Juanfe Jiménez es médico de emergencias y voluntario de la ONG Proactiva Open Arms. Nos cuenta su experiencia rescatando y salvando a personas que se lanzan al mar huyendo de la situación que viven en sus países: buscando sobrevivir. Su experiencia es una de las que se pueden escuchar estos días en el II Foro sobre Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz, que se celebra en Matadero Madrid.

 

¿Qué es Proactiva Open Arms?

Antes de ser Proactiva Open Arms era Proactiva a secas, una empresa de socorrismo que trabajaba en las playas. Entonces el gerente, Óscar Camps, viendo la huida de refugiados desde Turquía a Grecia en el 2015, y que se estaban produciendo naufragios, incluso ahogos y muerte de personas, decide ir allí a ver qué pasaba, porque él era un socorrista profesional, no entendía cómo la gente se podía morir ahogada llegando a las costas.

Fue allí y lo que contaba siempre es que a los 10 minutos de llegar por sus propios medios ya se tiró y empezó a sacar a gente del agua. Eso le hizo un chic en la cabeza y comenzó a pensar cómo podía ayudar a la gente en esa situación.

Fue entonces cuando decidió montar Proactiva Open Arms. Se estableció en Lesbos. Donde estuvo trabajando 2015 y parte de 2016, y posteriormente ya se planteó ayudar también, a hacer la misma actividad en el Mediterráneo con todos aquellos migrantes que cruzaban, y cruzan desde las costas, fundamentalmente de Libia hacia Europa.

 

¿Cómo empezó la actividad de Proactiva Open Arms? ¿A qué os dedicáis?

Open Arms es una ONG cuyo principal objetivo es procurar evitar que nadie muera en el mar. Lo que hacemos es un trabajo de rescate de personas que intentan huir desde sus lugares de origen hacia el norte de Europa, básicamente de la costa de Libia en el momento actual.

Lo que hacemos es ayudar a evitar algo tan simple como que estas personas, que al cabo de una serie de horas permanecen flotando sin alcanzar ningún tipo de puerto seguro, se ahoguen en el agua.

 

¿Quién colabora con Proactiva Open Arms?

Las personas que trabajan con Open Arms son de diferentes perfiles. Podemos hablar del personal que trabaja en los barcos, actualmente tenemos dos. El estrella es el Open Arms, que consta de una tripulación profesional marítima (un capitán y marineros), personal de rescate, que suelen ser socorristas, y personal sanitario: médico, enfermera, además de personal de asistencia logística, cocineros y demás.

El perfil son voluntarios que están normalmente concienciados con la tragedia de todas las personas que cruzan el mar, y que se lanzan a esta tarea, que es de riesgo, pero muy bonita porque estás evitando que la gente quede a la deriva y al final acabe zozobrando y muriendo ahogada.

 

¿Por qué decidió trabajar con la ONG?

Yo soy médico de emergencias, también soy capitán de yate, con lo cual tengo un perfil de sanitario, de emergencia, de catástrofe y náutico. Cuando yo veía la información de los medios de comunicación, que en aquel momento era muy intensa, de las personas que cruzaban masivamente desde Turquía hacia Grecia, y me enteré a través de un programa de televisión de la existencia de la ONG, donde Óscar explicaba lo que estaban haciendo, de alguna manera se me activó dentro la necesidad de contactar con ellos para participar de esta tarea. Toda mi vida he querido siempre colaborar en trabajos de cooperación, no había llegado el momento, y de alguna manera fue casi como una revelación que ocurriera esto, y ver el trabajo que estaban haciendo, parecía que me estaban llamando, me postulé como voluntario y enseguida me llamaron, y así comenzó todo.

 

¿Por qué se lanza la gente al mar?

Los motivos que yo puedo interpretar son muchos. Lo que habitualmente te intentan vender desde los medios es que las personas huyen para conseguir una vida mejor, pero yo creo que lo que hacen es huir de sus países para poder seguir vivos. Tú hablas con ellos y el trayecto que hacen comienza muchos meses antes de que lleguen hasta nosotros, huyen de sus países porque van a morir, o porque tienen una situación miserable, o porque están siendo discriminados por todo tipo de motivos, porque en su país hay guerra o porque no hay tolerancia hacia su situación sexual, religiosa, social,  lo que quieras… El caso es que no pueden continuar donde están, porque estar allí para ellos es peor que estar en el infierno, entonces deciden ir hacia donde creen que van a poder seguir con su vida. No llegan a las costas de Libia de forma fácil, llegan después de muchos meses de atravesar países, de pasar penurias, de pagar mucho dinero.

Cuando llegan a Libia, – todos sabemos lo que ocurre allí, es un país fallido- son maltratados, tratados como esclavos, son comprados, son vendidos, son introducidos en campos de refugiados donde les torturan, les extorsionan, les violan, y luego si consiguen dinero, si consiguen salir, pagan a alguien para que les coloque en un bote. Es un bote inflable, una especie de zodiac grande, donde 140 personas se lanzan hacia el norte, en un mar que ignoran y desconocen, sin conocimientos náuticos, y con una realidad: no tienen más combustible que para recorrer en torno a unas 48 millas náuticas. Para que te hagas una idea, el puerto más cercano está a 200 millas, con lo cual siempre es imposible que lleguen a ningún puerto. Llega un momento en el que se quedan a la deriva, en medio del mar, en cualquier condición meteorológica.

Te encuentras gente asustada, que cuando te ve se alegra y salta de alegría porque piensan que ya están salvados. Y lo que puedo decir es que, independientemente de lo que tú les puedas contar, van a seguir saliendo y viniendo porque están huyendo de una situación a la que no quieren volver de ninguna manera. Hemos visto gente que se tiraba al agua cuando veía a las patrulleras libias para que les rescataras tú porque no quería de ninguna manera volver a Libia. Y esto lo he visto desde el primer momento, cuando estuvimos en Lesbos lo vimos, cuando la gente cruzaba y veías que si intentabas frenarles les daba igual, porque no querían volver, querían seguir hacia delante.

¿Qué es lo más impactante que ha vivido?

Hay muchas situaciones impactantes, yo estoy habituado a vivir situaciones muy impactantes, muy dramáticas. Pensé que no me iba a afectar nada de lo que viera, pero sí me ha afectado. Cuando ves la determinación de las personas que se tiran al mar y se juegan la vida por huir de una situación tan dramática.  Me impactó, me dejó muy tocado, el hecho de que vieras que daba igual lo que les pudieras decir porque no iban a volver atrás, eso es impactante.

He visto gente, niños y sus padres, bebés de dos días que habían nacido en la playa de la que luego salieron para dirigirse al norte y los rescatamos finalmente, es muy triste. He visto cadáveres flotando en el mar que hemos rescatado. Son cadáveres con chaleco y, por tanto flotaban, pero hay algunos en el fondo del mar y es posible que nadie, su hijo, su hermano…, que nadie sepa absolutamente nada en ningún sitio… me parece algo que es difícil de encajar.

 

¿Cuál es el mensaje que quiere trasladar en este foro de las violencias urbanas? ¿Por qué considera importante que se conozca su testimonio?

Yo creo que es importante que se sepa que hay en este momento en el mundo flujos migratorios que se producen por motivos que muchas veces, de alguna manera, no nos aclaran de forma adecuada o nos intentan engañar, diciendo que la gente huye porque quiere vivir mejor. Realmente yo quiero transmitir que la gente huye porque no tiene más remedio que huir. Seguramente sea un problema para tratar en origen y eso no se está haciendo.

Quiero transmitir que esto está ocurriendo, a veces no aparece en los medios de comunicación o la información, a veces es más intensa, a veces menos. Pero está ocurriendo todos los días. En este mismo instante hay gente cruzando el mar en botes. Puede que alguien les rescate o puede que no, pero eso está ocurriendo, que da igual lo que hagamos, pero va a seguir ocurriendo. Lo que no podemos hacer es mirar para otro lado, porque la única solución para estas personas es morir en el mar o que alguien les pueda sacar de ahí. Es un derecho humano, nosotros no vamos a permitir que nadie si es posible se muera en el mar, es algo que no podemos consentir, y es algo que está ocurriendo. Va a seguir ocurriendo si no hacemos nada, tanto para evitar que huyan de sus países, porque mejore la situación de sus países, o bien porque al final huyen y se quedan a la deriva, alguien tiene que haber ahí para que les pueda rescatar. Lo otro es inhumano. Es inhumano saber que está ocurriendo y no hacer nada.

Video de Proactiva Open Arms (2018)