Acciones tan cotidianas como poder encender la luz de tu casa o ir al médico tienen un impacto directo en los derechos humanos. También, cosas tan básicas como tener una vida libre de violencias o que los niños aprendan en el colegio a respetar a todos sus compañeros, sin discriminación.
Por ello, el Ayuntamiento de Madrid, junto con toda la ciudadanía que quiera participar, está trabajando desde el pasado marzo en un Plan Municipal de Derechos Humanos que se quiere presentar el próximo 10 de diciembre.
Ahora mismo se está analizando gran parte de la información obtenida por las diferentes vías de participación ciudadana. Por un lado, las respuestas del cuestionario lanzado en la web decide.madrid.es, todavía activo y dónde se pueden realizar propuestas para el Plan hasta mediados de septiembre. Por otro, las ideas de los y las trabajadoras del Ayuntamiento, que también han respondido a otro cuestionario. Y, por último, los resultados de los seis talleres participativos que se han desarrollado en Medialab-Prado durante los meses de junio y julio con diferentes sectores de la sociedad civil, organizaciones y movimientos sociales, expertos, etc.
Con todo ello se elaborará un borrador de Plan que se presentará a la ciudadanía y a los grupos políticos del Ayuntamiento. La intención, según ha explicado María Naredo, una de las encargadas de impulsar el proyecto con la colaboración del grupo de Estudios Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (GERI-UAM), es que el Plan “se apruebe por unanimidad, que sea un plan de ciudad, no un plan de gobierno, que sea de todos los grupos políticos, porque los derechos humanos no tienen que ver con la ideología”.
Talleres abiertos al tejido asociativo para hacer un diagnóstico participativo
Los encuentros llevados a cabo este junio y julio se enmarcan dentro del proceso participativo puesto en marcha el pasado marzo. Han sido seis talleres, realizados en Medialab-Prado con diferentes sectores de la sociedad madrileña, para recabar información y realizar un diagnóstico de las luces y sombras de las políticas del Ayuntamiento de Madrid en materia de derechos humanos.
Más de doscientas cincuenta personas han pasado por las diferentes mesas de trabajo, estructuradas temáticamente según el contenido del Plan, que tratará de abarcar los ocho grandes tratados de Derechos Humanos suscritos por España. Así, los talleres han abordado temas tan importantes como los Derechos civiles y políticos (libertad de conciencia, expresión, reunión y asociación, el derecho a la verdad, justicia y reparación, el derecho a una seguridad respetuosa con los derechos humanos); el Derecho a una vida libre de discriminación y violencia; el Derecho a la salud, los cuidados y la alimentación; el Derecho a la vivienda, la energía el medio ambiente, movilidad y urbanismo inclusivo; el Derecho a la educación, la cultura y el empleo y, por último, Justicia y solidaridad global.
Entre los asistentes, representantes de diferentes ONG’s, asociaciones y colectivos que trabajan en sectores relacionados con los derechos humanos, un cupo limitado de asistentes individuales y algunos expertos. Algunas organizaciones han tenido representantes en más de una mesa o taller, debido a que la mayoría de los derechos están interrelacionados y a que la intención es que el plan permita un trabajo transversal.
Cada taller se ha organizado en varias mesas, tratando cada una un tema más concreto dentro de las temáticas globales del taller. Así, cada mesa hacía primero una lluvia de ideas con los problemas detectados, después se ordenaban según su gravedad o la urgencia en la necesidad de abordarlos por parte del Ayuntamiento y por último se iban proponiendo acciones de mejora. Además, se habló de lo que el Ayuntamiento ya hace bien, las buenas prácticas existentes, para recordar la importancia de mantenerlas.
Por ejemplo, en el Taller por el Derecho a una Vida Libre de Discriminación y Violencia, el más concurrido, hubo dos mesas dedicadas a la violencia o discriminación que aún sufren las mujeres, con representantes de 18 organizaciones diferentes, como la Asamblea Feminista de Madrid, Red Interlavapiés o Amnistía Internacional. En ellas se marcó como problema prioritario el limitado número de apoyos existentes para el cuidado de menores y personas dependientes por parte de las instituciones. Dado que los datos muestran que las personas que cuidan son en su mayoría mujeres, que se convierten en población inactiva o empleadas a tiempo parcial, esta falta de ayudas a los cuidados lleva a un empobrecimiento de la población femenina y en definitiva a su discriminación.
Las propuestas para solucionar este problema pasan por la mejora y cumplimiento de la Ley de Dependencia, que actualmente no tiene dotación presupuestaria suficiente para su aplicación. En otra mesa se habló, por ejemplo, de los derechos de las personas con diversidad funcional, seleccionando como primordial que se cumplan las cuotas de contratación de este colectivo en todas las áreas del Ayuntamiento, así como de otras medidas para garantizar su accesibilidad a los servicios municipales, etc..
Cada taller tuvo una duración de siete horas, repartidas en dos días, que dieron para mucho debate y muchas aportaciones, debido a la gran diversidad de colectivos representados. En el taller que trataba el derecho a la alimentación, por ejemplo, se juntaron organizaciones que trabajan luchando contra el hambre, como Cruz Roja o Cáritas, con aquellas que se ocupan de que la alimentación sea de calidad o sostenible, lo cual permitió ampliar mucho la visión y garantizar la interdependencia entre los derechos sociales y los medioambientales.
Además de ocuparse de la propia ciudad, en el Taller de Justicia y Solidaridad Global, organizaciones de cooperación internacional hablaron del Ayuntamiento de Madrid como actor en las políticas globales (de cooperación, solidaridad, comerciales, económicas) con impacto en derechos humanos. Dentro de este taller, también se hizo una mesa específica sobre organizaciones que se centran en defender a quienes defienden los derechos humanos, entre las que estuvieron Cuarto Mundo, Asociacion a Pie, Brigadas Internacionales de Paz (PBI) o Frontline Defenders que plantearon propuestas muy sugerentes sobre como también el Ayuntamiento puede defender a las y los defensores de derechos humanos.
La puesta en marcha del Plan es una de las grandes prioridades para el Ayuntamiento para hacer realidad su compromiso con la Carta Europea de alvaguarda de los Derechos Humanos de la Ciudad que firmó en el año 2000 y que es un documento que promueve el compromiso de los gobiernos municipales en la defensa y promoción de los derechos humanos.
Para concluir, nos gustaría recordar que el proceso de consulta a la ciudadanía está todavía abierto en decide Madrid y que necesitamos tu opinión para hacer de Madrid una ciudad respetuosa con los derechos humanos.