En la calle Concepción Jerónima, a pocos minutos de la Puerta del Sol, se ubica un museo arraigado a la cultura y a la administración de la ciudad: la Imprenta Municipal. Artes del libro.
El edificio de la Imprenta fue construido en 1931 con un diseño de Javier Ferrero y Luis Bellido, representantes de la arquitectura industrial del primer tercio del siglo XX en Madrid. Sin embargo, la historia de la Imprenta era ya larga. El Ayuntamiento la creó en 1853 para que aprendieran un oficio los niños acogidos en el Asilo de San Bernardino, que pertenecía a la Beneficencia Municipal. Su tarea de imprimir los documentos del consistorio fue cobrando calidad con el tiempo. En 1877 se instaló en la Plaza Mayor y, más tarde, se llevó a la Casa de Cisneros donde estuvo funcionando hasta su traslado a Concepción Jerónima. Los nuevos locales, amplios y funcionales, estaban dotados con maquinaria de vanguardia.
Pero los tiempos de la tipografía fueron pasando. La composición de páginas de libros o de revistas a base de tipos en relieve que un tipógrafo iba colocando en las planchas con las que luego se imprimirían aquéllas, fue superada por la irrupción de las nuevas tecnologías en la industria. Sin embargo, el arte tipográfico sigue vivo en la Imprenta Municipal.
En 1986 nació la Imprenta Artesanal, dedicada a conservar el patrimonio tipográfico de su propiedad y a mantener el viejo oficio. En la actualidad funcionan cuatro talleres profesionales donde se imprimen, se encuadernan, se restauran y se siguen editando publicaciones municipales siguiendo técnicas de siglos anteriores. A lo largo del año se convocan talleres para aficionados en los que se enseña a crear un libro, desde preparar el papel hasta decorar las cubiertas.
En cuanto a su patrimonio, el museo expone piezas muy diversas: prensas tipográficas, planchas, estampas calcográficas, piedras litográficas, hierros de dorar, hasta 3000 objetos de los dos últimos siglos.
La visita al museo, de martes a domingo, es gratuita.