Como Alcaldesa de Madrid, de todas las madrileñas y madrileños, es para mí un honor renovar en esta solemne celebración el «Voto de la Villa», que dice lo siguiente:
En el día de hoy, 9 de noviembre, fecha en que recordamos cómo te volvimos a encontrar oculta en la muralla de la ciudad, tanto creyentes como no creyentes, queremos hermanarnos y expresar, todos al unísono, nuestro voto, nuestro compromiso, ante Ti,
el compromiso de construir
una ciudad abierta y acogedora, realmente fraterna,
en la que quepamos todas y todos, independientemente de nuestro color, nuestro origen o nuestra condición social.El compromiso de construir, también,
un espacio de convivencia amable, integrador y positivo,
en el que se respeten y promuevan los derechos humanos
y en el que elijamos resolver nuestros conflictos desde el diálogo y por medios pacíficos,un compromiso, por tanto, de que nuestro querido Madrid sea
un lugar de reposo para el agotado,
con techo para el desahuciado,
con amistad para el abandonado,
con esperanza para los sin techo y
con abrazos acogedores para los refugiados.un lugar, en definitiva, en el que no se huya del sufrimiento del otro y en el que
la lucha por la justicia sea un común de todos los que habitamos esta hermosa villa.Estamos dispuestos a intentarlo con alegría, con respeto y con el convencimiento de que el otro -para los creyentes- es un hijo de Dios y por tanto, un hermano del alma del que soy corresponsable y para todos nosotros, seamos o no creyentes, es una riqueza y una oportunidad para mejorar nuestra ciudad.
¡Que así sea!