Dos ejemplares de magnolio en la Plaza de Murillo, arces en el talud de entrada del Museo del Prado, laureles junto a la fuente de Apolo, madroños en el bulevar central, cipreses en la plaza de la Lealtad, pequeños árboles en flor que frente al Thyssen… Estos son algunos de los 189 ejemplares de 14 especies distintas, que estos días estamos plantando en el eje Prado-Recoletos, formado por dos paseos históricos muy apreciados por los madrileños y muy concurridas por el turismo, no sólo por sus contenidos culturales sino también por su belleza paisajística y su riqueza vegetal.
Pasear por el bulevar del Prado o el de Recoletos, bajo las copas tupidas de árboles añosos, es un gran atractivo para quienes nos desplazamos por la ciudad a pie o la recorremos en nuestro tiempo de ocio. Desde el Ayuntamiento procuramos mantener y potenciar el valor de esta arboleda, conservarla verde y activa. Por ello, en el Área de Medio Ambiente y Movilidad hemos planificado una plantación de ejemplares que ha comenzado esta semana.
No es tarea fácil componer la población de árboles de calles tan notables como son estos dos paseos. Porque no se trata solamente de sustituir los que se talaron el pasado año tras producirse graves accidentes por caídas de ramas, ni de cambiar un árbol viejo por otro nuevo. Hay que estudiar detenidamente cada tramo de las vías, su estética, los monumentos y edificios que las bordean, las fuentes y los jardines, las plazoletas, los cruces y las paradas de los autobuses. En unos puntos prevalece el interés ornamental, en otros se busca proporcionar sombra en época de estío, en otros hay que facilitar el flujo de los peatones o generar pantallas para amortiguar el ruido del tráfico.
La plantación también ha de ceñirse a criterios biológicos, marcando distancias que permitan a cada árbol recibir la luz que necesita para desarrollarse sin inclinaciones ni portes que entrañen riesgo, conservando los árboles veteranos, combinando especies que no se dañen al unirse. Es el caso de la fachada del Museo Thyssen, que adorna un dosel arbóreo ya consolidado, formado casi íntegramente por plátanos de gran tamaño. Junto a ellos se van a plantar arces de Montpelier, especie que soportará su intensa sombra como no lo han hecho otras especies en el pasado.
Este plan de plantaciones se prolongará durante la próxima semana, dependemos un poco de la lluvia. El resultado merecerá la pena, podéis estar seguros.