El objetivo de este proyecto ha sido generar empleo para jóvenes con discapacidad intelectual y esto se ha conseguido. Se contrató a ocho jóvenes con diversidad funcional para la construcción del tejado, apoyados por otros cuatro jóvenes más que trabajaron en la construcción de los módulos, que fue un trabajo previo que se realizó en las instalaciones de la Fundación Capacis. Los jóvenes realizaron su trabajo con el apoyo y la supervisión profesional de ingenieros técnicos forestales de la empresa social Grupo Sylvestris, dedicada a la integración social e ingeniería natural.
Una vez finalizada la construcción, uno de los jóvenes continuó varios meses teniendo un contrato con el Grupo Sylvestris para el mantenimiento del Tejado Verde y, finalmente, fue contratado en plantilla en enero de 2018 por Ferrovial Servicios y continúa en la actualidad trabajando como auxiliar de jardinería.
Como cuentan desde la Fundación Capacis, con este proyecto se encontró un nuevo nicho de empleo para estos jóvenes, porque para muchos de ellos la construcción del Tejado Verde fue su primera experiencia laboral. Esto les supuso la adquisición de una serie de competencias que les habilitaron para que, de los doce jóvenes que participaron en el montaje, diez estén trabajando en la actualidad.
Una vez evaluado el proyecto, los objetivos alcanzados sobrepasaron los previstos inicialmente. Se consiguió de manera efectiva impartir una formación de calidad, adaptada y pionera para personas con discapacidad intelectual a través de una formación práctica en el desarrollo de competencias laborales y sociales. Se contribuyó a incrementar la autonomía personal de los participantes y a complementar su desarrollo personal y profesional. Y todo ello con el deseo final de sensibilizar y concienciar a la sociedad sobre los derechos y la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad intelectual.
Se trata de abrir fronteras donde hay yacimientos de puestos de trabajo para la integración de personas con discapacidad cumpliendo, así mismo, una función ecológica y sostenible. Llevar a cabo un proyecto replicable y escalable, generador de empleo especializado, que sirve como un modelo de futuro para otras iniciativas.
Con este tejado verde instalado en la azotea de uno de los edificios más emblemáticos de Madrid y sede del Consistorio, el Ayuntamiento ha servido de puente para que este proyecto que combina la ecología con la integración e inserción laboral de personas con riesgo de exclusión social se haya hecho realidad. Se consiguió que Ferrovial Servicios patrocinara la instalación y el mantenimiento del tejado verde y que esto se hiciera a través de la colaboración con la Fundación Capacis, una entidad privada desde la que, sin ánimo de lucro, intentan dar formación para el empleo a jóvenes con discapacidad intelectual con inteligencia límite.
Este proyecto se realiza dentro del marco de una estrategia local de adaptación frente a los efectos del cambio climático llamado “Madrid + Natural”, propuesto desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad y englobado dentro del “Plan de Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid y Cambio Climático” (Plan A), donde se intentan buscar soluciones basadas en la naturaleza, con una visión de innovación y regeneración urbana. Soluciones naturales donde las pequeñas intervenciones propuestas en fachadas o cubiertas conectan con los grandes espacios verdes propios de Madrid.
Se intenta impulsar una infraestructura verde urbana que ofrezca beneficios y servicios a la ciudad, ideando un programa que se estructura en tres escalas: el edificio, el barrio y la ciudad. El objetivo final son los beneficios para los ciudadanos y conseguir un entorno más natural en Madrid.
Características y ventajas del Tejado Verde
El Tejado Verde cuenta con una superficie vegetal de 132 metros cuadrados, con más de 5.000 plantas de 26 especies y subespecies autóctonas, alimentadas con riego interno por un sistema de goteo exudante autocompensado y está realizado con módulos casi cuadrados que se apoyan sobre el suelo de la cubierta del edificio, mediante un proceso que busca mantener una arquitectura sostenible. Se ubica entre las dos torres de la azotea del Ayuntamiento que dan a la calle Alcalá.
Esta solución medioambiental es ideal para los barrios donde hay mucha contaminación. Barrios centrales de las ciudades, con tráfico denso y con pocas áreas verdes. Esto es lo que sucede en el centro de las ciudades donde hay edificios muy altos que impiden el movimiento del aire. Como destaca Luis Cueto, coordinador general de Alcaldía del Ayuntamiento de Madrid, los edificios con azotea plana son perfectos para albergar estos tejados verdes y en Madrid, que no es una ciudad con tejados a dos aguas, pueden suponer una auténtica solución para combatir la contaminación atmosférica y acústica y el efecto invernadero.
Durante los últimos años, la instalación de tejados verdes en los edificios se ha convertido en tendencia de moda porque existen estudios que demuestran que si ampliáramos las cubiertas ajardinadas mejoraría la salud de los ciudadanos. Es una tendencia que favorece un proceso de renaturalización de las ciudades.
Estos jardines y zonas verdes aumentan la sensación de bienestar y protegen a la población gracias a la reducción del riesgo de enfermedades provocadas por el calor y asma, al retener las partículas y polvo en suspensión. La presencia de más zonas verdes en las ciudades está relacionada con una reducción del asma en los niños.
Según los estudios, los beneficios ambientales de estos jardines están fuera de toda duda porque ayudan a aislar térmicamente los edificios y favorecen su impermeabilización. Pueden reducir hasta un 14% el gasto energético de los edificios en verano porque funcionan como aislantes térmicos. Se ha podido documentar una caída de hasta cuatro grados y medio de temperatura en las zonas de Madrid dónde se han realizado experiencias piloto.
Vivimos en ciudades que intentan ser cada vez más ecológicas y respetuosas con el medioambiente. Cubrir con vegetación las azoteas instalando estos tejados verdes dispensan muchos beneficios puesto que las plantas absorben la contaminación. Actúan como sumideros de CO2 y proporcionan más oxígeno, con lo que se mejora la calidad del aire y se consigue reducir la temperatura urbana. La instalación de cubiertas ecológicas incorpora una superficie verde al campo visual y al entorno de las ciudades, mejorando el paisaje urbanístico. Su proliferación en los tejados supondría una mejora en el grado de humedad, lo cual sería un elemento a tener en cuenta en ciudades como Madrid, porque retienen un gran porcentaje del agua de lluvia, ayudando a reducir los problemas de inundaciones.
Otro destacado beneficio para las ciudades como Madrid sería la disminución del efecto “isla de calor”, porque las plantas absorben muy poca energía y reflejan mucha, por lo que se lograría un calentamiento menor de los edificios y más protección contra los cambios bruscos de temperatura. Además, disminuyen la erosión del tejado e impiden el paso de los rayos ultravioleta, protegiendo de este modo los materiales de construcción.
Otro efecto inmediato sería el fomento de la diversidad que generan estos espacios verdes, con especies de insectos que los podrían habitar de forma estable. Son espacios que requieren un bajo mantenimiento porque están formados con especies vegetales de pequeño porte, tipo musgos o herbáceas, por plantas con unos requerimientos hídricos escasos.
Con la instalación de estos tejados verdes se gana un espacio naturalizado para el recreo o pueden servir para cultivar productos de autoconsumo, como ya sucede con cultivos en huertos urbanos de los tejados de restaurantes en Madrid. Además, son lugar óptimo para la colocación de paneles solares al estar colocados en las cubiertas de los edificios, alargando su vida útil y actuando como aislante acústico.
Valoraciones del proyecto
Esta sinergia entre la discapacidad y el medio ambiente ha sido fundamental para el desarrollo de un proyecto tan innovador e imaginativo, como destaca Fátima de Dolarea, directora de la Fundación Capacis, porque “los tejados verdes son una manera de devolverle a la naturaleza el espacio que les hemos ido robando con las ciudades y tienen muchas ventajas medioambientales ya que absorben contaminación, generan oxígeno, generan biodiversidad y los edificios con cubiertas vegetales tienen un ahorro energético”.
Para Luis Cueto este proyecto supone “poner en marcha una de las más bonitas iniciativas de colaboración público-privadas y público-social porque los tejados verdes suponen luchar contra la isla de calor, aprovechamiento del agua, luchar contra el cambio climático y poner un puntal que mejora la calidad del aire”.
Para Marcos Menor, gerente de Servicios Urbanos de Ferrovial Servicios, el sector privado como proveedor de servicios municipales “tiene una indudable responsabilidad social con estos proyectos de economía circular y sostenible y la forma de cerrar el círculo sería hacer que las personas pertenecientes a los colectivos desfavorecidos y vulnerables realmente consigan ser contratados”.
Para ver un resumen en vídeo de este proyecto solidario Tejado Verde pueden pinchar aquí.