Lectura para sobrellevar la enfermedad, para entretener los ratos interminables en la cama mientras la fiebre va bajando y los síntomas se mitigan. La idea de distribuir libros para aliviar y mejorar la situación de los pacientes ingresados en el hospital de IFEMA se le ocurrió a dos enfermeras del SUMMA y fue de inmediato aceptada y apoyada por otros sanitarios y por sus compañeros de SAMUR- Protección Civil. Una de las voluntarias del servicio municipal se está encargando de gestionar esta improvisada y solidaria biblioteca.
Durante los últimos días han llegado al pabellón 7 del recinto ferial cientos de libros donados por los propios sanitarios, por madrileños particulares y por algunas instituciones. El Ayuntamiento se ha sumado a la campaña donando 1.000 títulos procedentes de sus bibliotecas que, aunque están cerradas al público, no han dejado de funcionar para atender a sus usuarios y llegar a más hogares a través de canales digitales. De hecho, entre el 26 y el 29 de marzo, han gestionado más de 1.950 nuevas altas a través de Internet con la apertura a todos los ciudadanos del servicio eBiblio Madrid.
Diversidad de géneros y de autores
Las obras elegidas por las bibliotecas municipales para esta donación son de temática muy variada para acertar con los gustos y aficiones de los cientos de personas que superan el trance de la enfermedad en el hospital. Obras maestras de clásicos universales, antologías poéticas, novela negra y de aventuras, colecciones de relatos, entre otros géneros. Argumentos y estilos distintos con firmas tan notables como las de Cervantes, Shakespeare, Galdós, Durrell, Muñoz Molina, Hammet, Cabrera Infante, Wells, Torrente, Mesonero Romanos, Quevedo, Ayala, por citar algunos. Cualquier lector puede encontrar un libro de su interés en las estanterías de esta biblioteca, a la que se le ha dado el título de ‘Resistiré’.
También hay obras en inglés, revistas y periódicos. Y se está esperando que llegue un cargamento de gafas porque algunos enfermos ingresaron en el hospital sin traérselas de su casa.
Los libros que llegan a IFEMA se someten a medidas de seguridad sanitaria y no requieren devolución. La biblioteca se va reponiendo con nuevas donaciones.