop, rock y surf. Aunque, como a todos los creadores no les gusta que las encasillen; “hacemos música de guitarras”, dicen.
Petar el concierto
¿Qué espera Hinds de este concierto? “Petarlo”, contestan. “Estamos impresionadas con el combo que ha hecho la Banda Municipal de las canciones de nuestro último trabajo, el disco The Prettiest Curse. “Unos temas –continúan- sonarán más dramáticos y elegantes, pero también los hay divertidos y con tono navideño”.
El escenario del Teatro Real impone. Y mucho. Piensan en las grandes figuras de la música que lo han pisado y les da un poco de vértigo. Curiosamente, también les estremece un hecho insólito en su carrera musical: sus familias irán a verlas. Cuando se las pregunta si esperan su aprobado en ese concierto, con risas nerviosas reconocen que “si no logramos que nos aprueben tocando en el Teatro Real ya no hay manera de impresionarles”.
Las esperan el público, la familia, los músicos…Tienen agallas. Pero su audacia y valor musical han sido ya refrendados en la escena internacional. “Hemos funcionado desde el minuto uno como un grupo internacional o inglés, más bien”, reconocen. En 2014 sacaron a la luz dos temas: Bamboo y Trippy Gum, en Bandcamp (música en línea y plataforma de lanzamiento de nuevos talentos) como Demo. Y de ahí empezaron a volar muy alto. Con esos temas enamoraron a artistas internacionales como NME, The Pastels y The Black Keys. The Guardian las eligió como grupo de la semana de septiembre de 2014.
Muchos kilómetros en la espalda
En 2014 ganan el premio Converse Make Noise Malasaña y ese mismo año publican una edición limitada de Demo en vinilo con el sello británico Lucky Number. Carlota, Ana, Ade y Amber han recorrido muchos kilómetros en términos literales, ya que han estado seis años de viaje actuando en Gran Bretaña, Dinamarca, Holanda, Tailandia, Francia, Portugal, Alemania, Australia y Estados Unidos.
Con esa trayectoria se podría suponer que se hayan acabado las noches de dormir en el suelo de primos o conocidos. Primero resoplan, sobre todo Carlota y Ana, y luego subrayan que el prestigio no ha llegado todavía a sus bolsillos. “Ya no dormimos en el suelo, pero todavía tenemos que compartir cama o habitación. En Londres, por ejemplo, nos hemos hospedado en la casa de nuestro sello discográfico Lucky Number Music”. Los gastos de una gira, explican, son elevados, sobre todo en el extranjero, “hay que pagar aviones, furgonetas para transportar los equipos de música y a los técnicos”.
Ciervas y gatas
Las cuatro ciervas o gatas por su nacimiento en Madrid, adoran su ciudad, cómo no. Aman sus calles, su vida social, su gente y esa cuasi tradición de las cervezas los domingos por la mañana. Pedimos que se autodefinan con una sola palabra. Carlota elige el adjetivo valientes; Amber, luchadoras; Carlota, honestas y Ade, supervivientes.
Carlota Cosials y Ana García Perrote, además de ser las guitarras, son las voces principales. Casualidad o no, ejercen de portavoces del grupo. Amber Grimbergen, con su cara de ángel, es la batería. Un instrumento que ha elegido después de estudiar durante muchos años solfeo y piano; es hija de músicos. Ade Martín, más introvertida y a la vez desafiante, se encarga del bajo eléctrico. Tienen en su haber tres discos: Leave Me Alone (2016); I Don’t Run (2018) y The Prettiest Curse (2020). A los que hay que sumar otros cuatro sencillos: Demo, Barn, Chili Town y Burn.
Las Hinds han tocado en el circuito indie internacional más importante como los festivales de Coachella o Glastonbury. Stephen Colbert, el popular presentador del late nigt de la cadena estadounidense CBS, las invitó a su plató dada su emergente irrupción en la escena musical. Fueron el primer grupo español en actuar en este programa del famoso actor, guionista y cómico de la televisión estadounidense.
Las han comparado con bandas de rock como Velvet Underground y The Pastels, todos ellos protagonistas de la agenda musical de la década de los 60. Sus influencias, dicen, son Black Lips, Ty Segall, The Parrots, The Strokes, The Vaccines y Mac DeMarco. ¿Y del panorama español, quiénes os gustan o son referentes? Distinguen entre lo que les gusta escuchar y aquellas bandas de las que beben. Y dejan caer nombres como Bad Gyal, Las Punsekes, Sen Senra o The Parrots.
“El concierto de su vida”
Estudiaban Arquitectura, Relaciones Públicas, Arte Dramático y Publicidad, pero la potente voz de la música se interpuso en su camino y ahora están a punto de subir los escalones de acceso al Real. Su frescura, alegría y diversión darán la bienvenida al nuevo año.
Lanzamos una cuestión: ¿Qué esperan, qué desean para 2021? Amber es la primera en contestar: que se acabe la COVID-19. Ana no duda: “más cultura, más música”. Carlota hace una reflexión: “2020 ha sido devastador. Se han roto muchas cosas. Quiero buen humor”. Y Ade, quizás más triste o cansada en esta larga mañana de diciembre, observa que “se han quebrado tantos sueños, tantos proyectos e ilusiones, que deseo que todo esto acabe”.
Son jóvenes, audaces, con talento musical y con la energía para cabalgar un 2021 diferente al aciago 2020. Al fin y al cabo, les espera lo que denominan “el concierto de su vida”. Y ahí, a la vuelta de la esquina, la esperanza de una vacuna para la pandemia mundial de la COVID-19. /