Uno de cada cuatro hogares monoparentales en la Comunidad de Madrid se encuentra en riesgo de exclusión y pobreza, ya que tienen unos ingresos inferiores a los 10.270 euros anuales. Eso, cuando tienen ingresos, porque la precariedad laboral y social se ceba y mucho en las mujeres que están solas al frente de un hogar. Son datos del Análisis de la situación de las Familias de la Comunidad de Madrid, dirigido por Mª Teresa López López, del grupo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid.
Aún hay más. Según la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS), en la Comunidad de Madrid hay 273.200 familias monoparentales, de las cuales 227.700 están encabezadas por mujeres y 50.000 por hombres.
Para mitigar este panorama son precisas medidas sociales. La delegada del Área de Políticas de Género y Diversidad, Celia Mayer, ha anunciado la creación de un grupo transversal que trabajará en la revisión de precios públicos y tarifas a familias de madres solas en situación de precariedad.
Celia Mayer lo contó en el I Congreso Internacional de Familias Monoparentales, que se celebró recientemente en el Auditorio de la Caja de Música, en el Palacio de Cibeles, y en el Centro Integrado de Arganzuela. Un evento que organizaron conjuntamente el Ayuntamiento de Madrid y la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS).
Pero detrás de los datos, siempre hay una realidad compleja. Porque actualmente ya no existe una definición única de familia. Están las reagrupadas, las monomarentales, las monoparentales o las familias LGTBI. De ahí que la delegada de Políticas de Género y Diversidad incida en la necesidad de que las políticas públicas se adapten a las nuevas necesidades que van surgiendo en una sociedad, la actual, que es muy cambiante. La fotografía de lo que antaño se conocía como familia ha pasado del negro y blanco, al multicolor.
Un marco de protección
Mayer abogó por crear un marco de protección que garantice los derechos de los nuevos modelos familiares, sobre todo, el de los hogares encabezados por madres solteras. Las desigualdades y desventajas de este sector de la población española es un hecho.
Por ejemplo, no todas las madres tienen beneficios a la hora de solicitar ayudas fiscales, becas o a la hora de hacer la declaración de la renta. Urge, por tanto, unificar legalmente a los hogares monoparentales.
El paro, una cruel realidad
El desempleo y el trabajo precario constituyen los problemas más acuciantes. Son los que derivan en la exclusión social de muchas de ellas. En España, confirman los últimos cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), existen casi dos millones de familias monoparentales, de las cuales 1,6 millones están encabezadas por mujeres. Pues bien, de ese 1,6 millones de mujeres que llevan las riendas de su casa con hijos e hijas a su cargo, alrededor del 53 por ciento están en situación de pobreza.
A esta feminización de la pobreza, se suman otros problemas: más dificultades para conciliar vida laboral y familiar, la división sexual del trabajo, la brecha salarial y la carencia de recursos para el cuidado de menores. Por eso todos los pasos son pocos para dar respuesta a esta sociedad, la contemporánea, tan poliédrica.