Un tablero de 1,70 por 1,50 metros, cubierto por una moqueta verde sobre la que se han trazado las líneas que lo convierten en un campo de fútbol en miniatura, de 1,10 por 0,90. Sobre el césped, dos equipos compuestos cada uno por diez chapas uniformadas con los colores de su club, y un tapón que hace funciones de portero. Entre ellos una pelota de plástico que pesa alrededor de 1,5 gramos.
Los jugadores, que visten también el color del equipo, se preparan para competir durante media hora dividida en dos tiempos de 15 minutos, controlados por un medidor, al que algunos llaman “árbitro”.
Estamos en Moratalaz, en el Centro Cultural El Torito (Avda de Moratalaz, 130), donde tiene su sede la Asociación Cultural y Deportiva de Futbolchapa de Madrid, la más antigua de su especialidad de toda España. Pedro Callado fue uno de los fundadores de esta entidad hace ya veinte años. “La creamos un grupo de gente que contactamos a través de internet para formar una liga y un club. Empezamos a jugar en un local de Aluche, en el que ni siquiera había luz, y luego nos fuimos a unos bajos que nos prestaron en un pub de ese barrio”.
En 2003 la Junta Municipal del Distrito de Moratalaz cedió a la Asociación un local en el Frontón de la Elipa. Era un gran espacio en el que se podían montar hasta 32 mesas, lo que permitió su expansión y la llegada de nuevos socios. Hace cuatro años la asociación se trasladó al Centro Cultural El Torito, que se ha convertido en uno de los puntos de encuentro de aficionados al futbolchapas más concurridos del país.
Todos hemos jugado a las chapas alguna vez en casa, en un parque, en el patio del colegio, pero para competir en futbolchapas hay que respetar un reglamento que tiene claras similitudes con las normas del fútbol que se juega en los grandes estadios. Como en estos, el partido lo gana el equipo más goleador y que mejor sortea la barrera del tapón-portero. Por ejemplo, es falta tocar una chapa rival sin haber tocado balón. Pero hay una diferencia: aquí no hay fuera de juego.
Algo de ajedrez, algo de billar y, sobre todo, inclusivo
“Nosotros lo comparamos con el ajedrez, aunque esto también tiene algo de billar”, cuenta Pedro Callado. “De cada jugada, depende el resto del partido. Tú tienes que tirar previendo lo que después va a hacer tu contrincante”. Y, como ocurre con el ajedrez, los jugadores consideran que esta especialidad es también un deporte, con los beneficios para la salud y la sociabilidad que acompañan a cualquier práctica deportiva.
Y un valor añadido. El futbolchapa es un juego, o un deporte, accesible a mujeres y hombres de toda edad y condición física. “Personas con alguna discapacidad física, pueden participar y disfrutar. En Cáceres han hecho partidos con niños sordomudos”, explica el presidente de la Asociación de Madrid.
En este mes, el Centro Cultural El Torito fue escenario del XVIII Open Futbolchapas Madrid 2020, torneo considerado el más importante del circuito nacional y un anticipo del Campeonato de España. Aquí, en Moratalaz, se reunieron 130 participantes de todo el país, donde existen 25 clubes, que agrupan a unos mil federados. El campeón del torneo fue Javier Hernández, del ACD Futbolchapas Madrid y tetracampeón nacional. Así que el trofeo, una reproducción de la Puerta de Alcalá, se quedó en casa.
En esas mismas fechas tuvo lugar otro encuentro, este para niños: el Open infantil y el VII Open Ciclochapas Madrid. Buena prueba de que las chapas siguen uniendo generaciones.