El próximo 1 de julio entra en vigor el Real Decreto 424/2017, de 28 de abril, por el que se regula el régimen jurídico del control interno en las entidades del Sector Público Local. Y el Ayuntamiento de Madrid, a través de la Intervención General, ha aprovechado la necesaria adaptación para diseñar un modelo de control interno ajustado a la nueva normativa y a las exigencias actuales en la materia. El compromiso que ha guiado la definición del nuevo sistema es que la administración municipal gaste el dinero de manera eficiente y transparente para prestar el mejor servicio público a la ciudadanía.

Nuevos procedimientos de control interno ejercidos mediante soluciones basadas en análisis de big data, basadas en la aplicación de nuevas técnicas de análisis de datos sobre la actividad pública, que van a permitir superar y, por tanto, mejorar, los resultados actuales.

El modelo diseñado se cierra con la propuesta de regular la obligación de publicar los informes de control financiero dentro del Portal de Transparencia, convirtiendo así al ciudadano en uno de sus destinatarios finales. Avanzamos así en la integración de los resultados obtenidos en el ejercicio del control interno con las exigencias de transparencia de nuestra administración.

Papel de la Intervención General

La Intervención General es el órgano que se encarga del control y fiscalización interna de la gestión económica y presupuestaria del Ayuntamiento y, en este proceso de adaptación a la normativa, se ha ocupado de definir y diseñar el nuevo modelo de control interno. Por su parte, los órganos de Gobierno municipales adquieren la obligación de habilitar los medios necesarios y suficientes para su viabilidad.

Consciente de la importancia de este control financiero, desde el Ejecutivo municipal se ha apostado por reforzar las funciones, homogeneizar los procedimientos y garantizar la mayor profesionalidad, eficacia y transparencia de los cometidos de la Intervención General del Ayuntamiento. El propósito que ha guiado el diseño del nuevo modelo en el Ayuntamiento y en todos sus entes dependientes ha sido garantizar el cumplimiento de los principios de legalidad, economía y eficiencia en la gestión pública. Eso ha llevado a reformular el actual control financiero municipal para su transformación en auditoría continuada, lo que supondrá un impacto inmediato de sus conclusiones en la gestión pública.

Requisitos más exigentes que refuerzan el control interno

El Pleno del 27 de junio ha aprobado el régimen de fiscalización e intervención previa limitada y los requisitos básicos para su ejecución en el Ayuntamiento, un paso fundamental para la aplicación del nuevo modelo de control interno y su adaptación al Real Decreto que entra en vigor el próximo 1 de julio. Y el acuerdo de requisitos básicos del Ayuntamiento es mucho más estricto y amplio que el aprobado para el Estado.

El modelo de control diseñado está basado en una ejecución integral que refuerza el control en todas sus líneas (previa, concomitante y posterior), instrumentalizando mecanismos de salvaguarda de la legalidad y buena gestión. De hecho, el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento de la capital para crear este nuevo modelo de control seguro será replicado por muchos municipios españoles.

El nuevo sistema se ha ido presentando tanto a los grupos municipales como a los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento en varias sesiones durante este año.