La Cabalgata de Reyes de este año no solo venía cargada con un mensaje de paz y solidaridad sino con un buen número de novedades relativas a la seguridad, las emergencias y la accesibilidad. Conocemos los detalles de la mano de Raúl Valera, director de Seguridad y Emergencias de Madrid Destino, empresa municipal dependiente del Área de Gobierno de Cultura y Deportes, organizadora de muchos de los eventos municipales, como esta Cabalgata de Reyes.
Valera explica que las carrozas de este año han contado con sistema SARF (Seguridad Acústica de Recintos Feriales), una innovadora tecnología que permite el control remoto de los equipos de sonido de las diferentes carrozas; la configuración de mensajes grabados que se pueden escuchar por megafonía; y la instalación de botones de comunicación remota (SETA) con los servicios públicos de emergencias sanitarias y de seguridad pública y privada durante todo el recorrido, entre otros. Pero además disponían de un sistema de control e intervención de la megafonía remota de las carrozas y del escenario, permitiendo silenciar o transmitir mensajes (por ejemplo algunas recomendaciones o comunicar alguna incidencia) tanto grabados como manuales a lo largo de todo el recorrido, de 4 km de distancia. Todo el sistema SARF permitió además una comunicación continua con el CECOR (Centro de Coordinación de Emergencias) instalado en el Palacio de Cibeles.
Precisamente el CECOR es otro de los escenarios que contó con medidas innovadoras. Se instaló una pantalla que monitorizaba lo que sucedía en cada una de las carrozas y en el escenario. Las carrozas disponían de un botón de emergencia (SETA) cuya activación en caso de incidencias saltaría a modo de aviso en el panel del centro de control, indicando a los agentes dónde se produce esa emergencia, y permitiéndoles así una intervención en escasos segundos. Además, desde este centro de coordinación los servicios públicos de seguridad y emergencias, en contacto con el director de Seguridad y Emergencias de Madrid Destino, Raúl Valera, pudieron acceder y controlar –en caso de que hubiese sido necesario- los equipos de sonido de cada una de las carrozas y también del escenario principal, pudiendo lanzar mensajes por megafonía, bajando o eliminando la música, etc.
Cientos de pulseras para menores y personas con discapacidad
Por otra parte, Madrid Destino se encargó de repartir en la zona de mayor concentración de público –plaza de Cibeles- pulseras identificativas a menores y personas con discapacidad, con el objetivo de reforzar su seguridad y aumentar la tranquilidad de familiares y acompañantes. Estos podían poner los datos de contacto en las pulseras para en caso de pérdida o alguna otra incidencia, poder localizar lo antes posible a las personas responsables. Esta medida, pionera en los grandes eventos municipales realizados en la vía pública (aunque se ha puesto en práctica en eventos celebrados en Madrid Arena o Caja Mágica) tuvo una excelente acogida.
Accesibilidad para personas con discapacidad
Raúl Valera señala que: “La cabalgata que acompañó a los Reyes Magos por el centro de Madrid ha sido la más accesible de su historia. En esta ocasión, además de las medidas para las personas con movilidad reducida y la interpretación en lengua de signos, se puso en marcha por primera vez la audiodescripción en directo para niñas y niños ciegos o el uso de mochilas vibratorias para personas sordas”.
A lo largo de todo el recorrido se habilitaron zonas reservadas para personas con movilidad reducida, acotadas y señalizadas con banderolas con el Símbolo Internacional de Accesibilidad, siguiendo el sentido del desfile.
En total, la plaza de Cibeles contó, como otros años, con 400 plazas para personas con discapacidad y sus acompañantes. De ellas, 166 plazas específicas para personas con sillas de ruedas. El acceso fue libre y gratuito, por orden de llegada hasta completar el aforo.
Todo el dispositivo estaba recogido en los planos del Plan de Emergencias elaborado para este evento, contando además con responsables zonales de los diferentes servicios públicos y privados que velaron por la seguridad y el correcto desarrollo del desfile en todo momento.