Los vecinos del lugar saben que, no hace tanto, en ese solar que lleva tiempo abandonado, dormían los autobuses del Ayuntamiento. Vieron entrar y salir a muchos vehículos municipales porque allí se encontraban las conocidas como cocheras de Buenavista hasta que, en 2006, fueron trasladadas al actual Centro de Operaciones de Carabanchel en otra ubicación del mismo distrito.
Tuvieron que pasar años para su derribo hasta que, tras un arduo proceso de descontaminación del terreno, quedó libre el amplio espacio que ahora va a adquirir uso residencial. Un solar para el que, recientemente, el Ayuntamiento ha aprobado el proyecto de urbanización denominado ‘Cocheras Buenavista’ que promoverá la urbanización de los casi 40.000 metros cuadrados antes ocupados por los autobuses.
En concreto, el suelo está situado en la avenida de Carabanchel Alto, 21, en el barrio de Buenavista. En 1969, el Consistorio dio este nombre a uno de los barrios que hoy conforman el distrito de Carabanchel, sustituyendo a la anterior denominación de Carabanchel Alto en cuyos límites actuales se encuentra buena parte de lo que era el casco antiguo del pueblo original.
Testigo de la movilidad madrileña
Corría el año 1955 cuando la EMT comenzó a utilizar las instalaciones de Buenavista como dormitorio de sus vehículos. Primero como estacionamiento de tranvías y posteriormente de autobuses hasta su clausura en 2006.
Aunque los orígenes de las cocheras se remontan a mucho antes. Se sitúan en los albores del siglo XX, cuando la SGTE (Sociedad General de Tranvías Eléctricos de España), que había absorbido el accionariado de la compañía del Tranvía de Carabanchel a Leganés, convocó a los contratistas interesados en la construcción de una nueva cochera en Carabanchel Alto (Buenavista). Coincidía esta operación con el inicio del proceso de electrificación de la línea tranviaria de los Carabancheles a Leganés.
El proceso de adjudicación y construcción se resolvió en dos años y así, en 1903, fue posible la puesta en marcha de la nueva cochera, al mismo tiempo que llegaba el servicio eléctrico a Carabanchel Alto.
Con el comienzo de la Guerra Civil, tras el avance de las tropas franquistas sobre Madrid, la cochera de Buenavista quedó sin servicio. Los avatares de la cochera entre 1936 y 1947, momento en que se constituye la Empresa Municipal de Transportes (EMT), fueron prolijos y muy confusos.
Sí se sabe que, en un principio, las instalaciones fueron destinadas por la empresa para albergar los almacenes generales, una escuela de capacitación y un depósito de material retirado de circulación (los últimos tranvías Westinghouse), hasta que en el año 1953 sufrieron un incendio. Dos años más tarde, en 1955, la EMT recuperó su uso como cochera de tranvías y posteriormente de autobuses hasta su cierre.
Transformación y urbanización
Ahora, el proyecto urbanístico aprobado transformará la parcela de las cocheras en un conjunto de viales, parques públicos y parcelas acorde con el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, dotando a los terrenos de los diversos servicios de alcantarillado, agua, energía eléctrica, alumbrado público, telecomunicaciones y gas.
La superficie total del ámbito de actuación es de 38.314 m². Está desglosada en dos áreas, una de 27.574 m² destinada a dotaciones públicas (viario, zonas verdes y equipamientos) y otra de 10.740 m² destinada a uso residencial. Está prevista la construcción de 626 viviendas libres. Dentro del uso dotacional hay que destacar los 11.600 m² que se destinarán a zonas verdes.
El proyecto, promovido por una empresa constructora privada, se va a ejecutar por el sistema de compensación y será supervisado por el Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento. Con un presupuesto que asciende a 6,2 millones de euros, se prevé un plazo de ejecución de 18 meses.
En un horizonte no lejano, el proyecto Cocheras de Buenavista será una realidad y el dormitorio de autobuses ya será historia./