La Red de Museos Municipales concluye el ciclo de visitas virtuales a sus colecciones con la exposición Pongamos que hablo de Madrid. De la mano del experto Roberto García Nieto, del Museo de Arte Contemporáneo, podemos realizar un recorrido por el arte de la ciudad de los últimos 40 años. Fotografías de ciudad, cuadros hiperrealistas, carteles de grandes eventos culturales, de concierto míticos… Todo cabe en esta muestra que refleja el florecimiento cultural de una época.
Basta con entrar en el canal de YouTube de Memoria de Madrid para encontrarnos con la obra de los artistas que, a raíz de la Transición, dejaron constancia de la entrada en una nueva etapa, en una nueva sociedad.
El encargado de dar la bienvenida al visitante es el pintor Fernando Bellver, con un personal mapa de Madrid en el que aparecen fragmentos de la ciudad coronados por figuras de gatos, tan asociados a los madrileños. Gatos a veces perezosos, otras enfadados, expectantes, tranquilos. “Un caleidoscopio anímico que refleja la atmósfera de una ciudad compleja”, explica García Nieto durante el recorrido virtual.
Tras esta introducción, nos adentrados en el Madrid de los pintores hiperrealistas. Algunos, como Manuel Franquelo, nos muestran una visión lírica de la ciudad. Muy diferente es la obra de César García Madrid Sur, “que nos enseña la urbe en toda su crudeza, sin velos, metiéndonos de lleno en los barrios trabajadores”, prosigue el experto del Museo de Arte Contemporáneo.
En la sección Instantáneas Metropolitanas, una serie de fotógrafos madrileños e internacionales ponen su objetivo en la Gran Vía, la plaza de Castilla, el laberinto de tejados del centro, el mítico cielo de Madrid, los edificios Metrópolis y el Capitol, o la terminal 4 de Barajas en plena construcción para mostrarnos una versión siempre distinta de lo que vemos a diario.
Pintura por teléfono
Durante los años 70, cuando la dictadura franquista agotaba sus últimos años, un grupo de pintores madrileños se revolvió contra lo establecido en el arte de la época y lleno sus cuadros de color y trazos gruesos con obras inspiradas en la cultura pop y el cómic. Son los conocidos como Los Esquizos de Madrid. “Frente al arte anterior, la propuesta de este movimiento era recuperar el placer la pintura, realizar un arte centrado en lo privado, alejado de la carga política que había dominado hasta entonces”, expone García Nieto.
El catalizador y teórico de este grupo fue el artista experimental Javier Utray, al que podríamos considerar pionero del teletrabajo. En la exposición se muestra un ejemplo de la realización de pintura por teléfono. Utray realizaba sus obras y posteriormente daba las indicaciones por teléfono para la impresión, tras haber seleccionado los colores de la gama Pantone. Aunque amaba la pintura, pensaba que, en ese momento, era la única forma posible de ejecutarla.
Y llegó La Movida
Muchos piensan que este movimiento, que surgió de forma espontánea y puso patas arriba todo lo establecido, pronto fue fagocitado por las instituciones, perdiendo gran parte de su esencia. Lo que sí está claro es que hubo un antes y un después de su irrupción. Las obras de los artistas plásticos que pueden verse en ese apartado dan cuenta de la revolución que vivió la ciudad en esos años.
El cartel de Javier de Juan de los Veranos de la Villa, con un estanque de El Retiro convertido en esa playa que tanto anhelamos los madrileños; las fotografías en blanco y negro, de las motos y de la vida nocturna de Alberto García Alix; el cártel del mítico concierto de Almodóvar, MacNamara, Dinarama y Alaska en la sala Rockola, realizado por Pablo Mínguez; la galaxia de personajes reales y de ficción del Madrid de Ceesepe, o las cúpulas celestes y seres diminutos del universo de El Hortelano muestran la vitalidad creativa del momento.
De Ouka Lele se expone una de sus fotos más célebres, Rappelle-toi Bárbara. En ella se representa el mito de Atalanta e Hipómenes, convertidos en leones por la diosa Cibeles y condenados a llevar su carro, como vemos las innumerables veces que pasamos por esta plaza madrileña. Una plaza cuyo intenso tráfico tuvo que detenerse durante unas horas para realizar esta obra.
El hombre con sombrero
La muestra concluye con la sección Visiones Singulares, que reúne a artistas difíciles de encuadrar en algún movimiento. Entre ellos, José María Sicilia, uno de los pintores españoles con mayor proyección internacional, del que se muestra una expresionista Puerta de Alcalá. Eduardo Úrculo está representado con Un lugar inevitable, donde no falta su característica figura masculina siempre de espaldas, con sombrero y americana clara.
Durante el confinamiento, la Red de Museos Municipales puso en marcha la iniciativa Visitando mi colección para acercar sus obras a los madrileños de forma virtual. El ciclo ha continuado ofreciendo contenidos como actividad complementaria tras la reapertura de los museos, y concluye ahora con la segunda parte de la exposición Pongamos que hablo de Madrid. Todos los contenidos, entre ellos la primera parte de la muestra a la que hemos dedicado este artículo, siguen estando disponibles en el canal de Youtube de Memoria de Madrid.