En los espacios públicos de Madrid hay más de dos millones de árboles. El Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento tiene la responsabilidad de cuidarlos todos y, en septiembre de 2016, presentó un Plan Extraordinario de Arbolado que comprende tres fases: 1) revisar el estado de más de 100.000 árboles, 2) podar, equilibrar o apear (talar a ras del suelo) según su estado y 3) plantar nuevos. Vamos a explicar cómo se está llevando a cabo.
Diez mil riesgos potenciales
En el análisis presentado en septiembre se contaron, entre calles, parques, zonas verdes y bosques urbanos de Madrid, un total de 2.073.265 árboles. Su conservación está incluida dentro del contrato integral de limpieza que se firmó en 2013. Este contrato contribuía a reducir la inversión municipal y, a tenor de los datos, la eficacia del servicio. Durante el año 2016, en las zonas verdes de los distritos de Madrid se cayeron 413 árboles y 2.962 ramas. Además, solo en los parques históricos cayeron 41 árboles y 273 ramas. En septiembre, el recuento de alcorques vacíos llegaba a los 9.000.
Con el Plan Extraordinario se inspeccionaron en profundidad todos los árboles que presentaban pudriciones, tumoraciones, cuerpos de fructificación, descortezados, daños
mecánicos, exudaciones (gomosis o resinosis) o un grado de inclinación mayor de 20º; además de especies propensas a la fractura (olmos, sóforas, chopos, robinias y acacias de tres espinas), ejemplares con tronco grande y edad madura o los que se encuentran en zonas más concurridas. En total, unos 100.000 árboles.
De cada uno de ellos, los técnicos municipales redactan un informe de valoración de riesgos en el que proponen soluciones, que van desde el rebaje y la poda hasta la tala de los que son irrecuperables. Se identificaron 10.488 unidades que debían ser taladas. A mediados de enero, cuando hicimos el último repaso, ya se habían retirado el 80%. La tala busca evitar el riesgo de que caigan sobre viandantes o causen daños materiales y, en algunos casos, también contribuye a mejorar el estado de los árboles colindantes, pues la excesiva densidad es una de las causas del deterioro.
Viejos y nuevos alcorques
Una vez retirados los ejemplares necesarios, se procede a la extracción de sus raíces y al cambio de sustrato con el objetivo de preparar el terreno para la próxima plantación. El periodo de febrero a abril es climatológicamente el más favorable para plantar nuevos árboles, por eso es en este mes cuando estamos empezando a hacerlo de manera generalizada. Por ejemplo, el día 1 comenzaron a arraigar 210 árboles en la colonia San Juan Bautista, en Ciudad Lineal, como avanzadilla de un proyecto mayor de reajardinamiento de la zona.
Se prevé plantar más de 14.000 en esta temporada, sumando los del Plan Ordinario de replantación que se lleva a cabo todos los años y los del Plan Extraordinario que hemos diseñado para compensar el déficit actual. ¿Significa eso que todos los alcorques vacíos se llenarán en los próximos dos años? No del todo: en algunos de ellos estamos detectando que no es viable o adecuado que crezcan nuevos árboles (por motivos diversos: tuberías, alcantarillas o infraestructuras cerca; interferencia con semáforos o señales de tráfico; falta de espacio o dificultad para el paso de peatones y vehículos de emergencia, etc). De cualquier manera, el compromiso del Ayuntamiento de Madrid es plantar 20.000 árboles entre 2017 y 2018, además de continuar haciendo seguimiento de todos los ya plantados.