Carmen Barrantes y Jorge Usón pertenecen al llamado ‘clan aragonés’ de actrices y actores que llevan años viviendo en Madrid. Junto a Laura Gómez-Lacueva son actualmente las tres patas de la compañía teatral Nueve de Nueve, formada en 2010. Ha sido esta compañía la encargada de inaugurar la programación cultural municipal en el Teatro Español con el montaje ‘Con lo bien que estábamos’, que ambos protagonizan bajo la dirección de José Troncoso y la producción de Amelia Hernández.

“Estamos entusiasmados de haber tenido esta oportunidad -explica Jorge Usón- porque sentíamos un profundo deseo de abrir los teatros a la ciudadanía”. “Para una compañía modesta como la nuestra, esto ha sido entrar por la puerta grande”, añade Barrantes.

El título de la obra puede parecer, en estos momentos que vivimos, casi premonitorio, cuando muchas personas añoran esa ‘normalidad’ en la que habían instalado sus vidas, con sus cosas buenas y malas. “Es curioso el paralelismo que podemos ver ahora con la situación que atravesamos. Este montaje habla de Marigel y Esteban, una pareja de ferreteros con una vida rutinaria, perfectamente estructurada, aparentemente felices -explica Carmen Barrantes- hasta que un día pasa algo que altera sus vidas. El teatro llega al pueblo y entonces una especie de espíritu penetra en la vida de Fernando y hace que su vida cambie, quizá para convertirla en un caos o quizá en algo maravilloso, eso ya dependerá de cómo lo vea cada espectador”.

Química dentro y fuera del escenario

Un espectador que podrá disfrutar de esta tragedia española y esperpento musical con el sonido en directo del piano de Néstor Ballesteros. “Tenemos una magnífica partitura que nuestro capitán José Troncoso ha trabajado en un complejo proceso creativo con Ballesteros. Estamos felices porque estamos haciendo el teatro que queríamos, una especie de traje a medida, lo cual es un lujo hoy en día con lo difícil que es sacar adelante la producción de obras teatrales”, explican los actores.

No es la primera vez que Carmen y Jorge son pareja artística. Ya lo fueron en el ‘Cabaré de Caricia y Puntapié’, Premio Max 2013 al Mejor Espectáculo de Teatro Musical y en las series de televisión ‘Amar es para siempre’ y ‘B&B, de boca en boca’. “Todo el mundo nos dice que se nota mucho la complicidad que tenemos en el escenario, pero es que son muchos años trabajando juntos, compartimos tiempo también fuera del escenario y nos compenetramos perfectamente”, explica Usón. “De hecho no necesitamos ni hablarnos –apostilla Barrantes- solo con que me mire ya sé lo que me quiere decir, pero aun así, en el teatro ocurre algo que no pasa en otros medios y es que todos los días aprendemos algo, todos los días descubrimos un nuevo matiz por pequeño que sea que podemos incorporar a la función del día siguiente”.

 

Amar Madrid, amar el teatro

Tiempo para compartir, espacios donde intercambiar miradas y aprender. Algo que parece difícil en una ciudad como Madrid. “Decía Sánchez Ferlosio que poca gente viene a amar Madrid, todo el mundo viene a sacarle algo -explica Jorge- yo a esta ciudad le debo todo lo que soy, es la ciudad que me abrió las puertas a mi ensoñación de ser actor». Barrantes señala que al principio le costó adaptarse. “Dejar una ciudad pequeña como Huesca, mis amigos, mi familia, las pequeñas cosas… al principio fue un poco duro pero esta ciudad está llena de oportunidades, te abre las puertas a conocer a gente muy interesante y al principio de instalarme, allá donde iba, siempre encontraba gente estupenda de la que aprender. Hoy en día es la ciudad a la que le debo mi carrera profesional”. Por eso quizá ambos reconocen ser “profundamente aragoneses pero felices madrileños de adopción”, aunque también coinciden en afirmar que es una ciudad donde todo va muy deprisa. “Aquí sientes como una sensación de ansiedad permanente, todo va muy rápido, todo se hace con estrés”, apunta Usón.

Pero llegó la pandemia, esa que nos obligó a todos a parar un poco nuestras vidas. Ellos tuvieron que parar temporalmente la producción en la que estaban trabajando, ‘La tuerta’, que esperan retomar pronto porque tienen claro que el teatro no tiene caducidad y que la ciudadanía necesita la cultura. “Tenemos que volver poco a poco a llenar los patios de butacas y hemos notado en estas dos semanas que la gente tiene muchas ganas de ver teatro, de disfrutar”, explican y confían en que esta pandemia “nos haya enseñado a parar un poco, a estar más en casa con nuestra gente, a aprender de la adversidad pero creemos que el teatro y la cultura era y sigue siendo una necesidad para el alma”.

Reivindican además esta cultura segura. “Los teatros disponen de todas las medidas necesarias para ser espacios seguros, que la gente tenga claro que ahora mismo es más seguro venir al teatro que ir a comprar unos calcetines a unos grandes almacenes”, bromea Jorge. “Si la gente quiere reírse y quiere hacerse preguntas que quizá antes no se hacía, que venga a vernos”, añade. Ya saben, si se animan a ir a visitar la ferretería de Esteban y Marigel pueden hacerlo hasta el próximo 4 de octubre. /