Amelia Folch, Alonso de Entrerríos y Pacino viajan al Madrid de finales del XVIII con la misión de salvar la Inclusa que la Duquesa de Osuna gestionaba para acoger a los niños abandonados en las calles de la capital.
Los tres agentes del El Ministerio del Tiempo, interpretados por Aura Garrido, Nacho Fresneda y Hugo Silva han estado rodando en Madrid, en el Jardín El Capricho de la Alameda de Osuna, algunas escenas del capítulo 25 de la exitosa serie de Televisión Española, el cuarto de la tercera temporada, titulado “Tiempo de Ilustrados”. El Ministerio, como saben sus seguidores, recluta a sus agentes en diferentes épocas de la historia española y los envía a través de puertas del tiempo a momentos cruciales del pasado para impedir que la historia cambie.
En la primera escena que se graba en el parque, dos grandes genios de la pintura española, el también agente del Ministerio Diego Velázquez, al que da vida el actor Julián Villagrán, y Francisco de Goya, interpretado por Pedro Casablanc, conversan acaloradamente mientras pasean. ¿Sobre qué discuten? Para saberlo, tendremos que esperar a la emisión del capitulo.
La escena se repite una y otra vez. Unas cincuenta personas, entre actores, técnicos, figurantes, dirección y producción empiezan de nuevo hasta conseguir la toma perfecta. Nacho y Hugo, es decir, Alonso de Entrerríos y Pacino, observan desde una barandilla la siguiente escena, que se desarrolla en el laberinto.
Nacho viene por vez primera al Jardín de El Capricho, y se siente sorprendido. “Es increíble. Un sitio ideal para venir a pasear”. Hugo, en cambio, sí lo conocía porque se crió cerca de aquí, en San Blas, y cree que es “un lugar fantástico y maravilloso”. Los dos actores citan dos parques cuando hablan de su rincón favorito de la ciudad: a Nacho le encantan los Jardines del Moro y Hugo va con frecuencia a la glorieta del Ángel Caído, en El Retiro, porque es “un sitio con muchísima leyenda”.
También coinciden en su respuesta cuando les preguntamos a qué momento de la historia de Madrid querrían viajar, como Alonso y Pacino o como Nacho y Hugo: a la década de los 80 del siglo pasado, de la que procede el segundo. “Me encantaría grabar en Bocaccio, ir a la época de Pacino y pasar una noche allí”, dice Fresneda. Y Hugo se ofrece a ir de guía con sus compañeros de patrulla a aquellas fechas en las que él era un crío en la realidad.
Sobre un hipotético viaje al futuro, el madrileño imagina su ciudad “más sostenible, más verde, con más árboles, menos coches y más gente andando”.
Poco a poco llegan otros personajes al rodaje: Amelia Foch (Aura Garrido), una de las primeras universitarias de España y cerebro de la patrulla de agentes del Ministerio; Irene Larra (Cayetana Guillén), jefa de logística del Ministerio; la Duquesa de Osuna (María Adánez) y Godoy (Luis Callejo).
El Capricho, escenario de cine
El Jardín de la duquesa de Osuna ha sido escenario cinematográfico en distintas ocasiones. La primera película de la que se tiene constancia, según nos cuenta en su blog la investigadora en comunicación audiovisual Sonia Sánchez Recio, fue La condesa María, de Benito Perojo, en 1928, una cinta muda basada en la obra de teatro homónima de Juan Ignacio Luca de Tena.
En El Capricho también se rodaron algunas escenas de la película con la que Pepa Flores, Marisol, comenzó su carrera como niña prodigio en 1960, Un rayo de luz, de Luis de Lucía. Más tarde, en 1965, se dieron cita en el jardín Yuri Zhivago (Omar Sharif) y Lara (Julie Christie), protagonistas de la cinta dirigida por David Lean, Doctor Zhivago.
Otras películas de variada temática, incluida una de Drácula, han encontrado en este jardín inspiración para sus rodajes. Las últimas cintas grabadas en El Capricho fueron Volaverunt, del director Bigas Luna, en 1999, y Dos de Mayo, de Jose Luis Garci, en 2008.
Actualmente, y para preservar esta zona verde, solo se autorizan películas cuyo argumento se desarrolle o narre hechos históricos acontecidos en el jardín o en la época de los duques de Osuna.
Doscientos años de historia
El Jardín Histórico de El Capricho, de 17 hectáreas de superficie, fue declarado Jardín Artístico en 1943. Es propiedad de los vecinos de Madrid desde que, en 1974, lo compró el Ayuntamiento. En 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.
Comenzó a construirse en 1787 a iniciativa de la duquesa de Osuna, María Josefa de la Soledad Alfonso Pimentel, que anhelaba crear un jardín en el que estuvieran presentes las obras e ideas de la Ilustración, una finca de recreo en la que se dieran cita los intelectuales y artistas del momento. Mecenas y protectora de artistas de la época, entre los que se encontraba el genial Francisco de Goya, la duquesa de Osuna llenó el jardín de “Caprichos”, fuentes, templetes, grutas, el laberinto, la ermita, el palacio, el abejero, el obelisco la rueda de Saturno, el Casino de baile… así como una ría navegable, un lago y varios estanques.
En 1937, durante la Guerra Civil Española, se instaló en el parque el Cuartel General de la Defensa de Madrid, y se construyó el búnker del General Miaja, recientemente rehabilitado por el Ayuntamiento de Madrid y abierto al público mediante visitas guiadas.
El Capricho tiene cerca de 4.000 árboles, más de 600 y arbustos y 90.000 metros cuadrados de macizos arbustivos de diferentes especies. Es refugio de una gran variedad de aves y pequeños mamíferos como ardillas rojas o musarañas.
En la actualidad, el Jardín está abierto al público los fines de semana y festivos, y los viernes se organizan visitas guiadas.