«Si los suizos pueden, nosotros también», declaraba la alcaldesa Manuela Carmena hace unos días cuando era entrevistada en Ginebra por swissinfo.ch, el servicio internacional de la Sociedad Suiza de Radiodifusión y Televisión, es decir, el ente público SRG SSR (puedes leer la entrevista completa aquí).
En el mundo existen ya sistemas de participación ciudadana muy similares al que estamos implementando en la ciudad de Madrid. Además de los ejemplos más conocidos, como Suiza, se ha producido un crecimiento espectacular en los últimos años gracias a las posibilidades que nos brinda Internet. Islandia, Finlandia, Brasil o EEUU son algunos de los países que más están apostando por una participación directa de la ciudadanía en la toma de decisiones.
Las nuevas formas de participación están dirigidas, principalmente, a que sea la ciudadanía quien decida qué caminos debe tomar la política de su país, a través de mecanismos de iniciativas ciudadanas. Finlandia es uno de los países donde se están desarrollando nuevas herramientas similares al portal de Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Madrid. Su plataforma, Open Ministry, permite a la población presentar y apoyar propuestas, y ha conseguido, por ejemplo, que se apruebe gracias a ella la ley de matrimonio igualitario. En Islandia también se lanzó la plataforma Better Reykjavik, ha que permitido que el 58% de la población participe en el proceso de propuestas, seleccionando cada mes las 15 ideas más votadas.
Estonia es otro de los países que, gracias a una apuesta clara por las nuevas tecnologías, se ha situado en cabeza de Europa en el nivel de uso de Internet por parte de la ciudadanía para la interacción con el gobierno. No sólo los ciudadanos y ciudadanas resuelven diariamente todos sus trámites a través de Internet, sino que han puesto en marcha plataformas como Rahvakogu donde, después de los escándalos políticos de 2012, 50.000 personas (de un total de 1,3 millones) participaron proponiendo medidas para mejorar la situación democrática de su país.
Y en otros países existen sistemas de participación ciudadana directa que vienen funcionando desde hace mucho tiempo sin pasar por las nuevas tecnologías. Aunque estos sistemas no tenga la agilidad de las nuevas plataformas, los procesos que se dan en ellos son básicamente los mismos, y aseguran la calidad y los resultados de los mecanismos.
En Suiza, desde 1848 se han votado unos 600 referéndum a nivel federal y se celebran cada año en todo el país aproximadamente 200 referéndum a todos los niveles (municipal, cantonal y federal). Aproximadamente, de cada dos leyes aprobadas en el Parlamento directamente y luego consultada a la ciudadanía, fue anulada. Por otro lado, incluso aunque las iniciativas populares no tengan éxito, el gobierno acaba concediendo parte de las demandas propuestas, activando la atención de la opinión pública sobre el asunto tratado. Esto hace que, aproximadamente, la mitad de las personas que lanzaron la iniciativa que no tuvieron éxito consideren que mereció la pena el esfuerzo y que se obtuvo algo que no hubiera sido posible sin la iniciativa.
Estados Unidos no cuenta con procesos de iniciativas a nivel federal, pero 27 de los 51 estados cuentan con algún tipo de sistema de democracia directa. A nivel local, alrededor de la mitad de las ciudades cuentan con un sistema de iniciativas ciudadanas vinculantes. Entre 1904 y 2000 se convocaron casi 2.000 referéndum iniciados por la ciudadanía. En 1996 en los estados con mecanismos de iniciativas ciudadanas se convocaron 96 referéndum, frente a las más de 14.000 leyes y resoluciones aprobadas por los representantes de esos estados.
Estos mecanismos funcionan también en Alemania a nivel regional y local. Los sistemas se introdujeron en su mayoría en los años 90. En 1996 el número de iniciativas ciudadanas fue de 318, reduciéndose en años posteriores a una media de 100 al año, una vez tratados los temas pendientes anteriores a la introducción de estos procesos.
La experiencia larga y variada de dichos sistemas en países muy diferentes justifica y avala lo que hemos puesto en marcha en Madrid: #DecideMadrid.