Los padres reciben en la puerta de su domicilio el paquete de comida que, antes de que se cerrara, el pequeño tomaba en la escuela infantil. El menú es el adecuado para la edad del niño: si es un bebé, consiste en un bote de leche de inicio de 800 gramos (dosis para la semana) o en un bote de leche de continuación de 800 gramos y un paquete de cereales de 600 gramos (también semanal). Si el pequeño ya ronda el año, recibirá una ración de puré y un yogur natural o una fruta para cada día. Y si es mayorcito, su menú consistirá en primer y segundo plato, postre y pan.

Un total de 500 niños de hasta tres años reciben a diario su alimentación de mediodía en casa. El Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento implantó este servicio poco después de decretarse el estado de alarma con el objetivo de que los menores de familias que se encuentran en situación socioeconómica complicada sigan tomando un menú saludable como el que se les daba en las escuelas infantiles a las que asistían. De este medio millar, 450 niños tenían beca de comedor y otros 50 se han incorporado a la lista en estas circunstancias.

Los menús se elaboran teniéndose en cuenta los casos de intolerancias, alergias o prescripciones médicas de los menores que las familias han comunicado previamente al Ayuntamiento. Del reparto se ocupa la empresa UCALSA, que tiene amplia experiencia en el trabajo con niños en situación de vulnerabilidad.

Tarjetas familia

Por otra parte, esta semana el Ayuntamiento ha entregado 2.000 tarjetas dotadas con 100 euros cada una a otras tantas familias en situación de vulnerabilidad gracias a una donación del grupo La Caixa. Las ‘tarjetas familia’ sirven para adquirir alimentos y productos de primera necesidad en cualquier establecimiento a lo largo de un mes. Se distribuyen a través de los servicios sociales de los 21 distritos.

A estas ‘tarjetas familia’ se añaden también otras 500 que aporta el Grupo El Corte Inglés para que otros tantos hogares hagan sus compras en establecimientos ligados a la cadena.

La solidaridad del chef José Andrés

La solidaridad en esta crisis sanitaria, que incide tan gravosamente en la economía y en el día a día de muchas familias madrileñas, cuenta también con la aportación de José Andrés, fundador de la ONG World Central Kitchen. El gran chef español colabora ahora con el Ayuntamiento de Madrid y con el Banco de Alimentos para elaborar comidas para 50 familias vulnerables residentes en viviendas del sistema de alojamiento alternativo del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social.

La iniciativa forma parte del Plan de Emergencia para Familias durante la crisis de COVID-19 y cuenta con el Cuerpo Municipal de Bomberos, cuyos miembros realizan el reparto para que los destinatarios no tengan que desplazarse.

En los últimos siete días los bomberos han repartido 177 comidas diarias que aumentarán hasta 300 en fechas próximas para llegar a más grupos familiares.

Los menús, elaborados por World Central Kitchen, consisten en un plato de 500 gr de comida (dos raciones), ensalada, fruta y lácteos. Los ingredientes provienen del Banco de Alimentos de Madrid, una organización benéfica sin ánimo de lucro cuyo fin es conseguir gratuitamente alimentos para distribuirlos entre entidades benéficas dedicadas a la asistencia y cuidado directo de personas necesitadas dentro de la Comunidad de Madrid. Para la recogida, almacenamiento y distribución de los alimentos, el Banco cuenta con docenas de voluntarios.

El chef José Andrés y World Central Kitchen ya han participado en acciones solidarias para contrarrestar la amenaza de COVID-19 en más de 20 ciudades de todo el mundo. La primera experiencia llevada a cabo durante esta crisis fue en Japón, donde ayudaron a los miles de pasajeros atrapados en el crucero Diamond Press. Con José Andrés y la ONG trabajan el Grupo Arzábal y Mateo&Co, consultora estratégica especializada en gastronomía.