Hablar de Carmen Linares es hablar del flamenco en estado puro, de la pasión sobre los tablaos y de una leyenda viva que ha podido cantar junto a generaciones históricas de este arte, como Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Enrique Morente, Pepe Habichuela o José Mercé, y también recientes y jóvenes, como Estrella Morente, Miguel Poveda, Marina Heredia o Pitingo, para las que es toda una musa.

No tenía la mayoría de edad cuando sus tacones pisaron Madrid por primera vez. En poco tiempo, su voz se curtió de los mejores maestros y artistas flamencos de entonces.

“Se me abrió un mundo maravilloso en el que tuve la suerte de conocer a todos los grandes artistas flamencos del momento. Agarré un tren estupendísimo que me permitió formarme como artista, escuchando a los mejores”, recuerda. “Los primeros tablados a los que me subí fueron los de Torres Bermejas y Café de Chinitas. En Torre Bermejas estaban cantando por aquel entonces Camarón y La Perla de Cádiz… y en el Café de Chinitas, Enrique Morente o Carmen Mora, muy reconocida entonces. De todos ellos saqué un aprendizaje extraordinario”, explica.

La cantaora vivía entonces junto a la plaza de Santa Ana. “Es un barrio que ya entonces era muy castizo y bonito. Siempre que paso ahora por él me invade una sensación de recuerdos maravillosos, con mis padres y mi hermana, recorriendo la zona y yendo a la Peña Charlot, un espacio de reunión de artistas que era muy reconocido en el mundo del flamenco y que siempre ha tenido para mí un significado muy especial”.

“Madrid es mi casa y mis hijos son gatitos”

La artista se emociona cuando habla de una ciudad que siente como propia y que ha marcado importantes hitos de su vida. “Madrid es mi casa, es una ciudad muy abierta, generosa, cosmopolita y donde nunca te sientes de fuera… es la ciudad más acogedora que conozco y el público madrileño es muy cariñoso”, al tiempo que nos relata pasajes de su vida personal que también han tenido a Madrid como escenario. “Me casé en esta ciudad y mis tres hijos han nacido aquí, son parte de lo que esta ciudad me ha dado, y son mis gatitos”, bromea.

Transmite Carmen Linares mucho apego y cariño a esta ciudad cuando relata cómo disfruta también del Madrid de los Austrias y de otros espacios emblemáticos por los que le gusta caminar. “La plaza de Oriente, Ópera son rincones muy bonitos y por los que me encanta pasear y el Rastro es una maravilla…”.

De teatros por Madrid…

Nos explica Linares que en su tiempo libre en Madrid también disfruta mucho de los teatros, de los cines y de los musicales. “Voy con mi hija Lucía, que es actriz, siempre que puedo”, confiesa.

La artista, que se ha subido a escenarios de renombre internacional como el Sadler’s Wells de Londres, el Carnegie Hall de Nueva York o la Cité de la Musique de París, nos cuenta que aquí, en Madrid, también hay teatros que han marcado su vida.

“El Teatro Alcalá fue el primero en el que canté. Fue en un concurso de canto que organizaba Radio Madrid y al que me presenté”. Reconoce además que hay otros en los que se ha sentido especialmente a gusto. “Por ejemplo, el Español, el Teatro Real o la Zarzuela son teatros fetiches. También salas, como la Clamores. Son espacios más pequeños en los que te sientes muy cercano al público”.

“La cultura es muy necesaria para el alma”

Más allá de sus lazos profesionales y personales, Carmen Linares mantiene desde el año pasado otra vinculación con Madrid. Esta ciudad le otorgó en 2019 la Medalla de Oro. “Es un honor para mí”. Por eso, su espectáculo del próximo domingo en Conde Duque será también, de alguna manera, un guiño al público madrileño en forma de agradecimiento. Y no faltará su versión del Pongamos que hablo de Madrid.

“Por supuesto que este tema estará presente. Lo grabé en su día para un homenaje a Joaquín Sabina -explica- y para esta ocasión contaré con invitados especiales: Arcángel y Tomasito… Este tema de Pongamos que hablo de Madrid va a tener un puntazo (se ríe) y tendremos un equipo de grandes músicos y mucha caña. Habrá cante jondo, poesía de Hernández o Lorca… y mucho colorido. Estoy muy contenta de volver a Madrid, la última vez que actué aquí fue en la Zarzuela con Luz Casal. Vamos a poner todo el corazón y agradezco de verdad al público que irá el domingo a vernos y escucharnos”.

“La cultura es muy necesaria para el alma. La gente está deseando volver a escuchar música y nosotros cantar y compartir esa ilusión. Nos emociona mucho ver al público con la mascarilla. Nunca lo olvidaremos. Y, por favor, siempre decimos que también es necesario un llamamiento a la cordura”, advierte.

Broche de oro a Veranos de la Villa

El domingo 30, en el Patio Central de Conde Duque, Linares interpretará los grandes clásicos de su Antología (La Mujer en el Cante), el cancionero de Federico García Lorca, homenajes a Enrique Morente, Paco de Lucía y Mercedes Sosa. Como números especiales, unos fandangos a dúo junto al gran cantaor onubense Arcángel y una versión flamenca del clásico Pongamos que hablo de Madrid, junto al compás del jerezano Tomasito.

En 2020 Carmen celebra su 40 aniversario con un espectáculo extraordinario. Cantaora: 40 años de flamenco es un concierto con un repertorio imprescindible que ha encumbrado a Carmen Linares como leyenda del flamenco.

Estará acompañada de Salvador Gutiérrez y Eduardo Pacheco a las guitarras; Pablo Suárez al piano; Vanesa Aibar al baile; Josemi Garzón al contrabajo y Karo Sampela a la batería, con coros y palmas de Ana María González y Rosario Amador.