Mesonero Romanos tiene desde hoy un jardín con su nombre en Carabanchel. El concejal del distrito, Álvaro González, acompañado de varios ediles de la Corporación madrileña y del cronista de la Villa de Madrid, Constantino Mediavilla, ha descubierto esta mañana la placa en el lugar donde se encontraba la finca de recreo que el escritor y periodista poseía en el distrito. Así, se da cumplimiento a la aprobación del pleno de la Junta Municipal de Carabanchel del 18 de enero para denominar una zona verde, ubicada en la calle de la Guitarra con la calle de Polvoranca, con el nombre de este autor del siglo XIX.
El escritor y periodista Ramón de Mesonero Romanos nació en Madrid en 1803. Fue, junto a Serafín Estebánez Calderón y Mariano José de Larra, el principal representante de la escuela costumbrista española del siglo XIX, aunque los intereses y estilos de los tres autores eran muy diferentes entre sí. Sus estudios históricos y artículos de costumbres dedicados a Madrid le hicieron acreedor de los títulos de cronista y bibliotecario perpetuo de la villa.
La ciudad de Madrid siempre ha reconocido la labor de sus personajes más célebres y en el caso de este autor ya existe una calle que lleva su nombre y una placa entre Gran Vía y Preciados, además de un busto homenaje al Curioso Parlante, pseudónimo con el que firmaba sus escritos.
Mesonero Romanos y su casa de recreo en Carabanchel
En 1856, el célebre cronista adquirió una propiedad en la antigua calle de la Cañada, 27 (actual calle de Joaquín Turina) y la usó como casa de recreo hasta 1862. En ella es probable que terminara su famosa obra El antiguo Madrid (1861), donde escribe sobre la Quinta de los Cárdena y Zapata, a la postre la Quinta de Eugenia de Montijo.
La propiedad, de unos 2.000 metros cuadrados, constaba de una casa nueva de una planta que había construido el financiero Antonio Moreno y un jardín que estaba cerrado y lindaba con la calle de Polvoranca. Además de la entrada principal por la calle de la Cañada, existía otra en la misma vía y una tercera en la tapia del jardín, que contaba con una noria y un estanque para el riego, dos pozos, una estufa y un parterre, así como 80 árboles frutales.
Ahora, en el espacio donde estuvo el jardín, los vecinos de Carabanchel disfrutarán de una zona verde dedicada a su ilustre residente. Se trata de un pequeño homenaje a su trayectoria y también a las quintas de recreo que marcaron una época muy importante de la historia de Madrid y de España. En Carabanchel, también se encuentra la sepultura de Mesonero Romanos, en el Cementerio de San Isidro. /