La crisis económica y social derivada de la pandemia ha acelerado los procesos de exclusión social, sobre todo, de aquellos colectivos que ya se encontraban en situaciones complicadas y al límite de la vulnerabilidad. Es el caso de muchas mujeres que, por falta de recursos económicos o por ser víctimas de violencia, han visto mermadas sus estrategias de supervivencia y no encuentran otro destino que el de hacer de las calles su hogar.

Por suerte, el programa ‘No Second Night’, impulsado por el Ayuntamiento de Madrid, arroja un poco de luz al oscuro panorama del sinhogarismo femenino al ofrecer oportunidades de alojamiento y ayuda laboral a personas que se han quedado sin hogar.

Víctimas de violencia, sin empleo, sin hogar

En el último año se ha incrementado notablemente el número de mujeres que carece de recursos suficientes para mantener una vivienda y que, además, no dispone de otras alternativas de alojamiento.

La mayor parte de las veces llegan a esta situación tras perder su trabajo, ya de por sí bastante precario. Muchas de estas mujeres prestaban servicios domésticos o de cuidados de mayores o enfermos en el marco de relaciones laborales precarizadas y al margen de la legalidad, lo que ha hecho muy sencillo prescindir laboralmente de ellas.

Además, el confinamiento ha obligado a muchas mujeres a soportar situaciones de violencia, ya sea física o psicológica, en su propia casa. El miedo por acabar en la calle y el instinto de proteger a sus hijos les ha hecho dormir en viviendas inseguras, bajo el mismo techo que sus agresores.

Recurso pionero

En este contexto, el pasado me de junio, el Ayuntamiento de Madrid a través del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social puso en marcha ‘No Second Night’, el programa de atención temprana a mujeres sin hogar con capacidad para proporcionar atención simultánea a aquellas que se encontraban en situaciones sobrevenidas de pérdida de alojamiento. Esta iniciativa, pionera en nuestro país, pretende evitar que personas que se han quedado sin domicilio perpetúen una situación crítica al evitar que pasen una segunda noche en la calle. De este modo también se garantiza su integridad, al protegerlas de las agresiones que sufren frecuentemente cuando pernoctan en la calle.

‘No Second Night’ arrancó con una oferta de 30 plazas de alojamiento en pensión con acompañamiento social que supusieron un total de 4.770 estancias. En estos primeros meses se atendió a 52 mujeres, de las que un 38 % logró acceder a la vida autónoma y un 59,6 % salió de la Red de Atención a Personas Sin Hogar. Estos datos confirman la validez del programa y la consecución de sus principales hitos: que las mujeres atendidas superen el abismo en el que se encuentran y se reintegren en la sociedad.

Atención integral

Recientemente, ‘No Second Night’ ha ampliado sus posibilidades de atención al doblar el número de plazas y convertirse en un recurso permanente dentro de la nueva estrategia de atención al sinhogarismo del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social. Así, en la actualidad, este programa cuenta con 50 nuevas plazas de alojamiento en pensiones, que se completan con apoyo social, psicológico y educativo. En total, se van a ofrecer 18.250 estancias anuales de alojamiento en establecimientos de hostelería entre 1 de junio de 2021 y el 31 de mayo de 2023.

El acceso a estas plazas, destinadas a garantizar la integridad de aquellas mujeres solas más expuestas a la vulnerabilidad de las calles, será por derivación del Samur Social, aunque también pueden solicitarlas directamente aquellas mujeres que recientemente han acabado pernoctando en la calle o están en riesgo de hacerlo, ya que es fundamental actuar cuanto antes.

‘No Second Night’ es mucho más que un proyecto de intervención social para mujeres sin hoga, en el que se les facilita un techo bajo el que dormir. También es un espacio en el que se sienten protegidas, les sirve de guía y les brinda oportunidades y esperanza para afrontar un nuevo futuro.