A punto de comenzar el horario escolar, un grupo de niños y niñas circula, montados en sus bicicletas, por una calle del barrio. Se dirigen hacia su colegio o su instituto y van acompañados por agentes de la Policía Municipal que también usan bicicletas. El experimento comenzó en Madrid en el curso 2013/14: una veintena de centros escolares madrileños se apuntaron al Proyecto Stars, una iniciativa europea que promovía estilos de vida saludables y fomentaba el compromiso de la gente joven con el espacio público y la sostenibilidad.
Tres cursos después, 22 colegios de primaria y 15 centros de enseñanza secundaria participan en el proyecto Stars, que tiene como gran aliada a la Sección Ciclista de la Policía Municipal.
“La sección se creó en 2001 con el objetivo inicial de vigilar zonas verdes, en especial el parque del Retiro”, cuenta el cabo Emilio Sújar, responsable de la Sección, que depende de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal. “Empezó con doce agentes, repartidos en turnos de mañana y tarde. Pero en estos más de quince años, el uso de la bicicleta ha aumentado notablemente en la ciudad y también ha crecido nuestra Sección”.
Actualmente son 45 agentes los que usan la bicicleta en sus funciones diarias. Sin dejar de vigilar las zonas verdes urbanas, han asumido nuevas competencias relacionadas con el uso de la bici. Se han trasladado a las calles de la ciudad y patrullan por los carriles bici y los ciclocarriles velando por la buena convivencia de peatones, ciclistas y vehículos.
“Procuramos concienciar a los ciclistas de que la bici es un vehículo, así que cuando van por las aceras los tenemos que convencer para que la abandonen, porque las aceras son para los peatones. El ciclista debe circular siempre por el carril bici o el ciclo carril o, si no lo hay, por el carril más próximo a la derecha, sin invadir el carril bus. Pero siempre por la calzada”.
Por otra parte, los agentes actúan para proteger a los ciclistas. Una moto nunca puede circular por un carril bici por muy atascado que estén los otros carriles. En cuanto a los conductores, relata el cabo Sújar, poco a poco han ido asumiendo mayores pautas de respeto a los que no transitan sobre cuatro ruedas.
Proyecto Stars
Los escolares del proyecto Stars saben perfectamente que la calzada es el espacio por el que han de circular cuando acuden cada mañana al colegio. Los agentes de la Sección Ciclista les han dado unas charlas antes de iniciar sus recorridos y saben por dónde y cómo han de circular para garantizar su propia seguridad y la de los coches y motos con las que comparten espacios.
Emilio Sújar aboga por este medio de transporte pues sus beneficios son pedagógicos, físicos y sociales: el alumnado llega al aula más despierto, más activo, su rendimiento es superior a la hora de aprender y participar. Además de hacer ejercicio y evitar el sedentarismo, que tan dañino puede ser en las edades de mayor desarrollo corporal, asumen responsabilidad, normas de seguridad vial y buenas prácticas de convivencia con la gente con la que se cruzan cada día por las calles de su barrio. Sin olvidar la sensibilización con el cuidado del medio ambiente y el mantenimiento de la calidad del aire, valores importantes para la convivencia y para el respeto a nuestro planeta.
La mejora de las infraestructuras, la construcción de nuevos carriles bici en los barrios madrileños, así como la mayor concienciación de los y las conductoras de vehículos de cuatro ruedas seguirán fomentando el uso de este medio de transporte en Madrid. Los y las agentes de la Sección Ciclista están preparadas para circular junto a ellos, cada vez más numerosos.
Como dijo H.G. Wells, “siempre que veo a un adulto encima de una bicicleta recupero la esperanza en el futuro de la raza humana”. La Policía Municipal y su Sección Ciclista colaboran con ello.