En los Viveros Estufas del Retiro sus técnicos y jardineros trabajan todo el año para preparar los adornos florales que podemos disfrutar en las diferentes estaciones. También en invierno se pueden admirar las flores y plantas que adornan con sus tonalidades jardines, plazas y calles de Madrid.

Los meses más fríos del año se han vestido de blanco, amarillo, rojo y verde para que pasear por nuestras calles sea más agradable. Las pirámides florales, estructuras colgantes y macetas en farolas que vemos repartidas por Gran Vía, Cibeles o Neptuno no nacen por generación espontánea. Detrás hay un valioso trabajo en el vivero que consiste en la confección de las estructuras y el mantenimiento de las plantas durante todo el invierno.

Hasta la próxima primavera se pueden contemplar tres composiciones diferentes de plantas y flores. La primera está realizada con pensamientos amarillos (Viola cornuta grandissimo yellow) y coles silvestres blancas y rojas (Brassica oleracea); la segunda en tonos verdes y morados con campanas de coral (Heuchera) y hiedra, y la tercera en verde y amarillo, con gramíneas colgantes y violas.

Estos ornamentos están situados en las puertas del Parque del Retiro; en las plazas de España, Colón, Cibeles, Neptuno, Callao y Ventas; en San Francisco el Grande; en la confluencia de las calles Alcalá y Gran Vía o en la Fuente de Apolo y el Monumento a Eugenio d’Ors en el Paseo del Prado. En total son 80 pirámides y 64 maceteros colgantes formados por varios cestos de gran capacidad de porte vegetal.

 

El esfuerzo y el trabajo de los empleados municipales por conservar en buen estado los adornos florales se centran en el mantenimiento de la humedad y el sustrato, junto a la reposición de las flores que se estropean. También tienen que bregar con el vandalismo y el robo de las plantas sembradas en los macizos de tierra y en las pirámides.

Ensayos con nuevas plantas

El Vivero Estufas del Retiro realiza ensayos con cerca de 30 plantas al año y produce entre 120.000 y 130.000 unidades por temporada. El proceso tarda unos seis meses desde que comienza la reproducción por esquejes enraizados y semillas. Hay varios tipos de plantas: las anuales, que van de primavera a otoño; las bianuales, sólo para otoño e invierno y las vivaces, que se desarrollan en más de dos estaciones.

Según su director, Javier Spalla, el vivero del Retiro “es un catálogo vivo de especies que pueden utilizar los jardineros de cada zona para decorar los macizos de flor de las zonas verdes de Madrid”. También suministran flores y arbustos para la decoración de actos y festividades como San Isidro, cines de verano o la Vuelta Ciclista. Otra actividad fundamental es la entrega de hortalizas y plantas para los huertos escolares y urbanos, gestionados por asociaciones y colectivos diversos.

Pruebas extremas

Los ensayos consisten en someter a las plantas de temporada a diferentes pruebas para evaluar su resistencia a temperaturas extremas -a pleno sol o una densa sombra-; a la escasez de riego; a plagas y enfermedades. Para la adaptación al medio urbano se toman datos de plantación, crecimiento, floración y tamaño de hojas y tallos. El clima de Madrid impide la adaptación de algunas variedades, por lo que algunas combinaciones de colores, formas, texturas y portes no se pueden aplicar como les gustaría a los jardineros.

Sólo la décima parte de las variedades que son probadas en el Retiro llegan a sembrarse en las calles y zonas verdes de Madrid. El vivero conjuga la vanguardia y la tradición, siendo a la vez un centro de producción e investigación y un museo. Pasear por el interior es una lección de historia de la jardinería, pues solo su título ya evoca a la primera denominación de los invernaderos y al calor que reciben las plantas en su interior.

El Vivero Estufas del Retiro se puede conocer a través de visitas organizadas solicitando cita en la web http://www.actividadesambientalesretiro.com/